—Señora, no quiera hacer esto difícil, Lyana y yo nos casaremos cuando creamos conveniente, usted no puede manipular su vida. —dijo Damián serio y por primera vez en mucho tiempo sentí su apoyo
—Tía, una vez más, te lo pido deja a Lía conmigo. — dije con la voz quebrada al acercarme a ella y el timbre sonó, ella inmediatamente se levantó para abrir y entraron dos hombres con trajes.
—Vayan por la niña está en la habitación con la puerta rosa. —señalo mi tía
—No, no, no. — me pare inmediatamente para impedirlo pero uno de los hombres me detuvo mientras el segundo subía
—Si sigues comportándote así, llamare a la policía y te llevaran a la cárcel por no acatar la decisión de un juez. — dijo mi tía molesta
—Suéltala imbécil. — se paró Damián pero el dolor le impidió acercarse, se tomó la mano la herida de su costilla y se recargo en el sillón para respirar profundo, sin duda le dolió demasiado pararse tan rápido y Alex se acercó y quitó al hombre que me tenía sujeta.
—Sino la sueltas te acusare de agresión. —dijo serio Alex y el hombre me soltó inmediatamente.
—suéltame. —grito el hombre que subió, todos subimos rápidamente con excepción de Damián que iba caminando lentamente.
Cuando llegamos Taylor tenía al tipo en el suelo y con el brazo del hombre en la espalda doblándolo dolorosamente, Becky tenía a Lía en un rincón, mi hermana se veía bastante asustada.
—No sé quién sean, pero será mejor que se larguen sino quieren tener problemas con la ley. — dijo Taylor seria a mi tía y al hombre que venía con ella.
—Ustedes tendrán problemas sino sueltas a mi empleado. —dijo mi tía molesta
—Suéltalo Taylor. — le dije con mi voz cortada y Taylor al oír se paró lentamente y soltó al tipo que se paró inmediatamente sobándose el brazo dañado.
—Lía te vienes conmigo. — le dijo mi tía molesta mirando a mi hermana y Lía me lanzo una mirada de auxilio, esto era demasiado.
—¿Lyana?. —me dijo con la voz quebrada mi hermana y sus lágrimas empezaron a salir.
—Por Dios niña no seas ridícula, no soy tan mala, soy tu tía. — dijo mi tía rodando los ojos bastante molesta.
—Señora, le doy el doble de lo que cueste la empresa, con tal de que deje a Lía con su hermana. —dijo serio Damián y todos volteamos a verlo desconcertados.
—¿Qué?. — dijo mi tía sonriendo.
—Aproveche mi generosidad, porque no estará mucho sobre la mesa. —dijo serio Damián.
—Mmmmm, creo que tienes mi atención muchacho, pero vamos hablarlo tú y yo a solas. —dijo caminando fuera de la recamara de mi hermana y Damián estaba dispuesto a seguirla.
—Damián, ¿Qué haces?. — lo tomé del brazo
—Protegiéndote mi amor a ti y a tu hermana. —me sonrió y sin más salió
—Lyana, ¿me llevara mi tía?. — dijo llorosa mi hermana y se abrazó a mi fuertemente.
—No mi amor, no te va llevar, ¿ok?, pero debes ser fuerte. —le di un beso en la frente.
Los muchachos me veían nerviosos pero nadie decía nada, no querían decir una imprudencia delante de mi hermana y se los agradecía.
A los 15 minutos Damián entró y me sonrió —Tranquila mi amor, ya está arreglado, mañana mismo tu tía firma los papeles de la custodia y esta niña. — Le sonrió a mi hermana despeinándola un poco —se queda contigo. —
—Damián, ¡Por Dios!. — lo abrace agradecida y él me tomó entre sus brazos.
—Ouch me duele. — se quejó y me separe un poco para ver que de su herida salía sangre.
—Damián, estas sangrando. —le dije seria — tengo que revisar esa herida. — Lo tome de la mano y voltee a ver a los chicos. —Hay que descansar chicos mañana nos vamos en cuanto firmemos los papeles. —Voltee a ver a Lía — mi amor, duermes con las chicas, tengo que curar a Damián, mañana nos vamos. — le sonreí
—Damián, gracias. —dijo tímida mi hermana
—De nada chaparrita, de nada. — le sonrió Damián y sin más salimos de la habitación hacia la mía.
—Siéntate y quítate la camisa, voy por el botiquín. — le dije mientras él se sentaba en la orilla de la cama, cuando volví estaba con ese abdomen perfecto, ¡Oh Dios!, nunca en estos meses de novios había visto a Damián sin camisa y se veía muy bien.
—¿te gusta lo que ves?. —me sonrió pícaro y yo asentí sonrojada
—Si me gusta mucho. — Dije quitándole con cuidado la venda que cubría su herida —Esto te dolerá un poco. — le advertí
—No tengas pendiente. —me sonrió, pero al poner el algodón con alcohol en su herida su cara se puso roja.
—Perdón, de verdad. — le dije y le di un beso corto en los labios y termine de curarlo, lo cual lo hice en total silencio, Damián solo me observaba.
Termine y me senté a su lado aun en silencio —¿en verdad, soy tan malo para que no te quieras casar conmigo?. —dijo al fin con dolor en sus palabras y yo voltee a verlo.
—Damián, yo —dije tratando de encontrar las palabras correctas para no lastimarlo. —no creo que este momento me quiera casar. —
—¿Aunque eso dependiera perder a Lía como lo ibas hacer hoy?. —dijo serio. —y no me malinterpretes, no es que quiera que te cases conmigo a la fuerza, solo que me sorprendió que ni por las amenazas de tu tía accedieras. — me miró serio
—No quiero que ella manipule mi vida, aunque al final lo hizo ¿no?, le quito su patrimonio a mi hermana y a ti no sé cuánto dinero. — le dije triste. —por cierto te lo pagare Damián, cada centavo solo dime cuanto es, yo sé que es mucho dinero, pero lo hare. — le dije seria
—No es nada, eso tómalo como un regalo de tu novio. — me sonrió y acaricio mi mejilla. —¿Lyana?. —lo mire a los ojos —¿me amas?, dime que no he perdido tu amor. —me miro con los ojos cristalinos y yo me quede sin saber que decir.
Maratón 1/5
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Obsesión Peligrosa
Mistério / SuspenseSINOPSIS Mi vida era excelente, vivía como en un cuento de hadas, de una princesa en un castillo, aunque no éramos ricos, tenía lo que necesitaba para ser feliz, mi madre, mi padre y mi hermanita. Los sueños se cumplen y con mucho esfuerzo, logre cu...