CAPITULO 45

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-Dios. - dije desesperada

-Lo siento mi amor, pero esa mujer es una harpía que me saco de mis casillas. - dijo serio Damián y me abrazo.

-Perdí a Lía, la perdí Damián. - llore desesperada

-Deja que mis abogados se hagan cargo, por favor. - me tomo de la cara y yo asentí

-Déjame hago una llamada. - tomo su celular y marco. -Soy yo, te dije que esperaras instrucciones, si vamos a proseguir con lo acordado. - Decía serio -ok encárgate de todo. - y sin más colgó

-¿Qué fue eso?. - dije desconcertada

-Hable con mi abogado mi amor, él se encargara. - me sonrió ahora hay que preparar unas maletas porque nos vamos en unas horas.

-Damián no me puedo ir sino está arreglado este asunto. - le dije seria

-Mi abogado se encargara, no te preocupes. - me sonrió, ya no llores. - limpio mis lagrimas

Salimos de ahí caminamos lentamente ya que Damián aún se le dificultaba caminar.

Me senté en el auto mirando a la nada, no sabía cómo le iba a decir a Lía que se quedaría con mi tía -¿Que hago, que hago?. -dije recargando mi cabeza en el volante del auto y sentí la mano de Damián acariciar mi espalda.

-Cariño confía en mí, yo resolveré esto como lo debí haber hecho desde un principio. - seguía acariciando mi espalda.

-Damián es que en 20 minutos debo entregar a mi hermana a una mujer que no la quiere, y ¿tú quieres que esté tranquila?. - le grite histérica

-¿Lyana, carajo porque no confías en mí? Si yo te dije que todo va salir bien lo va estar. - me dijo molesto, lo mire asombrada, y él a notarlo cambio su semblante-Amor solo vamos a casa, y no le digas nada a la niña en este momento mi abogado debe estar hablando con tu tía. - dijo más tranquilo.

-Vamos. -dije sin decir más nada y nos dirigimos en silencio, yo no me atrevía hablar, pero sin duda estaba bastante preocupada, Damián volteaba a verme de vez en cuando, pero no decía nada tampoco.

Cuando llegamos a la casa Damián se veía bastante adolorido, tanto ir y venir sin duda le hacía que no se recuperara como era debido, yo sabía que el necesitaba descansar.

-Damián ve a descansar, por favor. - le dije seria, realmente no tenía ganas de hacer nada, me sentía derrotada, me senté en el sillón pesadamente y recargue mi cabeza en el respaldo.

-Lyana. -grito Lía corriendo hacia mí

-Cuidado con tu brazo Lía, no debes correr. - le dije preocupada

-No te preocupes, yo estoy bien, sabes Taylor y Mark me ayudaron a bañar a Tom y a Matt, necesitan ir muy guapos a su nuevo hogar. -me sonrió y yo sonreí tristemente.

-Qué bueno mi amor. - dije sin humor

-¿A qué horas nos vamos a ir Lyana?. - me pregunto subiéndose a mis piernas y yo mire a Damián.

-En unas horas más nos iremos a México. - dijo sentándose junto a nosotras - ¿y sabes qué?. - le sonrió y Lía lo miraba expectante - yo tengo una casa muy bonita con un hermoso jardín para que tus gatos y tu jueguen y una piscina, ¿te gustaría que tu hermana y tu vivieran ahí?, podrías jugar todo el día y he pensado poner columpios y resbaladillas. - yo lo miraba sería.

-Damián, por favor. - lo detuve

-¿Vamos a vivir con él?. - me vio seria mi hermana

-¿no te gustaría princesa?. - dijo serio Damián y mi hermana negó con la cabeza

-Solo iremos tres días, nada más. - le sonreí a mi hermana -Damián está un poco enfermo y debo cuidarlo, pero eso no significa que viviremos con él. - mire a Damián con el ceño fruncido y él me miraba fríamente.

-Solo porque está enfermo, cuando este bien iremos a casa con Pablo ¿no es verdad?. - me miro seria.

-Solo tres días es una promesa. - le dije y le puse el meñique para que lo cruzáramos.

-Promesa de meñique no se rompe. -me sonrió

-Así es mi amor, ahora ve con los muchachos y prepara tu maleta. - le sonreí y ella sonrío igual y se fue a su recamara donde estaban Taylor y Becky.

-No vuelvas hacer eso. - le dije seria a Damián

-No sé de qué hablas. - se levantó dispuesto a irse

-No quieras manipular a mi hermana, no lo hagas Damián. - le dije molesta y el volteo a verme serio.

-Solo era una propuesta, nada más. - se dio la media vuelta y camino con dificultad hacia mi recamara.

Pasaron 20 minutos en que me quede sola en la sala pensando en todo lo que estaba pasando como esos días se habían vuelto tan complicados por mi tía.

-Que pensativa estas. - se sentó Taylor a mi lado sorprendiéndome

-Taylor me asustaste. - dije golpeando su brazo

-Así tendrás la conciencia. - rio divertida. -¿me vas a decir que paso?. -

-Han pasado tantas cosas Taylor. - le dije seria

-pues empieza a contarme. - se acomodó en el sillón

-Taylor perdí a Lía. -le dije triste y mi amiga me miro asombrada

-¿Cómo?, ¿no se suponía que Damián había arreglado las cosas?. -

-Mi tía quería todo Taylor, absolutamente todo, la casa, el negocio, todo lo que mis padres tenían, yo le dije que eso no fue lo acordado y Damián se molestó mucho y le dijo que el trato se había desecho, no sé ni cómo decírselo a mi hermana. - le dije agarrándome la cabeza con mis manos que estaban recargadas en mis rodillas

-Lyana, alguna solución debe haber. - me dijo Taylor preocupada

-En estos momentos debería estar con mi tía. - le dije preocupada -¿pero como le digo a mi hermana que le falle Taylor?. -le dije llorando

-Lyana. -Taylor me abrazo tiernamente y escuche que sollozaba, lloraba conmigo, no dijo nada más a veces simplemente el silencio dice más que mil palabras.

Después de un rato de estar abrazada de mi amiga nos sentamos de nuevo-Damián me dice que confié en él, que sus abogados van arreglar todo. -

-Confiemos en él entonces. - me dio una sonrisa forzada, ella tampoco confiaba mucho en Damián y eso se notaba a 20 kilómetros.

El timbre de la puerta sonó, Taylor y yo nos sobresaltamos.

-Es mi tía. -le dije nerviosa

-Tranquila. -me dijo yendo hacia la puerta y abrió entrando varios policías.

-Soy el sargento Morrison. -Dijo un hombre caucásico como de 50 años enseñando la placa a Taylor -¿La señorita Lyana Grace?. -

-Yo soy. - le dije acercándome a él

-Señorita Grace está usted arrestada por no cumplir con una orden del juez de distrito familiar de entregar la custodia a su tia la Señora Constance Mossa Steyler. -dijo el hombre dándome media vuelta y esposándome.

Maratón 3/5

Obsesión PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora