CAPITULO 53

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—Nooooo. —grite tapándome la cara.

—Maldito. —dijo Taylor con dolor y nuevamente una descarga entro en su cuerpo haciéndola estremecer de nuevo.

—Metiste a mi hijo a la cárcel maldita. —dijo Carbajal molesto y dio otra descarga a Taylor.

—Tu hijo es un maldito delincuente que mato a mi padre. —dijo con dificultad Taylor

—Toda tu maldita familia debe ser exterminada. —le sonrió Carbajal

—¿por eso mataste a mi hermana?. —le dijo con dolor Taylor

—No querida esa muerta no es mía. —Sonrió divertido —¿verdad Manríquez?. —yo voltee a ver a Héctor asombrada y Taylor lo miro igual.

—Tuuuu. —le grito Taylor sacudiéndose tratando de zafarse de sus cadenas.

—¿Tu mataste a Lisbeth?. —mire asombrada a Héctor

—Ella se lo merecía. —Me dijo con desprecio —Espero que tú no te lo merezcas mi amor. —me sonrió y me hizo temblar de miedo.

—Eres un maldito Manríquez. —gritaba Taylor desesperada.

—Vámonos ya viste suficiente. —me dijo sacándome del lugar y llevándome de nuevo a la habitación donde había dormido.

—Damián te necesito. —Lloraba —tienes que ayudar a Taylor. —

—Cállate, ese imbécil nunca va volver. —me grito.

—Damián por favor lucha, si me amas de verdad hazlo. —le grite igual y entonces sentí una cachetada que hizo que perdiera el equilibrio.

—Que te calles, maldita sea, no te puedo tratar bien Lyana. —dijo molesto y de pronto se alejó de mi rápidamente

Levante mi cara y vi que Héctor que se tomó la cabeza con las manos.

—No seas idiota. —decía enojado y yo me separe de él, sabía lo que sucedía. Damián luchaba por salir. —Sera mejor que ya no hagas más daño, ya has hecho suficiente. —Idiota ella quiere manipularte, ya viste que con amor no logras nada. —Discutía consigo mismo —cállate y no la vuelvas a tocar. —gritaba molesto. Se movía violentamente como si internamente luchara.

De pronto volteo a verme y vi sus ojos, mostraban tristeza sabía que Damián había vencido por el momento, pero no sabía por cuanto tiempo, así que debía aprovecharlo.

—¿Damián?. —le sonreí nerviosa

—Si mi amor, perdona a ese imbécil. —toco mi mejilla.

—Damián ayuda a Taylor por favor. —le dije nerviosa.

—Amor, Taylor es de Carbajal. —me dijo serio.

—Taylor es mi mejor amiga, mi hermana, por favor. —le suplique y él toco donde la marca de su mano había quedado.

—Héctor es un imbécil. —me miro triste y escuchamos un grito de Taylor, lo mire suplicante. —No te prometo nada. —se paró y me ayudo a hacerlo igual —prométeme que te vas a portar bien. —me miro a los ojos y yo solo asentí.

—Te lo prometo, pero por favor ayuda a mi amiga. —le dije llorosa.

—Vamos, te llevare con Lía. —me saco nuevamente de la habitación —Carlos. —llamo a uno de sus hombres que vino rápidamente.

—Señor ¿en qué le puedo servir?. —dijo el hombre

Vi que el tipo se quedó a mi lado y Damián camino hacia donde estaba Carbajal con Taylor casi inconsciente, el mentón de Taylor pegado a su pecho exhausta.

Obsesión PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora