CAPITULO 34

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Estaba junto con Mark preparando la cena, ya pasaban de las 7 de la noche y Taylor me había llamado para decirme que ya venía en camino, así que queríamos cenar todos juntos, como familia.

De pronto mi celular sonó y sonreí al ver que era Damián, así que conteste inmediatamente —Hola, ¿Cómo estás? —sonreí.

—Muy bien, deseando hablarte desde hace rato, pero no me podía deshacer de algunos asuntos pendientes.

—Bueno no importa, ya estas llamando.

—Lyana, de verdad quiero algo serio contigo. —me dijo y yo me quede muda como contestar a eso, no supe que decir — perdón, sé que quizás voy demasiado rápido, solo quería que supieras que esto para mí no es un juego sino algo muy serio. — me dijo un poco preocupado al no obtener respuesta de mi parte.

—Damián, porque no nos vamos poco a poco nos conocemos somos amigos y después si todo va bien, intentamos algo más. —dije seria.

—Claro tus pones la pauta en esta relación. —y sonreí al escuchar eso, me agradaba que me diera mi tiempo. —¿te parece bien que mañana nos veamos para cenar?.

—Claro tú dime donde nos vemos. —sonreí.

—Dime dónde vives y paso por ti, como todo un caballero.

—Está bien, cuando llegues me llamas y bajo apunta mi dirección. —después de darle mi dirección, nos despedimos.

—Vaya, creo que este caballero quiere todo con la hermosa doctora. —me sonrió Mark.

—Quiero intentarlo Mark. —Dije feliz— creo que todo con ese idiota acosador ya termino y eso me pone muy feliz.

—Noté que la patrulla que siempre está al frente se fue entonces a lo mejor cerraron el caso. — me dijo Mark mientras acomodaba la mesa.

— ¿en verdad? —Me asomé y en efecto la patrulla no estaba ahí —vaya eso es excelente noticia, quiere decir que ya no estamos en peligro. —Salte abrazado a Mark, eso realmente me ponía demasiado feliz sentía que un peso se quitaba de mis hombros — por fin volveré a mi vida normal. —me senté a la mesa.

—Si mi amor por fin a su oficio de curar gente. —me sonrió Mark.

—Si Mark, es algo que me urge hacer de nuevo, regresar a mi vida. —sonreí.

Tocaron la puerta y fui a abrir, ahí estaba mi amiga en la puerta y traía una botella de vino.

—¿Hay algo que celebrar?. — le sonreí y ella me correspondía.

—El caso está cerrado oficialmente, ese hombre está muerto. —me sonrío.

—Siiiiii. —grite emocionada y abrace a mi amiga fuertemente a lo que ella correspondía.

—No lo puedo creer por fin esta pesadilla término. —decía Mark feliz.

—Bueno eso es excelente, así que a celebrar—dijo Alex que venía ayudando a Becky para sentarla en una silla.

—Sí, Taylor de verdad gracias, eres excelente policía. —sonrió Becky.

—No tiene por qué dar las gracias, era mi trabajo. — sonrió Taylor.

—Pero tener a una excelente policía a cargo facilita mucho el trabajo. — sonrió Alex acariciando la mejilla de Taylor.

La cena fue excelente entre charla de amigos, más que amigos familia, hablando y echando broma de todo.

—Bueno, y ahora que nuestra querida doctora ya tiene galán nuevo, creo que un policía le romperán el corazón. —dijo Mark de pronto.

—¿Cómo resolverás eso, Lyana?. — me dijo Taylor tomando de su copa de vino.

—David y yo solo somos amigos, nunca paso de ahí así que no tengo que resolver nada. — dije tomando de mi copa un poco nerviosa.

—ja,ja,ja claro cómo no. —Rio Becky —tú sabes que David está enamorado de ti, así que le tienes que decir que ya tienes a alguien.

—Por lo pronto Damián y yo solo somos amigos, solo eso pero si se da el tema con David lo hablare, como amigos que somos. — les dije viéndolos a todos y ellos sonrieron.

—Taylor te noto un poco preocupada, ¿todo está bien?. —dijo de pronto Alex a mi amiga.

—Cosas de trabajo Alex no te preocupes. —dijo dando una media sonrisa.

—Eso es lo que me preocupa. —dijo serio Alex.

—No vamos arruinar el momento hablando de esto. — le dijo seria Taylor y el asentó con la cabeza.

—Taylor nos preocupas, eres parte de esta familia y no podemos ignorar que algo te está preocupando. — le dije preocupada.

—Chicos en verdad no se preocupen. —nos sonrió.

La cena trascurrió con normalidad y Taylor y yo partimos al departamento.

—Quédate esta noche. —la mire recargada en el marco de la puerta mientras arreglaba su maleta, de verdad me sentía triste porque ella se iba.

Se sentó en la cama y me miro me hizo una señal con la mano para que me siente junto a ella y así lo hice —Lyana de verdad no quieres que me vaya ¿verdad?. — me sonrió.

—No Taylor me encanta tenerte aquí y brincar en la cama y despertarte ir a correr y que corras alrededor mío porque ya me agote. — le sonreí.

—Pero tengo mi departamento además si yo me quedo aquí, solo te pondría en peligro y eso no me lo podría perdonar nunca. —me dijo seria.

—Nos podemos proteger además de hacernos compañía. — le sonreí y ella correspondió — solo piénsalo Taylor, tu departamento lo puedes rentar, y así tener una entrada de dinero extra.

—No lo sé. —dijo dudando.

—Porque no te quedas esta noche y lo piensas, mañana haces lo que hayas decidido. —le sonreí.

—Eres una terca mujer. —me sonrió y yo asentí.

—Lo sé siempre consigo lo que quiero. —le guiñe un ojo y Taylor se carcajeo ante mi comentario.

—Estás loca, muy loca.ꟷ Me abrazo de lado.

Al día siguiente Taylor se fue muy temprano a trabajar al parecer no se va ir, ya que dejo su maleta espero que haya pensado mejor las cosas y decida quedarse, de verdad lo deseo.

El día trascurrió sin ninguna novedad, y la hora de ir a cenar con Damián había llegado, Taylor estaba entrando a mi departamento cuando me vio salir de mi recámara.

—La cena con Damián, ¿he?. —me sonrió y yo correspondí.

—¡Aja!, no tarda en llegar por mí. —dije sentándome junto a Taylor que estaba recargada en el sillón.

—¿Qué decidiste?. —le dije seria y ella volteó a verme

—Me quedo. —me sonrió.

—Siiiiiiii. — la abrace más que feliz —gracias, Taylor de verdad.

Obsesión PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora