Obsesión Peligrosa

CAPITULO 44

—Damián hay cosas que debemos hablar pero no ahora. — lo mire seria.

—¿Están difícil responder esa pregunta?. — me dijo triste bajando la mirada.

—Después hablamos de eso. — Le sonreí nerviosa —mañana será un largo día, Damián gracias por lo que hiciste hoy, por ayudarme a que Lía se quedara conmigo. — le acaricie su mejilla y él me sonrió triste.

—Lo hice porque te amo, aunque sé que te estoy perdiendo. —bajo la mirada.

Al mirarlo así, me sentí culpable, él me estaba ayudando con la odiosa de mi tía, no podía simplemente alejarlo de mi lado, sería muy ingrato de mi parte si lo hiciera.

—Porque no empezamos de nuevo. — tome su rostro para que me viera y lo hizo incrédulo.

—¿Qué quieres decir?. —me dijo serio

—Confía en mí, acepta a mis amigos, no les llames idiotas o imbéciles, eso no me gusta, respeta a Taylor y quiere a Lía, es todo lo que te pido, no me trates de controlar por favor. — le dije seria y el asentía a cada una de mis peticiones.

—Perdón que a me porte así con los muchachos, es que a veces me desespera que no te cuiden como debieran. —acaricio mi mejilla.

—No soy una niña Damián, se cuidarme sola perfectamente. —rodé los ojos

—Lo sé, pero para mí siempre serás mi niña y si tratare de cumplir todo eso. —me sonrió y me abrazo desesperadamente y yo correspondí a su abrazo, ¿estaría haciendo lo correcto con Damián?, no quiero equivocarme.

—¿Te sientes mejor?. —dije al ver su herida

—duele un poco, pero puedo soportarlo, pero siento el cuerpo como si me hubieran apaleado. —sonrió sin humor

—Debes guardar reposo, no es para menos lo que te paso, no creo que debas estar solo en tu casa. — le dije seria

—Ven a cuidarme. — tomo mi mano, ¡Diablos! Yo pensaba en contratar una enfermera no ir yo a cuidarlo.

—Damián no creo que sea conveniente, Lía necesita acostumbrarse a su nuevo hogar y yo necesito trabajar. — le sonreí nerviosa

—Si lo sé. — Dijo parándose con dificultad — perdón no quise importunarte, además no debo presionarte, solo quería sentirme por una vez cuidado por ti. — dijo caminando lentamente, yo me quede pensativa.

—¿Porque no te quedas unos días en mi casa mientras te mejoras?. — le dije seria y el volteo y me vio

—Amor con Taylor ¿ahí?, ¿están difícil que vengas unos días a mi casa?. — me dijo serio

Yo baje la vista buscando una respuesta, debía de una manera corresponder a su ayuda, ¿no es así? —Solo unos días Damián, necesito que Lía se acostumbre a su nuevo hogar. — le dije y me sonrió

—¡Oh! Amor si pudiera correr lo haría. —me sonrió

Yo me levante y camine hacia él y lo abrace con cuidado, no quería lastimarlo más de lo que estaba, ¿puedo dormir aquí?, es que creo que el sillón de tu sala me molesta un poco. — dijo tímido

—Claro lo entiendo. — le sonreí levemente y acomode su lado para que se acostará le tuve que ayudar a que lo hiciera ya que el acostarse le molestaba, cerró los ojos para poder controlar un poco el dolor. —¿Estas bien?. — dije al verlo un poco pálido.

—Solo es una punzada un poco fuerte, pero ya pasara. —me dijo tocándose donde le dolía y fui por una pastilla para calmar sus molestias.

Me fui a cambiar al baño, aun pensando en lo que había hecho, como había cambiado las cosas con Damián, antes del viaje quería terminar con él y ahora iba a ir a su casa a cuidarlo, si de verdad iba a hacer esto lo iba hacer en serio, le iba a dar otra oportunidad, iba a poner de mi parte y esperaba que él también lo hiciera, pude ver que hizo un esfuerzo con Lía, me ayudo con la bruja de mi tía, creo que no podía negarle intentarlo de nuevo.

Al día siguiente Damián y yo salimos muy temprano, aun los muchachos dormían y Lía con ellos, así que no quisimos despertarlos, tome el auto de mi madre que aún está en la cochera, suspire para no llorar, aun no podía creer que no tenía a mis padres y que todo esto estuviera sucediendo.

—Tranquila amor, sé que es difícil, pero tú eres muy fuerte. —me tomó de la mano Damián y me sonrió.

—Gracias Damián, de verdad, esto es lo que necesitaba de ti. — le sonreí.

—Perdón he sido un idiota antes, pero ahora seré el apoyo que tú necesitas. — acaricio mi mejilla y yo sonreí.

En media hora llegamos a un pequeño restaurant donde mi tia con un hombre esperaban.

—Buenos días. — Salude a mi tía y Damián me abrió la silla para que me sentará y después lo hizo él, sentándose con un poco de dificultad y de dolor.

—Buenos días. —dijo serio Damián

—Bueno empecemos. —dijo seria mi tía sin siquiera devolvernos el saludo.

—La gente educada saluda señora. —dijo Damián molesto al ver la actitud de mi tia.

—Amor, por favor, no queremos tener una discusión por eso. — tome su mano para que se tranquilizara, Damián me miro y asintió tratando de calmarse.

—Bueno empecemos. — dijo el hombre al lado de mi tía y saco unos papeles — firme aquí y aquí. —me señalo unas líneas.

—¿Qué es esto?. — lo tome en mis manos y empecé a leer y Damián se acercó a mí para hacerlo también, de pronto levante mi mirada para ver a mi tía.

—Está usted bromeando ¿verdad?. —dijo Damián molesto

—Esto no era el trato tía. —dije tirando los papeles en la mesa.

—Lo tomas o lo dejas. — me dijo mi tía seria al no oír respuesta de mi parte tomo su celular y Damián y yo la miramos asombrados

—¿Qué haces?. — le dije confusa

—Hablare con el Juez Thomson para decirle que su orden no ha sido acatada. — me dijo con el celular en su oído.

—Tía. — baje su celular de su oído y ella colgó

—Dime querida. —me sonrió

—Nos estas despojando de todo, tú tienes mucho dinero ¿para qué quieres más?, dejarnos en la calle. — la mire seria

—Tu puedes mantener a tu hermana perfectamente ¿no?. — Me sonrió divertida —además tu novio es rico. —

—Damián lo es, yo no. — le dije molesta —además es el esfuerzos de mis padres. — le dije tratando de controlarme

—Señorita no tenemos todo el día. —dijo el abogado de mi tía

—No te metas imbécil. —Dijo molesto Damián —Señora veo que usted no sabe respetar tratos y si es así, yo tampoco respetare el mío, la oferta se acaba de ir de la mesa. — dijo Damián más que molesto

—Entonces no hay trato, más te vale que me lleves a tu hermana en media hora a mi casa sino quieres que llame a la policía. — dijo mi tia parándose para irse del lugar.

Maratón 2/5