Obsesión Peligrosa

CAPITULO 39

Damián me había dejado sin palabras con lo que estaba diciendo a mi tía no lo podía creer mi tía esperaba mi respuesta y yo solo podía mirarla sin responder.

Lo iba hacer cuando Damián toma una de mis manos y dice:

—Lyana, tranquila, yo arreglare todo. — me sonrió.

—Ok, entonces eso lo hablaran mis abogados, respecto al negocio está más que claro que es mío. — dijo parándose rápidamente.

—Ese negocio le pertenecía a mi suegra aun no se en que porcentajes, pero no importa eso también lo verán mis abogados señora. — le sonrió Damián y mi tía se volteó furiosa a vernos.

—No te atrevas mocosa a meter a este imbécil en los negocios de la familia. — me miro furiosa.

—solo se hará lo necesario tía, es el patrimonio de mi hermana. — le dije seria, ella inmediatamente se Dios media vuelta para irse furiosa.

—Damián como dijiste esas mentiras. — le dije seria

—Amor, no son mentiras, si tú quieres lo podemos hacer. —tomo mis manos. —vamos a casarnos llevas a Lía a México y la cuidas mientras yo cuido de ustedes. — me sonrió.

—No Damián, no. — le dije molesta —no me voy a casar, no aún tengo muchas cosas que hacer, además no dejaría mi carrera ni aunque que casará  ¿me entiendes? aun no sé si me quede en México. — le dije mirándolo a los ojos.

—Vaya entonces era mentira que te venias por tus padres, ¿no es así?. — me señalo con el dedo. índice.

—¿Qué?. — lo miré desconcertada.

—Tú dijiste que te venías por tus padres que solo por ellos volvías pero es mentira, ya tus padres están muertos, ¿a qué vienes?, quieres encontrarte de nuevo con ese tal Patrick ¿no es verdad?. — me tomo del brazo.

—¿Qué idioteces dices?. — Le dije soltándome de su agarre — mis padres están muertos, no tienes que recordármelo —me limpie mis lagrimas.

—Lyana, perdón, yo.... — bajo la mirada.

—No Damián ya te deje pasar muchas, ¿Quién te hablo de Patrick?, fue mi tía ¿no es cierto?. — le dije molesta — será mejor que te devuelvas a México. — me levante y di dos pasos cuando sentí que Damián me tomo del brazo.

—Perdóname mi amor, soy un estúpido. —sus ojos se miraban tristes

—Vete Damián, cuando llegue a México hablamos. — seguí caminando dejando atrás a Damián.

—No me voy a ir Lyana. — Me dijo serio —no te voy a dejar en este momento, si quieres luego hablamos de la boda y todo eso soy un estúpido al decírtelo así, solo quiero que no me dejes. — me abrazó.

—Damián entiende que ahora lo que menos ocupo es que tú me presiones con esto, estoy pasando por un momento muy difícil para que tú vengas a complicarlo más. — le dije separándome de él.

—Perdóname mi amor, pero en ese momento me pareció la mejor solución. — y sonrió —viste la cara de tu tía como se iba poniendo roja como un tomate. —

—Sí, la vi. —Sonreí al recordarlo— Está bien vamos, que quiero hablar con Alex respecto a las posibilidad de que mi tía se pueda quedar con Lía. — caminamos rumbo a la habitación.

—Voy arreglar lo del funeral. — Me miró.

—Eso ya lo están viendo Alex y Taylor, Damián no te apures. — le dije seria ya que aún me sentía molesta por lo que había pasado unos minutos atrás.