Después de esa cena realmente fue la primera de varias veces que salíamos, Damián se estaba volviendo importante en mi vida.
Unos meses tranquilos habían pasado, David no se resignaba a que solo fuéramos amigos así que de vez en cuando insistía en que nos diéramos una oportunidad, yo de verdad lo estimaba pero solo como amigos.
Los meses se juntaron haciéndose, tres años donde parecía que el pasado por fin había quedado atrás Taylor seguía viviendo en casa, al parecer el trabajo iba tranquilo, resolviendo algunos casos, aunque en realidad no hablamos mucho de eso, su frase Entre menos sepas de lo que hago en mi trabajo es mejor me lo había repetido infinidad de veces.
Yo regrese a mi trabajo, donde a Karla la habían obligado a renunciar por haber estado involucrada en mi caso, eso fue lamentable para su carrera, pero era una consecuencia de sus acciones.
El tiempo siguió pasando, yo ya cursaba mi cuarto año de residente, así que solo me quedaba unos meses y sería libre de poder elegir si regresaba a Lake Charles o me quedaba aquí, no quería pensar en eso aunque extrañaba mucho a mis padres, nos veíamos una vez por año o quizás dos aunque nos hablábamos seguido, sobre todo mi mamá y Lía que cada día crecía más, ya era una niña grande tenía 10 años, y seguía siendo la misma niña traviesa y juguetona de siempre, nada podía estar mejor en mi vida.
Hacia unos meses le había dicho que sí a Damián después de tanto insistir, lo que me detenía el decirle que sí, era a veces su bipolaridad, un minuto podía estar contento y al otro minuto estar molesto, aunque después se disculpaba por eso.
—Hola, Taylor. — sonreí al entrar al departamento.
—Hola Lyana, prepare la cena. — me sonrió.
—Gracias, en un momento viene Damián ¿te parece si lo esperamos?. — le sonreí y me senté en la mesa.
—Por mí no hay problema, ¿Qué tal el trabajo?. — se sentó justo enfrente mío.
—un poco estresante, siempre me pasa cuando tengo que revisar niños y hoy no fue la excepción, llego un niño que traía la clavícula fracturada por un accidente, los gritos de los papás y del niño por un momento creí que explotaría, pero logre controlarme. — le dije seria
—Si me imagino. — me sonrió —pero ya paso todo así que, llego tu novio porque no abres la puerta. — me dijo cuándo se oyó el timbre
—Claro. — le sonreí para ir a abrir y ahí estaba él con su hermosa sonrisa, desde que éramos novios sonreía más —Que guapo estas hoy. — dije dando un beso en sus labios.
—gracias mi amor, pero tú eres mucho más guapa. — Me abrazo fuertemente — mira lo que te traje. — saco un hermoso ramo de rosas rojas.
—Mi vida están hermosas gracias. — le sonreí dando un beso en sus labios y lo deje pasar.
—y para usted señorita también traje. — se acercó Damián dándole un ramo de rosas blancas.
—¡Wou!, Damián muchas gracias pero no tenías que molestarte. — sonrió Taylor y dio un beso en su mejilla.
—Bueno tú y Becky son mis cuñadas así que las debo de consentir y querer. —sonrió Damián.
—Bueno vamos a cenar que tengo mucha hambre. — sonrió Taylor dejando sus rosas en la cocina y yo las puse en un jarrón.
—Amor, están hermosas. — sonreí contemplando mis rosas.
—Es lo menos que te mereces corazón. —Damián se acercó a mí para abrazarme por la cintura y dar un beso en mi cuello que hizo que mi piel se erizaba y voltee a abrazarlo por el cuello y darle un beso en los labios.
—Bueno, bueno no coman pan delante de los pobres niños. — sonrió Taylor y Damián y yo nos separamos.
—Taylor no te hagas, que bien andas con Marcos. — Sonreí — ya han pasado tres años Taylor, que esperas para darle el sí a ese guapo doctor. — la mire y Damián me dio una mirada ¿molesta quizás?. —Amor, nadie más guapo que tú. — dije besando sus labios y me correspondió.
—Bueno, creo que él me lo proponga. — se encogió los hombros.
—Creo que ya te lo ha propuesto varias veces ¿no?. — Dijo Damián echándose un bocado — los hombres a veces nos cansamos de que las mujeres sean tan difíciles. — dijo mirando su comida y Taylor lo miro seria y yo le di una patada discretamente por debajo de la mesa para darle a entender de su comentario tan inapropiado, él me miro y después miro a Taylor — Bueno, no quiero decir que sea el caso de Caballero. — le hizo una media sonrisa ꟷ pero si debes apresurarte y a lo mejor tu proponérselo, eso le agradara. — me vio como buscando mi aprobación y yo asentí mirando a Taylor.
—No sé, mi trabajo es peligroso y no quiero que por mi culpa pueda salir herido. — nos digo bajando la mirada hacia su comida y empezando a jugar con ella, en todo este tiempo había aprendido a conocerla y sabía que hacia eso cuando estaba nerviosa, preocupada, o triste, ninguno de los tres estados de ánimo eran buenos.
—Taylor, lo mismo dijiste cuando no te querías mudar aquí, ¿lo recuerdas?. — dije tomando sus manos y ella volteo a verme — pero han pasado tres años y no ha pasado nada, nadie ha muerto ni ha estado en peligro por tu culpa, así que animo hermanita. — le sonreí y ello asintió.
—Tienen razón. — Nos miró —bueno me tengo que ir acostar, mañana tengo que trabajar temprano. — se levantó llevando los platos al lava trastes y después se retiró a su habitación dejándonos un poco de intimidad a Damián y a mí.
Nos fuimos al sillón y nos sentamos muy cerca el uno del otro y nos abrazamos —Te he extrañado tanto mi amor. — Damián acaricio mi mejilla y me miro a los ojos.
—yo también mi vida. — le sonreí y de repente me puse seria, sabía que debíamos hablar de un tema muy serio él y yo —Amor. — le dije bajando la mirada.
—Si mi vida ¿que pasa? — subió mi cara con sus manos para que lo viera.
—como sabes en medio año termino mi residencia. — su sonrisa se borró por completo.
—Si lo sé. — la seriedad en su cara se puso de inmediato.
—Me han dado una propuesta de trabajo en Houston es uno de los mejores hospitales, donde estaría a solo dos horas de mi casa. —le dije y él se levantó en seguida.
—Tú casa está aquí conmigo, Lyana. — Dijo caminando de un lado a otro —me quieres dejar, ¿eso es lo que estás diciendo?. — se acercó a mí y sus ojos parecían más negros de lo normal.
—No estoy diciendo eso. — le dije seria — solo te estoy diciendo que lo estoy considerando. — Me pare enfrente de él y lo abrace para que se tranquilizara un poco —Solo estoy considerándolo, además tu podrías venir a visitarme, y no se conseguir un trabajo en Houston. — dije acariciando su mejilla.
—Es por tu familia ¿no es así?, por ellos te quieres ir. — me dijo serio y hasta triste.
—Si es por ellos, los extraño demasiado Damián y si se me acerca esta oportunidad la quiero tomar. — me separe de él camine un poco.
—Ok, entiendo. — Dijo serio — me tengo que ir, mañana tengo que trabajar y tú también. —se dirigió a la puerta.
—Amor, no te vayas así. — tome su mano para impedir que se alejara más.
—Amor no estoy molesto, solo triste, no es fácil saber que el amor de tu vida se quiere ir lejos de ti. — me dijo bajando la mirada.
—No me quiero alejar de ti, entiéndelo, ¿no se puede tener a tu familia y a tu novio cerca acaso?. — le dije seria y el me miro.
—Tratare de arreglar eso mi vida. — Me sonrió — de verdad no estoy enojado. — dio un corto beso en mis labios y sin más se fue del departamento.
Nuevo capítulo espero que les haya gustado por favor si les ha gustado voten, espero saber su opinión en esta novela.
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Obsesión Peligrosa
Mystery / ThrillerSINOPSIS Mi vida era excelente, vivía como en un cuento de hadas, de una princesa en un castillo, aunque no éramos ricos, tenía lo que necesitaba para ser feliz, mi madre, mi padre y mi hermanita. Los sueños se cumplen y con mucho esfuerzo, logre cu...