No Me Sueltes (Jimin y T/n) Editando

Epílogo

Los rayos del sol, iluminan la habitación. Rayos, quiero seguir durmiendo.

-Te dije anoche que cierres las cortinas- me quejo, pero en respuesta solo recibo silencio -¿Jimin?- frunzo el ceño para luego, dificultosamente, abrir los ojos...Encontrándome tan solo con una habitación vacía.

Ruedo los ojos. Mas vale que Nam Joon no haya vuelto a sorprendernos con su visita. No volveré a aparecerme en la cocina con mi pijama como la  ultima vez, maldito Nam, aun bromea con eso ¿Acaso no comprende que ahora Jimin tiene esposa? Han pasado cinco años ya y cada que le da la gana, hasta pasa la noche aquí.

Me siento en la cama y me recuesto en el respaldar. Sobre la mesa de noche, se puede apreciar el pequeño marco que carga una foto de Jimin y yo el día de nuestra boda. Suspiro. Cuantos años han pasado. Una sonrisa se forma en mi rostro.

Me pongo de pie y me dirijo al baño, donde posteriormente tomo una corta ducha...

Al salir, luego de revisar mi armario, opto por un suéter corto color azul marino y un jean negro ajustado de tiro alto, con unas Convers negras. Tendré veinticinco años, pero nadie me alejara de mis Convers.

Arreglo mi cabello, haciendo una coleta con este y me coloco maquillaje natural cuando...

Jimin: ¡Sorpresa!- unos ojos achinados y una sonrisa resplandeciente, se adentran en la habitación -¿Ya estas despierta?- dice con desilusión, sosteniendo una bandeja con ¿Desayuno?

-¿Me trajiste un desayuno a la cama?-

Jimin: Pues eso quería, pero tu como siempre...Arruina sorpresas- hace un mohín, que me saca una pequeña risa de los labios. Coloca la bandeja sobre el escritorio que se encuentra junto a la puerta, que a veces uso para escribir...Aun intento terminar mi primer libro para poder publicarlo.

Jimin: Nunca puedo sorprenderte, lo mismo hiciste en tu cumpleaños del año pasado-

-¡Enserio no sabia!- me defiendo.

Jimin: Eres muy mala mentirosa- mis brazos rodean su cuello -Buenos días- me toma por las mejillas, para depositar un corto y tierno beso en mis labios.

-Buenos días- sonrío mientras el le hecha un vistazo a la cadenita que llevo en mi cuello.

Jimin: Aun no puedo creer que las conservemos después de tanto tiempo- dice con una enorme sonrisa en su rostro.

-Esto representa muchas cosas- digo refiriéndome a la cadenita -Quiero conservarla para siempre- capturo sus labios y nos quedamos así por un momento hasta que...-Mmmm huele delicioso Jimin- el aroma a hot cakes bañados en chocolate, llegan hasta mis narices.

Jimin: Lo se- golpeo su hombro.

-Eres un arrogante, solo por que a mi se me quemaron-

Jimin: ¿Acaso es mentira?-

-Fue solo una vez- me defiendo y ambos reímos.

Jimin: Yo solo espero no haber despertado a los...- el sonido de un cristal partiéndose en el suelo, nos pone en alerta.

-Los gemelos- abro los ojos como platos y ambos salimos de la habitación, bajando rápidamente por las escaleras -¿Niños?- digo sorprendida al ver la cocina hecha un desastre, con ambos bañados en harina, de pie cada uno en pequeñas sillas frente a la mesada con recipientes enchastrados en chocolate.

Jimin: Carajo ¿Que sucedió aquí?- golpeo su hombro, por la palabra que dijo frente a los niños, mientras ellos ríen por el dicho de su padre.

-¡Hyung, Jae! Expliquen que ha sucedido aquí ya mismo- exijo.