14. La Capilla

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Capítulo 14

14|La capilla

IVÁN

La profesora Helena parecía nunca querer callarse, hablaba y hablaba con su voz dura y estricta mientras yo solo podía pensar en los movimientos que hacía la mano de Camila sobre mi pierna.

—Iván—llamó la profesora, resoplé y alcé la vista medio perdido. — Lee el siguiente párrafo.

— Lee tu ¿Acaso no sabes? — sentí el apretón de Camila y a regañadientes me dijo que me callara.

— Me estas hartando Iván, si no quieres estar en mi clase no te pediré que te quedes. — me puse de pie.

—Me parece bien, sirve que puedo dormir otro rato— me dirigí a la puerta pero la profesora me detuvo.

—Irás al despacho del director y tendrás una semana de castigo.

— Eso ya lo veremos— le guiñé el ojo y me heché a la boca la goma de mascar que llevaba en el bolsillo.

Caminé por los pasillos con las manos en los bolsillo del feo pantalón de la escuela, curiosamente hoy todo me molesta, quizá sea por que el pringadito de mi habitación tiene una hermana pequeña y la niñata que tuvo una pesadilla a las 3 de la mañana fue a buscarlo llorando, nos despertó y ya no pude conciliar el sueño.

Y hablando del pequeño monstruo.

La niña rubia y empalagosa igual que su hermano se paseaba por la escuela llegando apresurada y preocupada, no se dio cuenta que estaba yo en el pasillo y chocó conmigo.

—Fijate por donde andas— espeté, la niña me miró con ojos inocentes y miedo.

—¿Verdad que los mostros no existen?—cuestionó la niña, me incliné quedando casi a la altura de la hermana del pringado y su amiguita.

—Claro que existen, y se comen a los niños que lloran en la madrugada por que tienen pesadillas...

—Por supuesto que no existen, Sofía— el director Victor interrumpió y me lanzó una mirada desaprovatoria—Venga a jugar tranquilas, que nadie les hará daño si estoy aquí— dijo Victor, ambas niñas le sonrieron y siguieron corriendo por el pasillo.
—Y a ti que te pasa? Asustando a mi sobrina, contestandole a la profesora Helena...

—Pasa que estoy harto de la gente entrometida— resoplé y seguí mi camino a mi habitación.

Me recosté sobre la cama y prendí un cigarro, uno de los libros homosexuales del pringado estaba relativamente cerca de mi.

—Que asco—susurré para mi.

Que linda chica tiene la portada.

Tomé el libro para ver mejor la portada con la chica pelirroja que parece una princesa.

[***]

—Iván, estas llorando? — sin previo aviso mi novia y amigos entraron en la habitación, aventé el libro y me sequé la pequeña lagrima homosexual que había salido de mi ojo.

—No, idiota, estoy resfriado—dije malhumorado sintiéndome imbecil por haber llorado con ese libro.

— Como? Te sientes mal? Llamo a la enfermera? — Camila pasó sus manos por mi cuello y rostro. La alejé.

—Ya me siento mejor.

— Que bien, por que quedamos de vernos con Gerardo a las 7 en la capilla— dijo Ainhara, Cisco Y Dimitri a sintieron de acuerdo.

— Siguen con eso? —me tomé el puente de la nariz.

Por la puerta entró Diego y al vernos se sacó de onda. Más aún cuando vió su libro tirado al otro lado de la habitación.

— ¡¿Que demonios?! ¿Quién aventó mi libro? Las páginas se arruinaron... —dijo levantandolo. Todos me miraron pero no dijeron nada.

—Te hice un favor, maricon.

—Iván! —exclamó Camila intentando callarme.

— ¿Como me has dicho? — Diego apretó los puños y se acercó a mi.

— Aparte de maricón, sordo— respondí con una ceja lazada y media sonrisa.

—Me estas empezando a hartar...— habló Diego con voz gélida.

—Basta, Iván, vendrás o no a la capilla? — Camila se metió entre ambos, los hombros de Diego se relajaron y el retrocedió un paso.

— Vayanse... Pero a la chingada, fuera de mi habitación! — me solté del agarre de Camila y la empujé lejos, mirando a todos con odio. —Largo— finalicé.

Me dolió hacer tal cosa, sentí como mi pecho se estrujaba al ver como mis amigos, bastante confundidos se iban de la habitación.

—Si así tratas a tu novia, no quiero imaginar como tratas a los demás—susurró Diego antes de salir.

Resoplé, pataleé y golpeé el suelo muy enojado.

Enojado conmigo.

Siempre lo hechaba a perder todo, siempre tenía que portarme como idiota, solo para quedarme solo en mi habitación y llorar, llorar por que mi vida es injusta, muy, muy injusta.

Juro que las lágrimas quemaban mis mejillas, me sentía solo, como siempre. No pude evitar mirar por la ventana.

La capilla parecía estar en orden, miré al bosque y entonces vi algo que no me esperaba...


N/a:

Hola! Como están? Espero que se encuentren bien! ❤️

Solo para agradecerles que ya llegamos a la 1.01k de visitas! Todo gracias a ustedes. En fin, se que le capítulo es corto pero estaré actualizando más seguido.

Vota y comenta! ❤️

¿Que habrá visto Iván?

¿Camila y Diego o Iván y Camila? 😏

Gracias por leer.

Las amito!❤️

Serendipia I [El Secreto De Julia] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora