Serendipia I [El Secreto De Julia]

21. La Fiesta De San Marcos (parte2)

Capítulo 21

21|La Fiesta de San Marcos(parte 2)

DIEGO

Ya comenzaba la fiesta, un montón de alumnos se encontraban conmigo en el salón para ver el Vals que dan los de segundo año, o en este caso, mi curso.

Estaba esperando a Miranda, mi pareja en el baile. La morena llegó despampanante y al verme sonrió de oreja a oreja. Pero mi atención estaba puesta en otra chica, Camila y Antonio serían los que abrirían el baile. Ella se veía lo que sigue de hermosa en el vestido blanco con detalles plateados, parecía una auténtica princesa.

Miranda me miraba impaciente por atención y cuando finalmente la saludé con un gesto, ella rodó los ojos y se cruzó de brazos.

—Te ves linda—le dije al oído, de lo contrario no me escucharía con tanto ruido.

Ella agradeció el cumplido y se siguió acomodando el cabello, cuando volví a mirar a Camila, me di cuenta que el baile ya había comenzado y solo faltaba una pareja para seguir nosotros.

El baile fue bastante incómodo, Miranda me miraba y sonreía, luego se pegaba más a mi, haciéndome casi imposible efectuar los pasos que nos habían enseñado. Cuando por fin terminó, siguió el discurso de los de primero. Yo salí huyendo de Miranda, quien no soltaba mi mano desde que terminó el baile.

El taller de teatro de primaria haría una dramatización de la vida de San Marcos y Sofía mi hermanita, sería una de las mujeres que estarían en la caracterización de la última cena.

Por fin la encontré, luciendo un lindo vestido verde dándole un aire antigüo y peinada casi como en la pintura de Da Vinci.

—Mira, Diego, me han peinado muy chula— dijo emocionada, girando para que pudiera verla.

—Eres la niña más hermosa de todas— sonreí y le pellizque un cachete. —¿Te aprendiste tus líneas?

—Solo digo "¿Quieres pan, Marcos?" — contestó desanimada, Valeria su amiga también se unió.

—Y yo solo digo "¿Les sirvo vino?" — ambas se vieron con una mueca.

—Venga lo harán bien— esta vez fue mi tío, Victor quien se unió.

—Tío, justo quería hablar contigo—hablé a mi tío quien seguía deseándoles éxito a mi hermana y su amiga.

—Dime.

—Verás... Digamos que encontré unos mapas en la biblioteca y se habla de una mina y eso...

—Oh, encontraste el libro de la historia del colegio San Marcos?

Asentí, sabiendo que es mentira.

—Y bueno... Pensé que podría haber un hombre interesado en la historia.

—Creo que es bastante interesante la historia...

—Si, pero, me refiero a... Quizá estaba un poco obsesionado.

—¿Quién ? —preguntó con calma.

—El profesor Gerardo— solté, el semblante de mi tío cambió por completo.

—¿conoces al profesor? ¿Lo has visto? ¿Se acercó al colegio..?

Ahora estaba totalmente alterado y miraba preocupado en todas direcciones.

—Lo conocí en el verano— dije para calmarlo—No lo he vuelto a ver.

—Ah— se avergonzó, supongo de su reacción