Serendipia I [El Secreto De Julia]

42. Revelaciones Del Más Allá

Capítulo 42.

42|Revelaciones Del Más Allá.

IVÁN

Habían pasado un par de días desde que hablamos con la policía para reportar la desaparición de Nora y señalar a Pedro como sospechoso. Cisco se había encargado de hablar para expresar correctamente lo que teníamos que decirles... El problema es que en los noticieros locales no se decía nada, nadie pegó carteles, nadie hacía nada al respecto.

Diego intentó hablar con su tío quien dijo haber recibido un correo de los tutores legales de Nora informando su mudanza al país vecino. Pagaron su baja y recogieron los papeles de Nora. Pero igual dice Diego que su tío se veía bastante distraído por todo lo que esta pasando en el colegio.

Cada vez hay más niños que se van del colegio por el miedo de sus padres a que tengan el mismo final que Dimitri o Karla que en paz descansen.

Cisco seguía insistiendo en escuchar a Julia y esa misma noche quedamos de vernos en la habitación de ella para decirnos lo que no tiene que decir, supuestamente.

Las cosas con Camila sólo empeoraban, más cuando la vi tomada de la mano con Bruno, un idiota que va un año arriba. Sé que ya pasó un tiempo desde que puse fin a la relación, pero igual aún duele y mas sabiendo que me fue infiel.

Julia estaba más extraña que nunca y no había duda de que realmente estaba loca. Se quedaba mirando a un punto fijo sin prestar atención en las clases, de repente se ponía pálida y comenzaba a temblar, hablaba sola y tenía días que no la veía pasarse por la cafetería, se estaba matando de hambre.

Esa día en historia algo andaba muy mal con ella.

—No me deja en paz —susurró a Cisco, quien se sienta a mi lado y me fue posible escuchar. Su susurro fue tan débil y agonizante que nos giramos a verla, estaba más que pálida, la mirada perdida pero noté algo realmente extraño, en sus pupilas se reflejaba... Imposible.

Era el reflejo de Dimitri, como si estuviera frente a ella. Me quedé pasmado mirando sus ojos y como éstos se cerraban lentamente y caía al piso.

Helena dejó de hablar y todas las miradas se centraron en Julia, quien se había desmayado a media clase. Cisco se levantó de inmediato y fue a auxiliarla mientras Helena salía gritando por la enfermera.

—Llevenla a enfermería —ordenó Ainhara.

Cisco la tomó y elevó fácilmente, pues de verdad Julia estaba cada vez más delgada.

—Mierda —susurró Cisco— Está lo que le sigue de helada.

Acerqué mi mano a su brazo y estaba muy helada, pronto sus labios se tornaron de un color púrpura. Todos estaban consternados.

—A la enfermería, ya —insistió Ainhara. Cisco salió del aula con nosotros detrás.

—No podemos llevarla a enfermería —dijo Cisco plantandose en mitad del pasillo.

—¿De qué hablas? Llévala ya.

—Volverán a tomarla por loca cuando cuente lo que le está pasando... —admitió. Julia comenzó a despertar y jadeando comenzó a temblar.

—¿Entonces que? —pregunté yo entrando en desesperación, por alguna razón me afectaba ver a Julia en ese estado. Pero me afectaba peor que a los demás. Me estaba exasperado y estresando la situación, realmente.

—Llevenla a la habitación —intervino Camila apareciendo de la nada. Al parecer las chicas habían logrado establecer una especie de lazo amistoso, esquivamos las miradas y subimos por las recónditas escaleras de incendios a un costado de los dormitorios, le quité a Cisco a la chica en hipotermia, ya que yo estaba en mejor forma y podía llevarla más rápido. Subimos corriendo mientras Julia despertaba y volvía a desvanecerse, cuando por fin estuvimos en la habitación, Camila ya había preparado las mantas. Pero nada la hacía entrar en calor.

Diego intervino y le tomó el pulso ya que sabía de primeros auxilios y esas cosas.

—Tiene el pulso débil, muy débil... Se está muriendo... —declaró, todos pusimos cara de preocupación por obvios motivos y sentí la adrenalina cada vez más intensa en mi torrente sanguíneo.

—No está muriendo... Dimitri le está absorbiendo la energía, mientras más tiempo esté aquí tratando de convencernos en que lo escuchemos, más mal estará Julia... —explicó Cisco dando un montón de vueltas en la habitación.

—Cisco... En verdad crees que...—empezó a decir Camila pero fue silenciada por la puerta azotandose. Comencé a sentir frío, las luces de la habitación parpadearon y las cortinas cayeron dejando oscuro totalmente la habitación.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo y mi instinto me obligaba a voltear hacia la esquina de la habitación donde se encontraba el closet, me encontraba sentado en el colchón y sin darme cuenta había buscado la delgada y fría mano de Julia y la estaba estrechando.

En aquella esquina, una bola de luz blanca fue tomando una forma extraña hasta que vi y me quedé sin aliento. Era Dimitri, tal como lo vi la última vez, vestido igual. El dolor penetraba en su mirada sombría.

Camila jadeó y Ainhara dejó salir un pequeño grito asustado, Cisco estaba petrificado mirándolo con los ojos vidriosos y Diego había caído de trasero sin creerse lo que estaba viendo.

Dimitri no dijo nada, nos miró con descepción y se giró al espejo.

—No les crean, gigantes monstruosos son capaces de todo, incluso de fingir un suicidio. Encuentren al homicida antes que el a ustedes y no sé separen, crean en lo que ustedes no ven y yo estaré con ustedes —una voz parecida a la de Dimitri pero mucho más ronca y acuosa me habló al oído con una clase de eco, mi piel se erizó a cada palabra y me quedé plasmado apretando más la mano de Julia.

—¿Q- quién? —balbuceó Cisco mirando fijamente hacia dónde estaba la silueta de Dimitri.

Dimitri se giró a mirarme con dolor, nos sonrió con melancolía antes de desvanecerse en el aire. Justo cuando Julia hizo una fuerte inhalación.

En el espejo dejó una marca que al verla me quedé helado.

—¿Que significa eso? —pregunté consternado.

—El asesino —contestó Cisco perplejo mirando al espejo donde habían escrito claramente un nombre.

—N-no es verdad —mi voz tembló.

—¿Y si lo es? —cuestionó Ainhara plasmada como todos, apenas reaccionando a lo que acabábamos de ver.

—Imposible —musité.

—No tanto —admitió Camila.

En el espejo estaba escrito claramente «Nora Baez».

Esto es una broma ¿Verdad que es una broma?

Ella no mataría ni a una mosca...

O ¿si?

N/a:
Bueno hasta aquí el capítulo, espero les haya gustado, no se olviden de votar y comentar.

🅱️🆘