Serendipia I [El Secreto De Julia]

34. Más Problemas

Capítulo 34

34|Más problemas.

IVÁN

—Y bien... ¿Que hacemos? —preguntó Cisco, rompiendo el incómodo silencio.

Nos encontrábamos apretados alrededor del escritorio, admirando el ordenador de Nora.

—¿Por qué no lo prenden y ya? —preguntó Julia, me molestaba su presencia, altanera, peligrosa y cortante. Era fría, la mujer de hielo. No lo sé.

Pero había algo raro en ella. Estaba loca, zafada. Nadie sabe que enfermedad tiene ni porque la aceptaron en un colegio normal, si está claro que le falta un tornillo.

La despreciaba y tenía que ver con un recuerdo, entre otras cosas, claro.

*Flashback*

—¿Jugamos a la familia? —propuso Cisco. Estábamos en la casa de juguete de Fer, Julia, quien estaba a mi lado asintió y yo hice lo mismo que ella.

—Pido ser el hijo —dijo Carlo, antes que todos.

—Pido ser el papá —dije yo, mirándo a Julia con los ojos brillantes— ¿Quieres ser la mamá? —le pregunté, armado me de valor, sumiendo la panza y haciendo fuerza con mis brazos, intentando parecer musculoso y "ocultando" mi gordura.

—No, yo soy la villana que los quiere matar. Que Fer sea la mamá —finalizó.

Me enojé ¿Quién se cree para decirme que no?

—Entonces no juegas —repliqué molesto.

—Pues no juego —espetó levantándose, tomó su muñeca pelona con blusa de batman y se dispuso a salir de la casita.

No se puede ir así, ella me tiene que obedecer.

Estiré mi mano alcanzando su cabello y tiré de él, ella comenzó a llorar.

—Gordo estúpido.

¡Julia dijo una mala palabra! Me la dijo a mi, la primera vez que alguien me dice algo grosero.

Le metí el pie, haciendo que tropezara.
Toma, niña.

—Ni siquiera quería que fueras mi esposa —mencioné victorioso. Sin esperarlo, Julia me dio un patada en la espinilla y me jaló la oreja.

—Di que lo sientes —ordenó.

—¡Mamá! —grité con mi oreja doliendo.

—Dilo —tiró más de mi oreja. Empecé a llorar, y finalmente lo dije.

—Lo siento —dije llorando.

—Nunca me vuelvas a lastimar, porque te lastimo más fuerte —amenazó. Salió de la casita y yo me quedé sobándome mi oreja adolorida.

*Fin del flashback*

Una de las situaciones más vergonzosas que he pasado, pues mis amigos vieron como una niña me daba una paliza y tambien lo hacía mi padre.