Capítulo 14: Miosotis

2.5K 527 184
                                    


Miosotis es la flor conocida comúnmente como NoMeOlvides. Es una flor pequeña en forma de pentagrama, tiene cinco pétalos azules que crecen en torno a un centro de color amarillo con un punto negro dentro de él.

.

.

Hay costumbres, tradiciones, que se pierden conforme pasa el tiempo; algunas se olvidan, otras se transforman en algo completamente diferente. Pocas son aquellas que sobreviven al paso del tiempo.

En las islas existen muchas tradiciones. Una de ellas es que al cumplir doce años los jóvenes alfa son enviados a entrenarse durante cuatro años en cuestiones náuticas. La intención es enseñarles a navegar, a reconocer las corrientes, la forma de enfrentar una serpiente marina y sobrevivir en las tormentas. Ya que la pesca es la principal actividad comercial de Kohei, cada alfa, incluso aquellos que deciden no convertirse en navegantes, deben contar con el entrenamiento básico en el mar.

Una de las tradiciones que ha caído en desuso es la entrega de la flor de Miosotis. Hace ya muchos años, cuando los jóvenes alfa se preparaban para marcharse a su entrenamiento en el mar, algunos solían entregar una flor de miosotis con la intención de establecer un compromiso de cortejo. La flor era una pregunta en sí.

"¿Me esperarás?"

La tradición dictaba que el alfa subiera a las montañas en busca de la flor, la cual crecía en terreno alto, en el hogar de las serpientes emplumadas. La tarea en sí involucraba un viaje de varios días, era a su vez una demostración de la clase de compromiso que los pretendientes estaban dispuestos a ofrecer, y de los peligros que estaban dispuestos a enfrentar. El riesgo era alto y muchos volvían con heridas abiertas, así que los adultos de la aldea intentaron cambiar la tradición. Costó tiempo y esfuerzo, pero finalmente se convirtió en costumbre ofrecer una caracola, muchísimo más fácil de encontrar y de mayor duración.

[...]

En la primavera que Katsuki va a cumplir doce años, la tradición de la flor de miosotis es un recuerdo lejano, desconocido para la mayoría, recordado por unos cuantos.

Cada día Katsuki se levanta temprano y recorre la playa buscando una caracola perfecta. Ninguna de las que encuentra cumple con sus estándares, así que el muchacho vuelve de mal humor para desayunar.

Dentro lo espera Izuku, sentado en la mesa del comedor, charlando animadamente con su madre.

—¿Has vuelto?,—pregunta Mitsuki con una sonrisa burlona que lo hace enfadar.

—Si me hablas es por que estoy aquí—gruñe entre dientes mientras se deja caer en la silla al otro lado de Izuku.

—¿Lo encontraste?,—pregunta Mitsuki con ese tono de voz que indica que sabe lo que estuvo haciendo.

Katsuki la mira y gruñe.

—Cállate.

—Has estado entrenado desde muy temprano, Kacchan.

—No es tu asunto, Deku—replica mientras su padre le sirve de comer.

Come con la cabeza pegada al plato mientras su madre hace reír a Izuku, lo escucha parlotear sobre los nuevos remedios que ha conseguido y de lo emocionado que está por acompañar a su padre a la capital en busca de ingredientes. Katsuki mantiene la boca cerrada y se entretiene con su comida hasta que todos han terminado e Izuku se despide.

—Vendré cuando termines tu entrenamiento, Kacchan.

—Hum.

Izuku sonríe nervioso y se marcha. En cuanto sus pisadas dejan de oírse su madre se gira hacia él mirándolo con las cejas enarcadas.

Bouquet de Flores [BKDK & KRKM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora