Sinopsis: Si algo puede decirse del miedo, es su capacidad para hundir al ser humano en una espiral sin fin.
[...]
El miedo canta con tal fuerza que lo siente pulsar en la punta de sus dedos. Un miedo primitivo y feroz. Un miedo aplastante. El miedo forma parte de él, una capa protectora, un instinto de supervivencia tan arraigado que le ha permitido sobrevivir hasta ese momento.
El instinto le grita correr y esconderse, pero sus piernas no le responden.
El alfa es inmenso, tan grande como una montaña y con un aroma tan imponente que paraliza. Sigue viéndolo frente a él, de un tamaño colosal, alzándose hasta alcanzar el cielo. Y sus manos gigantescas se cierran sobre su garganta impidiéndole respirar.
La voracidad en sus ojos y su expresión de animal inmisericorde avivan su miedo como hojarasca al alcance del fuego. El alfa abre la boca y lo devora, su boca es un abismo insondable por el que cae sin dejar de gritar.
¿Cómo es que llegó ahí?
¿Está muerto?
El dolor recorre su cuerpo mientras él flota en un mar oscuro.
En la inconsciencia, la mente de Izuku entra en pánico.
[...]
Está girándose para seguir bajando por las escaleras cuando las sombras que hay en la escalera se mueven y antes de que pueda reaccionar tiene a la sombra sobre él, sujetando su cuello. La sombra es sólida y aterradora, presiona contra su cuello, ahogándolo.
—Ahora te pondré a dormir —dice la sombra sin que su voz titubee.
Y el miedo de Izuku estalla hasta dejar sus piernas débiles. La presión crece, el aire se acaba y el mundo es una negrura vasta.
[...]
El alfa es aterrador e imponente, con un aroma denso y asfixiante. Lo tiene frente a él, elevándose hacia el cielo mientras esboza una sonrisa maníaca. Izuku corre, se aleja por los pasillos laberinticos, pero en lugar de perseguirlo el alfa se alza sobre las paredes de su prisión sin dejar de reírse.
—¡Mi día de suerte—dice—otro omega para jugar!
Una mano monstruosa lo sujeta como si fuera un caramelo en la mano de un niño, Izuku trata de aferrarse a los dedos gigantescos, pero termina cayendo hacia la boca que se abre bajo él. Su grito es ahogado por la estruendosa risa que resuena en la oscuridad.
En la inconsciencia, Izuku recuerda.
[...]
—La respuesta a por qué estoy aquí y por qué vine hasta aquí están íntimamente relacionadas, aunque son independientes entre sí.
Se sienta frente Yagi con la espalda recta y las piernas cruzadas, el hombre lo mira con la misma expresión calmada de siempre. Parece compuesto y completo pese a su aspecto frágil.
—Bueno —pregunta Izuku— ¿por qué viniste aquí?
—Todo empezó cuando los cazadores volvieron con la noticia de que habían encontrado un nido sukabenja vacío.
—¿Qué es un sukabenja?
—Es el nombre que le damos a las bestias del desierto que tienen seis patas, cazan en manadas y suelen crear colonias inmensas. Nuestra gente suele cuidarse de ellos cuando descienden al desierto.
—Si son tan peligrosas, ¿por qué bajan?
—Usualmente preferimos cazar en la Pradera donde los peligros son menores, pero en el invierno la vida en las montañas suele ser difícil y para mantener el calor en nuestros hogares solemos usar a los wamu.
ESTÁS LEYENDO
Bouquet de Flores [BKDK & KRKM]
FanfictionLas flores brotan de la noche a la mañana como si fueran lunares aunque se asemejan más a tatuajes tenues. Cada flor, así como su color, nos habla de la personalidad de cada uno. Su ubicación identifica el tipo de persona: Pecho, espalda alta y homb...