INTERLUDIO: Alianza

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Tenya despide a su maestro hasta que su silueta es un punto negro en el inmenso océano. Solo entonces toma aire, se gira para contemplar las montañas y emprende su marcha.

A diferencia de las costas de Yuuei, los Picos son una región extremadamente accidentada, cuando la marea sube la pequeña playa de la región queda cubierta en su totalidad y solo quedan crestas de roca capaces de hundir barcos. No existen caminos definidos solo senderos montañosos difíciles de encontrar. El clima de la costa es fresco, el sol en lo alto quema, y el viento que sopla posee el inconfundible sabor marino.

Tenya es el más alto de todos sus compañeros y el más fornido de ellos, pese a eso, también es el más rápido. Suele vencer en las carreras que Aizawa-sensei organiza.

"Tienes que ser rápido, Tenya. Tienes que encontrar a Toshinori Yagi, debes explicarle la situación y pedirle que interceda por ti ante el Jefe Togata"

"Lo haré, sensei"

Con la promesa fresca en mente, Tenya se mueve lo más rápido que puede; alterna carrera, trote corto y caminata, con la intención de cubrir la mayor distancia posible antes de verse obligado a descansar. Sus paradas son breves, come y bebe mientras masajea sus pantorrillas. Se detiene cuando el mundo es de un color oscuro impenetrable, duerme sentado arrullado por el lejano sonido de las olas, oculto tras rocas que lo protegen del viento frío que proviene del mar, y cada mañana retoma su marcha apenas el cielo clarea.

Su bolsa de provisiones golpea su espalda en un movimiento rítmico, las rocas sueltas ruedan por las pendientes empinadas, el mar ruge en la distancia, y en el cielo graznan las gaviotas que anuncian su paso. Esos son los sonidos que lo acompañan durante su ascenso.

Conforme sube el frío se vuelve implacable. A la tercera noche el clima lo obliga a desempaquetar el abrigo que guarda en su bolsa junto con los pantalones extra. Intenta dormir con su doble capa de ropa y su manta encima, cuando resulta imposible se ve obligado a encender fuego.

Por desgracia no hay madera cerca, aunque encuentra varios arbustos de hojas verdes. Su intento por conseguir una pequeña flama resulta en una emanación asfixiante de humo blanco que se eleva hacia el cielo sin dirección.

Al final Tenya se rinde, deja las hojas a un lado y acomoda en un pequeño espacio resguardado por rocas a los costados. Se acomoda en él, se cubre con la manta y abraza su bolsa de provisiones con la intención de mantener el calor corporal.

Se duerme apenas deja de temblar y se encuentra tan exhausto que ni siquiera se levanta al amanecer. En cuanto despierta se ve obligado a entrecerrar los ojos ante la deslumbrante luz de la mañana. Bosteza, se frota los parpados y salta en cuanto oye la voz.

—¡Quieto!

Apuntándole con una afilada lanza se encuentra una muchacha delgaducha de pelo purpura y afilados ojos del mismo color. Tiene una bonita flor purpura sobre su mejilla derecha con hojas de un intenso verde extendiéndose hacia su oreja. Su cuerpo entero está cubierto de pieles grises pese a que el sol se encuentra en lo alto.

—Mira esto, Kyouka, ¡no sabe encender fuego!

Tenya se gira hacia la segunda voz y encuentra a un muchacho, de su edad, aparentemente, pateando su fogata fallida; aunque viste con el mismo atuendo y carga la misma lanza, su postura parece indicar que no lo considera una amenaza.

—Vimos el humo y vinimos a ver—le explica el muchacho girándose hacia él—Usualmente no tenemos visitas que lleguen por esta ruta, ¿quién eres y qué haces aquí?

Cuando Tenya intenta abrir su bolsa, la muchacha se la arrebata usando su lanza. El movimiento es vertiginoso, un momento después la lanza vuelve a estar apuntando hacia su cara.

Bouquet de Flores [BKDK & KRKM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora