Capítulo 30: La Naturaleza del Miedo

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Notas: Tenemos más fanart (っ◔◡◔)っ ❤

La genial Boucle se dio a la tarea de representar el título de los capítulos como si fueran notas en el libro de Izuku. Pondré los link en mi blog y en un mensaje en mi bandeja aquí. Si tienen Twitter no olviden darle un like.

Saludos a mis queridos lectores, adelante.

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Sinopsis: El miedo debería impulsarnos a luchar y no ser la excusa para huir.

[...]

—No vas a faltar, necesito que me dejes ocupar tu lugar.

La petición es absurda, Hitoshi sacude la mano como si el gesto pudiera apartar la idea, y en su lugar inquiere:

—Sigues sin responder a mi pregunta, ¿cómo conoces a mi maestro? Quiero saber quién eres y cómo es que has llegado hasta aquí.

Las cejas de Izuku se fruncen, su boca forma una delgada línea, pero Hitoshi no cede. Al final el muchacho suspira y se lo explica.

Todoroki-ouji y Aizawa, aquí.

Es oírlo y sentir que las puertas en su mente se abren.

En todo el tiempo que lleva encerrado Hitoshi ha procurado no pensar en el pasado, el recuerdo de su madre, de sus amigos, de su vida en el palacio se asemeja más a un sueño difuso que a una realidad posible. No quiere recordar el día en que lo esclavizaron, ni como su intento de escape lo llevo hasta su unión con Neito.

Todos esos son recuerdos que procura esconder en lo profundo de él, donde la vergüenza, la culpa y la ira vibran en tonos intensos y devastadores. Prefiere concentrarse en cuidar de Neito, en intentar aliviar el dolor que late en él y en cubrir las fisuras de su corazón.

Pero al escuchar el nombre de Shota Aizawa los recuerdos vuelve a él como una marejada que lo golpea en plena cara. Recuerda a su maestro, su tío, alto y rígido, impartiendo sus clases, controlando a un grupo bullicioso de niños que aspiran a convertirse en la guardia del ouji. Recuerda su rostro vulnerable cuando se sentó en el comedor junto a su madre para informarle de la desaparición de su padre. Recuerda su apoyo, silencioso y callado, mientras ambos trataban de mantener la tristeza de su madre a raya.

Tras la desaparición de su padre, su madre se sumió en un duelo tan intenso que durante noches enteras él se quedó junto a su cama temiendo perderla, pensar en lo que pasó con ella cuando él desapareció lo hace temer lo peor.

Esos recuerdos vuelven a él con fuerza mientras escucha el relato del omega que ha llegado para salvar a Neito.

Es un relato largo, increíble y asombroso.

Aunque Izuku se esmera en ser un narrador imparcial no puede evitar que su aroma fluctué cada vez que evoca un recuerdo: El naufragio, su vida en las montañas, su viaje en barco, y cada paso que lo llevo en un viaje que ha terminado de vuelta en las celdas.

Es un relato tan impresionante que Hitoshi no lo creería si no fuera porque el aroma a menta no oculta mentiras ni secretos. Su asombro crece con cada detalle, cada palabra, hasta que finalmente Izuku repite su petición.

—Tienes que dejarme ocupar tu lugar.

La única respuesta que Hitoshi puede dar es:

—No

—¿Qué?

—He dicho que no.

—Pero-

—¿No lo entiendes? No tienes mi tamaño, no te pareces a mí, no tienes la marca de un alfa, ¿cómo crees que vas a engañar a los guardias?

Bouquet de Flores [BKDK & KRKM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora