Anastasia POV
Terminaron las clases, el próximo viernes seria la entrega de los diplomas y luego vendría la fiesta de graduación, dos meses después con kathy nos iríamos a Alaska para instalarnos con tiempo para empezar la universidad, además era el momento en que me tenía que presentar en mi trabajo para empezar.
“¿Qué haces?” – el mensaje de Cristian venia sin el cariño que era señal de que algo le había pasado, seguramente peleo con Elliot.
“Leyendo, aprovechando el sol ¿Te paso algo cielo?” – el sol había calentado de manera deliciosa mi piel. Extrañaría el sol en Alaska, el frio no era lo que mas me gustaba, en cambio Cristian adoraba las épocas frías. Cerré los ojos para disfrutar el sol mientras esperaba la respuesta de Cristian.
“Elliot, ya sabes ¿Qué lees cariño? ¿Cumbres borrascosas?” – sé que eso era una burla, me ha visto empezar ese libro cinco veces seguro.
“No, estaba vez es Romeo y Julieta. Y no quiero ni un comentario sobre eso, ya se lo que estas pensado y ni te atrevas a decir nada. LOL” – porque también me ha visto empezarlo como tres veces.
“Odio que me conozcas tanto, lol” – adoro conocerlo tanto, parece que estuviéramos mas que conectados, nunca deja de asombrarme como nuestra amistad se hizo tan fuerte.
“Mentira te gusta, lol ¿Vas a venir o estas esperando una invitación formal?” – sé que si me escribe y esta aburrido es porque quiere que nos veamos.
“Estoy esperando una respuesta a mi proposición. No nos vemos hasta que respondas ;)” – no iba a ir al baile de graduación y según Cristian no le interesaba nadie en particular así que propuso ir juntos.
“Sabes que diré que si cielo, todo por hacerte feliz” – sonó el timbre de la casa, pero no me movió. Unos minutos después volvió a sonar pero estaba esperando la respuesta de Cristian.
“¿No vas a abrirme la puerta? ¿Ya no me quieres cariño? Lol” – salte cual resorte y me apure a ir a la puerta para abrirle.
-Eres muy tramposo Grey – lo rete y me guiño un ojo. Esos ojos verdes tan hermosos me hipnotizaban.
-Vamos steel te gusta que te sorprenda – dijo y tendió los brazos -. Ahora cariño… salúdame como corresponde – me lance sobre él y nos abrazamos.
-Hola cielo – salude con un beso fuerte en su mejilla.
-Eres una plumita pequeña y liviana – estaba, una vez más subida a su cintura y comenzó a caminar hacia el patio trasero. Me hizo bajar cuando llegamos a la colcha donde estaba acostada y luego nos recostamos los dos -. Así que… Romeo y Julieta de nuevo… tengo que regalarte mas libros – dijo sonriéndome con algo de burla.
-Me gustan los clásico – quedamos en silencio.
-¿Quieres disfrutar mejor del sol? – pregunto rompiendo el silencio y asentí -. Ven te voy a llevar a un lugar que te va a gustar y mucho – aseguro. Guarde las cosas, cerré bien toda la casa y nos fuimos.
Fue bordeando el bosque por un sendero que cada vez se hacia mas estrecho y se adentraba mas en lo profundo hasta que finalmente debió parar porque ya no había sendero. Durante el camino fuimos hablando de música, libros, sus composiciones y sus dibujos.
-Seguimos a pie – dijo y me cayó con la mirada cuando iba a protestar. Obviamente fue sosteniéndome todo el tiempo, caminamos durante una hora aproximadamente y esto me estaba hartando por lo que comencé a resoplar molestar.
-Cristian si no llegamos en 5 minutos me vuelvo – dije irritada y a él lo divirtió -. No te rías, no me gusta salir a de caminata por el medio de la nada – seguí protestando.