Anastasia POV
****AVISO: este capítulo contiene Lemmon, leer bajo su responsabilidad****
-¿Estas lista? – Cristian se asomó en el baño y asentí.-Lista – tomo mi mano y me arrastro para la salida del departamento no sin antes tomar mi bolso - ¿Estas apurado? – pregunte burlándome.
-Vas a llegar tarde a la entrevista – reprocho.
-No hubiera pasado si te hubieras dormido enseguida – seguí bromeando.
-Tú no te negaste – me miro alzando una ceja y reí.
Estábamos por salir del departamento cuando sonó el teléfono, Cristian se apresuró a entrar aun sosteniendo mi mano.
-Casa Grey – sonreí -…. ¿Hola?.... ¡Hola! – ahora parecia molesto y colgó abruptamente.
-Nadie – asegure y asintió con el ceño fruncido.
-Mientras te duchabas llamaron dos veces y no contestaron – recordé que anoche también pasó.
-Anoche también – me miro serio.
-Quizás deberíamos cambiar el numero – dijo mientras bajábamos la escaleras.
-No se puede, tengo muchos curriculum con el teléfono de la casa – asintió.
Manejó como loco a través de las calles de Chicago, odiaba cuando manejaba tan rápido, pero su meta era que llegara a tiempo a mi entrevista y naturalmente después de tremenda carrera llegue quince minutos antes.
-Suerte – tomo mi nuca con fuerza y estampo sus labios en los míos con brusquedad.
-Estás demasiado ansioso – dije cuando me alejo.
-Ve a conseguir trabajo de una vez por todas, es hora de que empieces a cumplir tu sueño – le sonreí y le di otro pequeño beso.
-Cruza los dedos – dije mientras salía del auto.
Natalie Hopkins resulto ser una mujer muy joven, solo tenía 27 años, pelirroja, muy flaca y esbelta, con aires de grandeza. Durante la entrevista que duro casi una hora y media atendió cuatro llamadas telefónicas y me pareció una falta total de respeto, si era tan importante porque no tenía una asistente que las atendiera mientras estaba ocupada. Creo que soy demasiado quisquillosa.
No había desayunado por lo que aproveche el Starbucks que estaba frente a donde tuve la entrevista y cruce a tomar algo. Pensé que podía llamar a kathy para distraerme un rato pero ya eran más de las diez y media de la mañana y seguramente estaría en el trabajo, ella ya se había instalado en New York junto con Eliot .
-¿Ana?... ¿Ana Steell? – levante la vista y sonreí.
-¡James! – exclame sonriendo. Me puse de pie y se acercó para darnos un abrazo.
-Tanto tiempo ¿Qué haces en Chicago? – pregunto mientras se sentaba en mi mesa frente a mí.
-Nos mudamos con Cristian hace unos meses – me mira cómo sino pudiera creer tenerme en frente.
-Así que sigues con Cristian – asentí sonriendo.
Levante mi mano y mostrando el anillo – Nos casamos – confirme.
-¡Woaw! Casados – asentí -. Bueno yo estoy casado con Bree tenemos un hijo, Hayden, de un año – lo mire sorprendida.
-¿¡Ya tienen un niño!? – exclame.
-Sí, fue todo muy rápido, nos casamos y cuando volvimos de la luna de miel ya estaba embarazada – parecia muy feliz -. Nunca te imagine en Chicago – yo tampoco, hubiera preferido un lugar más cálido pero no estaba mal acá, tenía con quien mantenerme calentita.