Cristian POV
****AVISO: este capítulo contiene Lemmon, leer bajo su responsabilidad****
-¡Ni siquiera te atrevas! – no levante mucho la voz, no iba a hacer un escandalo -. Lo hiciste a propósito, ponernos en la misma mesa para que pudieran largar su veneno y lastimarla – rodo los ojos molesta.
-Si algo le molesta es por su culpa – tome el puente de mi nariz, estaba a punto de estallar.
-¡Ana no tiene la culpa de nada! – exclame mas fuerte, un par de personas se dieron vuelta y Grace se dio cuenta, por lo que me hizo seña para que entrara al living.
-¡Compórtate quieres! Está lleno de gente cercana no quiero escándalos – su tono fue exigente y esta altura me importaba una mierda quienes me vieran o estuvieran.
-Con esto te pasaste, fue el limite – me miro sorprendía -, te juro que si a Ana le pasa algo o a mi relación con ella le pasa algo nunca te perdono – abrió mas los ojos -. No te entiendo desde cuando te has vuelto tan fría y tan dañina, desde cuando eres tan mala – intento balbucear algo -. Te has vuelto igual de perversa que ellas, ya no eres la madre que conocía y quería – seguía.
-Mejor piensa bien las cosas…
-Ahora me doy cuenta – le corte y me miro desorientada -, no te intereso yo… no te interesa nadie en esta familia… solo te interesas por ti y que las cosas sean como quieres… - no la deje hablar – no querías ver a Bella mas – asegure y no dijo nada -, seguro lo lograste… pero tampoco me vuelves a ver a mi – sentencie y me fui a buscar a Ana.
Me estaba poniendo nervioso, ya había recorrido la cocina, el living, los baños de huéspedes incluso el garaje y no la encontraba, subí a mi habitación dispuesto a cambiarme, solo espero que no haya sido tan inconsciente para haberse ido caminando sola a esta hora. El alivio se plasmo en mi rostro cuando entre en mi dormitorio y estaba parada en le medio del lugar, sus ojos estaban algo rojos por haber estado llorando. No pude hacer mas que acercarme rápido a ella, tomar su rostro entre mis manos y devorarme sus labios. Ni siquiera sé que estábamos haciendo, simplemente comenzamos a desvestirnos el uno al otro de manera rápida.
-Mi diosa… - susurre en su oído cuando estuvo completamente desnuda. Volví a besarla mientras la encaminaba hacia mi cama y nos acomodamos en ella.
Empecé el recorrido de su cuerpo con mis labios, baje con besos desesperados por su cuello delineando su clavícula para seguir descendiendo hasta llegar a sus senos, su cuerpo irradiaba calor y desesperación, tome uno de sus senos con mi mano amasándolo suavemente mientras mi boca se dedicaba a complacerla chupando su pezón del otro seno. Los gemidos de Ana eran fuertes y no me importo, esa era mi intención, quería que todos la escucharan disfrutar del mejor placer que podía darle. Ninguno hablo de nuevo solo me dedique a complacerla con mi boca y mis manos. Era necesario seguir para abajo y lo hice con más besos y caricias hasta que llegue a su pubis el cual había depilado y me dedique un par de minutos a disfrutar de esa piel más sensible. Me arrodille en el piso a los pies de la cama, la tome de las caderas y la arrastre hasta que quedo al borde, pase sus rodillas por mis hombros y me perdí entre sus piernas mientras su cuerpo convulsionaba y su espalda se arqueaba.
-Voy a tomar todo lo que me des – murmure sobre la piel de su vagina y se estremeció. Puedo jurar que esta altura estaba chorreando sus jugos y sabían exquisitos como toda ella.
Con mi lengua juguetee con su clítoris con movimientos circulares y lamidas alternadas mientras adentraba un dedo en su cavidad, Ana agitaba sus caderas como pidiendo mas, por lo que chupe su clítoris tirándolo un poco haciéndola dar pequeños grititos agónicos, volvía a serpentear mi lengua por su clítoris y baje hasta su entrada, mantuve con una mano abierto los labios de sus vagina para poder penetrarla con mi lengua.