Anastasia POV
-Ana, cariño – las mejores caricias que he sentido en mi vida se deslizaban por la piel desnuda de mi espalda -. Estas helada – aun tenia los ojos cerrados cuando sentí el beso en mi espalda, fue suave… muy suave… otro beso en mi espalda presionando un poco mas fuerte contra mi piel y sentí mi sexo y mis pezones comenzar a estar muchos mas sensibles… ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué estaba pensando Cristian para hacer esto? me removí un poco solo para fingir que me estaba despertando y que no se diera cuenta que había sentido todo –Cariño tienes que cambiarte – dijo en tono bajo. Me senté en la cama dispuesta a exigirle una explicación por esos besos, no eran de amigos precisamente pero vi su labio lastimado y solo pude pensar en lo que había pasado.-¡Lo siento, lo siento, lo siento! – me atragante con las palabras a la vez que me senté a horcajadas sobre él y lo abrace por el cuello con fuerza.
-Odio que estés llorando por él de nuevo – su voz salió con algo de furia.
-No estaba llorando por Jose – dije mirándolo, me retorcí un poco sobre él -. Jose ya no me interesa – asegure y me miro sorprendido.
-¿Entonces porque llorabas? – “por mi Cristian”, pensé y el me miraba atento a los ojos.
-Por ti, creí que te habías enojado conmigo, no me hablaste en todo el viaje de vuelta y me trataste con frialdad, pensé que ya no me querías cerca – Cristian acuno mi rostro entre sus manos sonriendo.
-No era contigo cariño, estaba alterado porque lo que paso con Jose… cuando me di vuelta vi lo asustada que estabas y para empeorar todo lo veo Elliot no mover un dedo con lo que pasaba, me sentí tan furioso y con tanto odio que estaba tratando de no explotar – así que también alcanzo a ver a Elliot.
Lo abrace con fuerza apoyando mi mentón en su hombro – Tenia tanto miedo de no verte de nuevo – me volví a retorcer sobre él y me movía inquieta por todos los sentimientos – Cristian yo…
-Ana… por favor…
-Lo siento Cristian, yo te necesito… -seguí sin prestarle atención.
-Ana… aguarda… - me tomo de las caderas para que me quedara quieta y lo hice. “¡Oh mierda! Eso es Cristian”, pensé cuando sentí su sexo duro y mas grande rozando el mio, me quede quieta tratando de no sentir la enorme anatomía de Cristian rozando mis partes mas sensibles -Ana… - respiro profundo -, necesito que te bajes… - tenia sus manos en mi cadera así que hizo fuerza para moverme y colocarme a un costado de él -. Necesito… - se puso de pie –yo… este… mmm… tengo… voy al baño… - dijo finalmente y de reojo vi como se metía en mi baño.
Apreté con fuerza mis piernas para ver si de esa manera lograba que los músculos internos de mi vagina dejaran de palpitar tan furiosamente mientras comenzaba a tomar respiraciones profundas para calmarme, pero todo seguía igual ahí abajo, incluso sentía mis labios íntimos mas sensibles, tanto así que me moví un poco y al hacerlo sentí el roce de la tela de mis braguitas y juro me agite un poco mas.
No pude mirar a los ojos a Cristian cuando salió del baño, solo pude verlo de manera fugaz y alcance a verlo rascando un poco su cabeza y parecia incomodo. Esto había sido totalmente vergonzoso.
-Mmm… - carraspeo creo que para llamar mi atención – Creo que mejor me voy – solo pude asentir con la cabeza -. Mañana hablamos – dijo y volví a asentir.
Esto había sido muy vergonzoso, y lo peor era que había pasado una hora y aun tenia la sensación del rocen de su sexo en mi el mio, no se había sentido mal, era raro porque para mi era la primera vez sintiéndolo tan cerca, pero era Cristian y es mi mejor amigo.