Anastasia POV
****AVISO: este capítulo contiene Lemmon, leer bajo su responsabilidad****
La universidad había terminado para mí, ahora estaba sentada en la oficina del director frente a cuatro carpetas donde había cuatro oportunidades laborales realmente grandiosas y no sabias que hacer. Seattle, Florida, Los Angeles y San Diego, pero ninguna me acercaba a Cristian solo me mantenían lejos. Sabia que el no contar esto a nadie me traería problemas, sobre todo con Cristian , todos estaban al tanto que al estar en el cuadro de honor estas oportunidades se iban a presentar, las cuales eran para trabajar en editoriales importantes y los sueldos eran excesivamente excelentes, además en dos de ellas hasta me ofrecían un departamento amoblado incluido durante los tres años de la pasantía.
Volví a casa, kathy estaba en plena conversación telefónica por lo que pase directo a mi dormitorio, necesitaba pensar muy bien sobre esto. Me senté en el medio de mi cama y puse las carpetas ante mí para revisarlas nuevamente y al hacerlo corrobore que eran grandes oportunidades para lo que yo quería. Mire la hora y tenia que ir al aeropuerto a recibir a mis padres, me apresure a calzarme, guarde las carpetas en el cajón de la mesa de luz y salí a buscar a kathy para pedirle las llaves de su auto.
-Toma – dije apenas abrí la puerta de mi habitación, tenia las lleves colgando de uno de sus dedos frente a mi cara, reí y negué con la cabeza.
-Bruja – me saco la lengua y tome las llaves -. Vuelvo en un rato, los llevo al hotel para que dejen su equipaje y te pasamos a buscar para ir a cenar – iba caminando por el pasillo y kathy me seguía.
-Perfecto, me voy duchando ahora – contesto -. ¿Calculo no iras vestida así? – pregunto, me gire para mirarla y su ceño estaba fruncido, clara señal de que no aprobaba mi atuendo.
-Cuando te venga a buscar me cambio para ir a cenar – resople un poco molesta, llevaba años siendo su amiga y aun no me acostumbraba a su manía con la moda.
-Mejor – dijo sonriendo satisfecha.
Llegue al aeropuerto Internacional Ted Stevens Anchorage media hora antes a la que llegaban ellos, venia para mi graduación que era en dos días y se iban al día siguiente. Cristian venia un día antes a la madrugada y para mi sorpresa Grace me llamo para avisarme que ella y Carick también llegaban un día antes.
-¡Ana ! – exclamo Carla apenas me vio y agitaba su mano por arriba de su cabeza, me apresure a llegar hasta ella y nos abrazamos.
-¡Mamá! – exclame abrazándola fuerte.
-Es increíble que ya te gradúes, has crecido tanto – se la notaba emocionada y orgullosa, eso en verdad me complacía.
Me separe de ella - ¡Ray! – dije abrazándolo a él ahora.
-¡Hija! Es el mejor momento de mi vida – susurro en mi oído bajito y me emociono.
-No veo la hora de verte subir y recibir tu diploma – Carla me tomo del brazo y fuimos a buscar su equipaje luego de buscar un carro para cargarlo.
Una vez tuvimos sus maletas cargamos todo en el auto, los dos me contaban que los amigos de la familia me mandaban saludos y felicitaciones al igual que los compañeros de trabajo de Ray.
-Les conseguí la habitación en el hotel Marriott, es uno de los mejores – me sonrieron los dos.
-¿Ya recibiste alguna oferta de trabajo? – pregunto Carla con ansiedad. “¡Oh mierda!”, exclame en mi mente. No quería mentirles pero tampoco quería hablar de eso aun, quería disfrutar mi graduación y no empeñarla con la tristeza de mantenerme alejada de Cristian por más tiempo.
