Marzo 3, 2017
05:59 amEl resto del día me la paso con Evee en Dig Tau, almuerzo con ella en los comedores comunes e incluso me doy una ducha en el baño de las chicas, lo que resulto toda una aventura, porque tuvismos que ingeniarnoslas para que ninguna entrara a tomar una ducha cuando yo estaba dentro; no por mi, si no que por ellas. Yo pensaba ir a Alph sau y regresar por Evee mas tarde para ir por ahí, pero entonces me arrojo un reto como si fuera una papa frita y no pude negarme, no podia quedar como una gallina.
Luego fuimos por comida de verdad, porque si hay algo más que tengamos en común, es la pasión por comer, de todo, todo el puto día. Yo creo que entre nosotros ni siquiera hacen faltas las palabras, nos entenderíamos perfectamente a través de la comida. Gracias a las veces que hemos compartido, ya comienzo a saber parte de sus gustos, como por ejemplo su pasión por el chocolate, que lo pide siempre en alguna parte de su menú, y el hecho de que no le gusta la mayonesa. Otro detalle que me he fijado, es que siempre pide jugos naturales, y se los bebe lentamente, dejando para el final más de la mitad del contenido.
Compartimos mucho, pero no volvemos a besarnos. Y no creo que sea porque ninguno quiera, es más que nada, porque estamos intentando recién comenzar a funcionar, y yo creo que ella tan bien como yo, teme ir muy rápido. Es por ello que para el final del día nos tiramos en su habitación a ver una película cada uno en una cama diferente. Me deja la suya y usa la de su amiga, quien siempre se va donde su novio los fines de semana, según me cuenta Evee. Debido al echo de que no dormí mucho la noche anterior, y la cantidad de cosas que hicimos durante el día, no alcanzo a terminar la película antes de quedarme dormido.
Me tocan el hombro. Aunque más bien yo diría que me remueve con fuerza, me están despertando bruscamente. Me cuesta un poco orientarme y recordar que aun estoy en Dig tau. La luz ya está ingresando por la ventana y hay un sonido constante. Es el tono de llamada de mi celular, pero aun no consigo encajar qué pasa; me volteo y veo a Evee sujetando mi teléfono con una cara somnolienta.
—Ha sonado tres veces, ¿De verdad que no lo escuchas?
—¿Eh?— Es lo único que consigo decir. Ni siquiera estoy seguro de en que idioma me está hablando.
Que cuando recién despierto podría comenzar a hablar Arabe y ni enterarme. Mucho menos funcionar correctamente.
—Te llama una tal Tyee— Continúa. Me da el teléfono, lo tomo apresurado para contestar, mientras la veo sentarse al borde de su cama a restregarse los ojos. Pero tengo que pestañear un par de veces para ver si mi cerebro capta la indirecta y me permite reaccionar.
—¿Tyee?— Pregunto un poco preocupado al darme cuenta de que me está llamando a las 6 de la mañana.
—Hey, hola— Dice. —Lamento de verdad despertarte.
—No pasa nada— Digo sentándome en la cama también. —¿Está todo bien? ¿Estas bien?
—Si... si. ¿Recuerdas lo que te dije del cambio de habitación? ¿Crees que puedas venir por mi?
—Claro, ¿Cuando?— Pongo los pies en el suelo.
—Bueno, ahora están todos durmiendo— Responde vagamente. —Preferiría que nadie me vea salir. No quiero que intenten detenerme.
—Si, lo entiendo. No te preocupes, estaré ahí— Veo a Evee mirarme curiosamente. —Nos vemos.
—Gracias Skyle.
Corto el teléfono y me restriego la cara para poder realmente despertar. —¿Está todo bien?— Me pregunta. Levantó la mirada hasta ella.
—Si, pero debo irme.
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Perfecto Engaño | Titanes III |
RomanceSkyle Dickens tiene tres razones por las cuales podría estar cerca de una chica: por trabajo, por familia, o porque le pone. No hay espacio para otro tipo de relaciones, su vida es ya lo suficiente caótica y complicada. Él no necesita una novia, él...