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Octubre 17, 2017
14:22 Pm

Han cambiado muchas cosas desde la fiesta de inauguración en la casa de Tyee. Primero que nada, ambos se mudaron, dejando el apartamento con un extraño sabor a vacío. Después de que me entere del embarazo de Evee, yo también he estado pasando más tiempo con ella, y ahora que existe una persona menos en el grupo, la soledad se siente casi palpable. La relación de los J desde entonces ha estado tirante; y lo peor es que no creo que sea por lo que se dijeron, sino más bien por lo que paso en general. Apostaría que Jhon carga un sentimiento de culpa, y que Jaeden en cambio solo se siente mal por la forma en lo que lo trató, porque cree tener la razón.

Seguimos viniendo aquí, porque de alguna forma todos nos sentimos un poco mal de dejar a algunos de los nuestros atrás, y porque no creo que estemos sentimentalmente fuertes para alejarnos.

Nosotros cinco lo éramos todo el uno para el otro, nos cuidábamos como si fuéramos uno. La muerte de Ian fue como quitarle una pata a una silla, de pronto, el equilibrio se nos desestabilizó por completo. Además de eso, ingresaron las chicas a nuestra vida, y comenzaron a llevarse parte de nosotros que antes dedicábamos por completo a los Titanes. Y no quiero decir que eso tengo si quiera un pelo de malo; la integración de Tyee fue de las mejores cosas que pudo pasarnos. En ella, Kylan encontró la vida que le faltaba, y yo creo haberla encontrado con Evee. Sin embargo, estamos en medio de un proceso de cambio, y nos va a tomar tiempo acomodar las piezas para que todo comience a encajar nuevamente. Y es por eso que ninguno de los tres ha querido mudarse, y durante las diferencias de horario que tienen Tyee y Kylan, ella y Vike vienen a pasar tiempo con quienes estén descansando. Tyee suele quejarse de que sin Kylan no hay ninguna diversión, aunque sé que en el fondo, también está preocupada por Jhon. Lo que no sabe, es que él y su mejor amiga no están en la relación más estable de todas. No sé qué habrán hablado después de aquella noche, pero evidentemente no va a volver a suceder.

Veo a Jaeden cruzar la puerta del departamento. No lleva una sonrisa en la cara, pero parece tranquilo. Cierra la puerta y apoya su peso en ella, inhalando profundamente, como si quisiera sentir hasta la última partícula del asqueroso olor a soledad del departamento.

—Bueno, esto definitivamente se siente vacío sin ellos— dice con la mirada perdida en la soledad. Dentro el único sonido es el que hace mi teléfono con las notificaciones de los mensajes de Evee. —Me recuerda a aquellos días en que Tyee aún estaba en Blackhand.

Asiento. —Lo sé. Estábamos acostumbrados al caos, y ahora no sabemos que hacer entre tanta tranquilidad.

—Habla por ti. Tranquilas ni mis pelotas.

Me muerdo la lengua. Seré idiota. Yo aquí hablando como si la vida de mafioso hubiera acabado para todos, mientras que uno de mis mejores amigos se quema el pellejo para que nosotros vivamos bien.

—¿Como... lo estás llevando?— Le pregunto aún dudoso. No sé si mi pregunta es de las mejores, pero tampoco se me ocurre otra manera de saber cómo va su vida.

—Pues la verdad es que me están matando con entrenamientos. Quieren probarme y esa mierda.

—¿Cuantas narices has roto?

Jaeden suelta una media sonrisa. —Después de la tercera, Hellion me dijo que guardara mi energía para el ring. Creo que no le agradó mucho que enviara dos de sus tíos al hospital con hemorragia nasal. Aunque la cuarta pareció no importarle mucho.

—¿La cuarta?

—La de Tayler— Ninguno puede evitar reír.

—No es novedad que ese tío es un coñazo. Al menos ya saben que no estás de broma.

Perfecto Engaño | Titanes III |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora