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Mayo 3, 2017
22:15 pm

Al salir de la habitación de Evee, siento que toda mi energía se queda detrás de esa puerta, toda mi valentía y por supuesto también mi rabia. Pongo pie fuera, y me siento desvanecer, pero no de cansancio, solo de pena.

No espero que Dallas me contacte, lo llamo yo a él; escucho los tonos sonar mientras me dirijo a pasos rápido a la salida, porque aunque estoy destrozado, también estoy bastante paranoico. Ahora definitivamente Heaven no está segura en cualquier parte, porque nada me asegura de que Ferrari no va a ir por ella de igual forma. Solo por hacerme sufrir.

—¿Donde están?— Pregunto en cuanto me contesta.

Aun en el auto. Hemos estado dando vueltas por la cuidad.

—Recógeme en Dutties. Y joder, date prisa.

Comienzo a caminar hasta el café a algunas cuadras lejos de la hermandad, al mismo al que solíamos ir con Evee para comer algo cuando nos quedábamos en Dig tau. Recordarlo ahora no me produce pena, me da rabia, mucha rabia. Siento como si las mentiras se rieran en mis oídos, en voz alta y frente a todo el mundo.

Espero fuera del café a que lleguen, con una extraña sensación en el pecho.

—¿Que ha pasado?— Es lo primero que pregunta cuando me ve.

—Corte con ella— Respondo simplemente y me volteo a mirar a mi hermana. —¿Con quien has hablado esta tarde?— Le pregunto. —¿Donde has ido?

—Con... con nadie— Responde ella entre tartamudeos. —Solo fui a la tienda por...

—¿A la tienda?

—Skyle no creo que sea buena idea...— Intenta interrumpir Dallas.

—¿Por que demonios has dejado la hermandad?

—Había... cosas que comprar— Me frunce el ceño. —No sabía que estuviera prisionera en aquel lugar.

—¿Prisionera? Pero si estás prófuga, ¿Es que no lo entiendes? Hay mucha gente allí fuera buscando por ti.

—Pensé que aquí estaba segura— Contesta rodeando los ojos, repitiendo lo que le había dicho para calmarla.

—¿Y por eso también hablas con cualquiera? ¿Es que nadie te ha enseñado que no debes hablar con extraños?— Prosigo yo. La cara de mi hermana se endurece.

—Pues no. Que mi hermano me abandonó cuando tenía diez años, y desde entonces solo aprendí a subsistir por mi misma. ¿No te jode?

—Discúlpame por estar fuera intentando mantener tu culo fuera de un prostíbulo.

—Es suficiente— Nos corta Dallas. —Skyle, ya basta.

Ambos nos volvemos a mirarlos totalmente sorprendidos por la forma en la que su grito nos saca de órbita. Dallas no está solamente molesto, está realmente harto; lo sé por la manera en que me mira. —Se que no estás en tu mejor momento, pero gritarle a Heaven no va a hacer que Evee deje de ser una sombra.

—Yo no pretendo...

—Se ha acabado, amigo. Déjalo.

Se cerca hasta mi hermana y la empuja de la cintura para hacerla avanzar hasta el auto.

—Que tu novia sea una mentirosa no es mi culpa. No las cargues conmigo.

Heaven entra en el auto sin esperar nada más, mientras Dallas y yo nos quedamos mirando desde fuera. Él suspira y se voltea hacia mi.

Perfecto Engaño | Titanes III |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora