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Octubre 27, 2017
13:22 Pm

Solo cuando Kylan me ve a aparecer por el camino, es cuando decide que puede separarse de Tyee. Le besa la coronilla y me hace un saludo con la cabeza antes de volver por el camino hacia los estacionamientos. ¿Cuanto tiempo va ya? ¿Tres meses? No creo que una vida vaya a ser suficiente para que alguno deje de andar vigilando a los nuestros como si el viento en cualquier momento fuera a volarnos. Los peligros jamás van a dejar de existir, pero comparados con los que teníamos antes, ahora vivimos en el paraíso mismo. Tyee se comienza a reír al verme luchar con las bolsas, porque estas mierdas pesan un montón.

—A ver, a ver, hombre, ¿Pero que has traído?— pregunta aún con la sonrisa en la cara, mientras se pone de pie y me ayuda a ordenarlas sobre la mesa.

—Pues lo que me he comprometido, bebestibles.

Tyee se golpea la frente. —Joder, Sky. ¡Pero si eso nos tocaba a nosotros!

—¿Que?— me tiro en la banca con un gruñido.—Genial.

—Lo tuyo eran las papas. ¡Las papas!— me frunce el ceño. —A la mierda los putos antojos.

—Suerte entonces que no eres la única con antojos— sonrío levantando el mentón. —Evee me ha pedido que traiga, así que supongo que si he cumplido con mi parte.

Abro una de las bolsas para dejarle ver el contenido, y aún cuando es exactamente lo que ella quería, Tyee no relaja el ceño. Baja el cierre de su chaqueta para dejar ver un lindo sweater blanco que le cubre hasta la mitad de los muslos, porque ha tenido que comenzar a vestir jeans de embarazadas y dice que la parte del vientre es horrible. Luego se sienta con un suspiro.

—No es suficiente. Evee no estará muy contenta si las toco.

Vuelvo a arrugar el ceño. —¿Y eso a que va?

—Venga, no vas a decirme que no te has dado cuenta que parece hacer un gran esfuerzo por soportarme. Y eso que me he comportado— rodea los ojos. —Vamos, Dickens. No es nada nuevo.

Me acomodo nervioso en el asiento. —No es eso, no se trata de tu actitud.

—¿Entonces?— la veo levantar las cejas, cuestionándome.

Me tomo un tiempo en contestar, y es que la verdad no estoy muy seguro de si admitirlo es una buena idea. La relación entre ellas dos no es la mejor, y no porque haya sucedido algo, ni porque Tyee esté comportándose todo el tiempo con su habitual actitud grotesca. Por muy increíble que suene, ella ha puesto bastante de su parte para guardarse esas malas bromas que puedan molestarla, y a intentado integrarla a nosotros. Así le guste o no, se ha comportado, y se que se debe a que es muy consciente de lo que la chica significa para mi. El problema sigue viniendo del lado de Evee y de esos antiguos tiempos en que discutíamos por los celos hacia mi mejor amiga. Admito que eso en parte también es mi culpa y por ello no tengo derecho a reclamar ahora. Le di razones para que se enojara; estaba viviendo un proceso de desórdenes sentimentales, ordenando mis ideas y superando fuertes hechos emocionales en donde sin querer, mezclaba a Evee y revolvía los problemas. Puse a mi mejor amiga sobre ella muchas veces, y no digo que esté mal; lo que estuvo mal, fue hacérselo saber sin tacto. Ni siquiera me conocía suficiente, cuando yo ya le estaba arrojando advertencias. De a poco Evee va trabajando en ello, soltándose e intentando evitar pensar que cada cosa es mala. Yo ya no tengo ese tipo de sentimientos hacia Tyee, ni un poco. La amo, la verdad, pero la amo como un mejor amigo, casi como un hermano; y es algo completamente diferente a lo que siento por Evee; no se iguala.

—Hubo un tiempo en que Evee estaba celosa de ti— podría reírme de la cara de Tyee tras esta revelación, pero intento mantener la seriedad que él asunto requiere. —Y no creas que es de esas chicas celopatas. Yo de verdad me di razones.

Perfecto Engaño | Titanes III |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora