Perfecto Engaño | Titanes III |

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Marzo 8, 2017
21:53 pm

Cuando Ian le dice a Tyee que no importa lo que vea o escuche, no debe hacer preguntas, me veo tentado a contarle toda la verdad. Sentarme junto a ella en el sillón y decirle desde el principio hasta el más mínimo detalle del final, el que sería ahora, porque siento que se lo merece. Tyee es mi mejor amiga, es la hermana, la novia y la amiga de los demás Titanes, y se abrió desde el corazón frente a nosotros para contarnos la verdad de su doloroso pasado. No puso peros, no dudo, ella simplemente confío en nosotros y se dejó llevar. Y entonces escucho a su propio hermano omitirle la verdad en su cara, como un secreto a voces.

Ya me sentía lo bastante mierda antes de todo esto, ahora simplemente no se cómo debería hacerme llamar. ¿Conocidos? ¿Será eso quizá mucho? ¿Me lo merezco?

Salgo de la habitación vistiendo mis ropas totalmente de negro, porque necesito confundirme con la noche. Para ser un francotirador hay que tener un buen ojo, una gran puntería y un excelente camuflaje; no puedo permitir que un diseño en blanco me deje al descubierto. Somos las armas más importantes, y por ello también las presas más codiciadas: sin importar que bando tiene mayor cantidad de hombres, si eliminan a su francotirador, se acabó el juego para ellos. Somos como el A bajo la manga, matamos, pero es casi imposible que nos maten, que nos descubran siquiera.

Me acerco a Tyee lentamente y comienzo a analizarla, que es lo que mejor se hacer. Se ve pequeña, aun más de lo habitual, parece que ha disminuido un par de centímetros dentro de esas ropas; su rostro luce completamente frustrado, está asustada y muy preocupada, todo eso sumado a la gran confusión que le debe estar generando el vernos organizando un plan frente a sus narices sin comprender que cojones pasa. Tomo su rostro entre mis manos y la miro directo a los ojos.

—Todo estará bien, ¿Si?— Digo, pero creo que más que a ella, estoy tratando de convencerme a mi, porque yo también estoy malditamente aterrado.

Aquí no solo arriesgamos nuestras vidas, estamos arriesgando la de ella. El plan es protegerla, acorralarlos y obligarlos a que nos entreguen a Vike. Luego vamos a matarlos, porque ni siquiera si se decidieran a cooperar, podríamos dejarlos marcharse como si nada; no después de destrozarle la vida de esa forma a Tyee, no para que siga haciéndoselo a más chicas. No queremos más historias amargas. Además nos arriesgaríamos a que no se dieran por vencidos y la buscarán más tarde. Somos bastante humanos, damos oportunidades, pero no jugamos con la suerte.

El lado B de este plan, es que Tyee es una chica sin experiencia alguna en situaciones al limite; no sabe defensa personal, no sabe usar armas y como si eso no fuera suficiente, tendrá que enfrentarse al hombre que le arruinó la vida. Ni siquiera alguno de nosotros podría ignorar eso. Ella sabe que tendrá que hacerlo, y aun así no ha puesto ni un solo pero. ¿Es alguien consciente de la cantidad de valentía que se es necesaria para enfrentar algo así? ¿Como se mira a la destrucción sin temerle? En estos instantes Tyee no tiene idea de la admiración que le tengo, que todos le tenemos; por su fuerza, por su dedicación, por el gran corazón que ni siquiera ella sabe que tiene. Va en busca de una amiga que no se lo pensó dos veces para abandonarla, y Tyee no se lo pensó dos veces para decidir rescatarla. Aun aquí, en la cima de la mierda, cuando todo se va en contra, cuando todo se cae a pedazos; ella sigue viendo la gloria detrás. Tiene esperanza.

Cuando llegamos al citio, es cuando de verdad comienzo a temer, cuando me doy cuenta que en realidad esto está sucediendo, y que todo podría decidirse en un par de horas. ¿Ganaremos? ¿Conseguiremos salir de aquí ilesos y con ambas en nuestros brazos? Porque si no es así, ni siquiera quiero volver.

Desde mi posición en el tejado del edificio a las espaldas de Tyee, tengo una visión perfecta de todos y cada uno de los que están en el callejón; con la mirilla del fusil tengo un ángulo perfecto con el que podría atravesar el cráneo de CK y su guardaespaldas de un solo tiro. Lo controlo todo. Sin embargo lo que más ansiedad me causa y lo único que no puedo ver, es la reacción de ella cuando los ve a ambos acercarse. Escucho todo, toda la conversación, y cada vez estoy más seguro de que debería disparales a ambos e ir por la chica una vez que le hayamos quitado la cabeza a la organización. De seguro que se rendirían.