Enero 3, 2018
Una semana más tarde, Jaden salió del hospital. Por unos días decidió establecerse en Alph sau, y sus cuidados nos dieron a todos una excusa para volver a reunirnos allí. Y digo excusa, porque para ser sinceros, realmente no necesitábamos establecernos aquí todos nuevamente. Podríamos habernos turnado para hacerle compañía, así mismo como lo hemos estado haciendo con Jhon. Sin embargo, creo que al fin y al cabo, todos necesitábamos esta dosis de calma que solo se produce cuando estamos juntos. Me incluyo cuando digo que aquella semana juntos, fue como una medicina estupenda para restaurar nuestras almas y recordarnos cuán importante es tenernos.
Tyee y Kylan ocuparon su antigua habitación, Evee y yo ocupamos de la Ian, Heaven se alojó en la mía y Dallas, sobrepasado de espacio, se vio obligado a dormir en el sillón. Éramos tantos, que en segundos, todo se nos volvía atrás, cuando chocábamos unos con otros en los transcursos del día, casi peleando por el espacio y unos minutos de tranquilidad; y cuando al final llegada la noche, cenábamos todos apretujados en la isla de la cocina y reíamos hasta altas horas de la madrugada, totalmente conscientes de que al otro día tendríamos que levantarnos temprano para ir a la universidad.
Navidad y año nuevo fueron totalmente únicas. Faltaban personas, y se unieron más. Creo que nada de lo vivido antes, me hizo tan feliz, como estar junto a mi hermana una vez más en una festividad. Abrimos los regalos con una foto de Ian en la mesita de centro junto al árbol de navidad. La central concentración de presentes eran para personas que ni siquiera existen todavía. Juguetes e incluso ropa a juego; como si fueron trillizos y sintieran la necesidad de conectarlos, la mayoría de los regalos fueron a juego. Y aun cuando Tyee es el centro de gravedad de los Titanes, mi hijo tampoco se quedó atrás, y recibimos la misma cantidad de regalos que para los Hooligans, incluso cuando en el vientre de Evee solo hay un bebe.
Sin embargo, se acabó la semana, y se llevó consigo las vacaciones de la universidad, las festividades, y la reunión en el apartamento. Jaden fue devuelto a BlackHand para encargarse de asuntos, que aseguro Hellion tras una larga charla con Tyee, solo serían para fines estratégicos. Por lo cual, todos nos vimos casi obligados a volver a nuestra realidad.
Tyee suelta un gruñido, y aun así cierra el refrigerador saliendo de la cocina con un trozo de torta en la mano. La veo acercarse hasta el sillón donde estoy yo. Va vestida con una camiseta ajustada y un chaleco de hilo encima; la sigo con la mirada hasta que se sienta junto a mí y comienza a comer sin dejar de mirar la pantalla. Mas de siete meses de embarazo, un apetito voraz, y ella sigue luciendo como si debajo de esa ropa, no hubiera nada diferente. Si no fuera porque nos ha mostrado ecografías, no le creeríamos que dentro de su estómago lleva no uno, si no que dos bebes. Le sucedieron tantas mierdas en la vida, paso por tantos cambios y estuvo tantas veces en el hospital, que no es para nada sorprendente que su estado sea de riesgo, y por ese sentido, sí que entiendo que Kylan la proteja tanto.
—¿Que sucede?
—¿Eh? —parpadeo.
Ella se voltea hasta mí. —Estas mirándome como si llevara duendes en los hombros— me río y me volteo a la tv un poco avergonzado, intentando fingir que le estaba prestando atención al ridículo comercial de un detergente concentrado.
—Nada, solo estaba pensando en ti y tu panza— admito.
—¿Que tiene mi panza?
—Que Evee tiene un casi dos meses menos que tú, y su vientre es del mismo porte— me encojo de hombros. —A veces me preocupo un poco por ti.
Tyee sonríe, pero suelta un suspiro con un toque de cansancio. —Estoy bien— hace una mueca. —No es normal, pero tampoco es de extrañar en mí. Hay deportistas que dan a luz a sus bebes completamente sanos, sin que su vientre alcance ni siquiera el tamaño de uno de cuatro meses— se vuelve a echar otro trozo de torta a la boca y mastica mientras continúa hablando. —Por otro lado, tengo a Kylan. Bajo su protección, créeme no hay patadita de la que no se entere.
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Perfecto Engaño | Titanes III |
RomanceSkyle Dickens tiene tres razones por las cuales podría estar cerca de una chica: por trabajo, por familia, o porque le pone. No hay espacio para otro tipo de relaciones, su vida es ya lo suficiente caótica y complicada. Él no necesita una novia, él...