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Adivinen quien estoy de cumpleaños otra vez.
Así que si, por eso hay capítulo hoy ❤️

Y si alguna vez dudas lo que siento por ti,
Voy a gritar en la noche. Voy a gritar
desde los tejados y te juro que no pararé
hasta que escuches este amor llenar el cielo.
Como una sirena.

Sirens • Vicentone

Julio 27, 2017
18:56 pm

A trozos me abrazo a mi mismo para no desarmarme. Meto las manos dentro de los bolsillos para cubrirlos del frío y mantengo mi mirada en el frente, mientras en mi cabeza repaso una y otra vez la lista de cosas que quiero decir. Es muy importante que no se me olvide ninguna; no puedo irme de aquí si no vacío mi alma antes. Y estoy tranquilo; las ideas me mantienen distraído, me liberan por algunos momentos del tormento que cargo por dentro.

Sin embargo, solo hace falta ella, para mandarlo todo abajo. Se encoge en su abrigo negro al mismo tiempo que viene hasta mi, pero no la dejo seguir caminando, porque soy yo quien se acerca corriendo. Me recibe con los brazos abiertos y se acopla al instante en mi abrazo; me sujeta, me sostiene y me reconforta, como si desde un inicio hubiera nacido para eso, para este momento, para estar conmigo.

Creí que lo peor había ya pasado, que no había manera en el mundo de que pudiera sentirme peor, de que pudiera llorar más de lo que ya había llorado la noche anterior. Eso creí, porque vivo creyéndome el Skyle invencible, aquel que siempre está bien; pero no tardo mucho en darme de frente con la realidad. Es imposible ser fuerte cuando estas al lado de aquella fortaleza que se vuelve tu debilidad.

—Lo siento, lo siento mucho— Solloza ella, pero yo no digo nada, porque para cuando ella está hablando, yo ya me he echado a llorar.

Acaricia mi espalda con lentitud, de arriba a abajo, tranquilamente, en silencio. No suelta ninguna palabra, no intenta calmarme, simplemente se queda conmigo mientras descargo todo lo que no sabía que llevaba por dentro.

El mundo dice que las mujeres son las frágiles, aquellas que rompen a llorar, las que tienen miedo, las que necesitan ser protegidas y cuidadas. El mundo también dice que los hombres no deben llorar, que deben mantenerse fuertes, insufribles, fingiendo que no hay nada en el mundo que los hiera. Que deben ser las bestias prepotentes que se lanzan a la batalla para resolver todo a los golpes. Si el mundo ahora nos viera, se sentiría decepcionado de nosotros. Estamos rompiendo todos los estereotipos y al mismo tiempo nos vale tres hectáreas de verga. Porque si él mundo supiera la fuerza interior de Evee, la sinceridad de sus palabras, la calidez de sus brazos y aquella bondad en sus ojos, entenderían que es perfecta para mi. Si los hombres supieran cuan reconfortante es descargar tu pena entre sus brazos, también querrían tener la oportunidad de llorar junto a ella.

Me separo lentamente. Tomo aire y elevó la mirada al cielo, concentrándola en las estrellas rebeldes que empiezan a brillar cuando aún recién comienza a anochecer. Seco mis lagrimas con la manga de mi poleron y suelto el aire retenido con fuerza. Bajo mi mirada hasta los ojos grises de Evee que me miran con tristeza.

—De verdad lamento lo que le sucedió.

Asiento levemente con la cabeza. —Lo se.

Me toma de la mano y me conduce lentamente hasta la banca más cercana. Tomo asiento y ella hace lo mismo junto a mi.

—¿Hace cuanto lo conocías?— Pregunta nerviosa.

Perfecto Engaño | Titanes III |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora