2. NATALIA

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El salón estaba lleno de papeles, unos hechos trizas, otros bolas de diferentes tamaños y la mayoría llenos de tachones o palabrasilegibles. Natalia estaba sentada en el sofá, vestía unos vaqueros rotos desgastados, una camiseta interior blanca de tirantes y una camisa de cuadros marrones suelta,el pelo semi recogido en un moño improvisado, y tenía en la cara los rasgos de quien lleva ya un largo rato bajo los efectos del agobio.

Trataba de componer algo que estuvieraa la altura, en unos días tenía un concierto en acústico en la sala Gargantua. María le había conseguido la oportunidad de tocar unas canciones, todo a través de un amigo que trabajaba allí. Ella estaba intentado hacerse un hueco en el mundo de la música y la interpretación y tenía que aprovechar todas las oportunidades que se le aparecían. No es que fuera la artista de la noche, pero el poder tocar alguna canción suya en una sala con tanto tirón y a laque iba tanta gente le podía abrir alguna puerta, y si no, al menos disfrutaba haciendo lo que más la apasionaba. En realidad tampoco podía quejarse demasiado, estaba haciendo muchas cosas últimamente,desde los cortos con Mikel, su novio, hasta pequeños proyectos que iban saliendo. Con eso, más la ayuda de dinero que le pasaban sus padres podía vivir más que holgadamente en Madrid, lo que ya era mucho decir para el común de mortales de su edad.

Hacia exactamente tres meses que se había independizado, Su amiga María la propuso irse a vivir juntasy no lo dudo, esto a pesar de que a a Mikel no le había hecho excesiva gracia. Las costó bastante encontrar algo relativamente asequible, en buena zona, y que entrara dentro del gusto bohemio y magnético de Natalia. Si por María fuerase hubieran ido a cualquier piso que cumpliera unos muy mínimos requisitos, pero gracias a la constancia de Natalia encontraron unsitio mágico, un hogar que más parecía un templo sagrado de inspiración que una casa.

-Nena!! Se escuchó a María desde la entrada mientras cerraba la puerta a su paso, échame una mano conesto, he traído subsistencia para dos semanas por lo menos-. -Pero tía, replicó Natalia después de verla roja como un tomate y respirando con dificultad, ¿tanto te costaba avisarme? Hubiera idocontigo, no me quiero imaginar esas cervicales con tanta bolsa-Perdona, dijo María abriendo los ojos como platos y recuperando elaliento, pero yo estoy muy en forma, y tú estás ocupada encontrando la inspiración en un templo místico mental. Natalia no pudo menos que reírse, yestamparla un sonoro beso en la mejilla. -No sé que haría sin ti,dijo mientras la ayudaba a sacar las cosas de las bolsas- Bueno,probablemente vivir con alguien menos desastroso, pero infinitamentemás aburrido, está claro, dijo María. Y por cierto, hablando de aburrimiento, espero queno se te haya olvidado que esta noche tenemos una fiesta con estos,dijo agitando el movil con el grupo de wassap que compartían con sus amigos en la pantalla

-Joder, dijo Natalia, lo había olvidado, dijo poniendo los ojos en blanco- Lo suponía, dijo María,pero que sepas que es impepinable asistir, y tu ausencia no se contempla desde ninguna perspectiva ni excusa, dijo dándole unbocado a un donut de chocolate y ofreciéndole el resto a Natalia,que la miró resignada.

No quería confesarlo ni preocupar a suamiga pero estos días estaba algo agobiada, a pesar de que sabía que tenia talento, a veces, muchas veces en realidad, dudaba de simisma y se recluía en su interior, en su guitarra y suspensamientos, en los poemas que ocupaban parte de sus libretas juntoa acordes improvisados. Por otro lado estaba Mikel, lo adoraba,sentía que estaba enamorada y que sus gustos y su sentir no podían ser más afines, no obstante últimamente se sentía algo desconectada de sus sentimientos en este sentido. -Estás agobiada Natalia, se dijo a si misma, quizás no es tan mala idea salir atomar algo y despejarte, después de todo siempre había sido unapersona excesivamente responsable y trabajadora. Su misma madre la decía que entre el deber y el disfrutar había un termino medio, y ella siempre anteponía lo primero. Un sonoro suspiró salió de sugarganta mientras se tumbaba de espaldas en la cama, poniendo un stoptemporal al remolino de sus pensamientos., y le dió al play aleatorio de la música de su móvil, quedandose dormida bajo los acordes de Ed Sheeran...

" When your legs don't work like they used to before
And I can't sweep you off of your feet
Will your mouth still remember the taste of my love
Will your eyes still smile from your cheeksAnd darling I will be loving you 'til we're 70
And baby my heart could still fall as hard at 23.."





(Hola! Esta es mi primera historia, me gustaría que si alguien la lee me deje algún comentario con sus impresiones, me encantaría continuarla sabiendo si a alguien le gusta. Muchas gracias :) !!)

La ausencia de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora