La ausencia de la luz

XIX

En ese mismo momento María, Sabela y África se levantaron como un resorte para dar un abrazo múltiple a su amiga. Natalia sonreía feliz y sus amigas no podían estar más entusiasmadas con ella.

-Has estado impresionante, eres un escándalo y un pivón, y chavales-! Dijo María alzando la voz unos cuantos decibelios y señalando a su amiga, -¡¡vive conmigo!!-.

-Que boba eres, calla- dijo avergonzada cogiendo a su amiga por los brazos para que parase, mientras la abrazaba.

Todas se deshicieron en elogios y felicitaciones. Alba seguía en el mismo punto en el que se habia quedado hasta que por fin Natalia pudo dirigirse a ella.

-Perdona,es que estas chicas son muy intensas-, dijo a modo de disculpa.

-No te preocupes, es lógico, es tu momento. Al final del show todo el mundo quiere compartir un rato con la artista-, dijo sonriéndola ampliamente, Natalia le sonrío de vuelta.

-Gracias por venir, la verdad que me ha hecho mucho ilusión vert... veros-.

-No podía perdermelo, además me amenazaste con vender mi cargador porwallapop-, dijo riendo.

En ese momento Natalia se puso seria de forma repentina, y se echó las manos a la cara. - Ay dios, Alba, lo siento-, dijo con un hilo de voz. Alba la miró extrañada sin comprender. -El cargador que con todo lo del concierto ni me acordé de el, me lo he dejado en casa.-

Albase rió ampliamente, -mujer por dios, pensé que era otra cosa, no pasa absolutamente nada. El cargador era solo una excusa para no perderme un buen concierto-, y sus ojos se clavaron nuevamente en en los de Natalia que otra vez parecía quedarse prendida de aquella mirada, con una fuerza invisible que la retenía anclada en ese punto sin ningún deseo de moverse.

-Me puedes acompañar luego a casa y te lo devuelvo-, dijo Natalia sin saber por qué había dicho tal cosa y arrepintiéndose ligeramente. - Quiero decir, si coincide claro, si no pues ya pensaremos otra cosa-, dijo ante el silencio de la rubia.

-Claro,ya lo vamos viend...-

Alba no pudo terminar la frase porque un grupo de conocidos de Natalia llegó en ese momento y se llevaron a la morena insistiendo en que tenían unos chupitos preparados y tenían que brindar.

-Lo siento-, dijo Natalia con los labios, -hablamos en un rato-. Alba le hizo un ademán de que no pasaba nada, y se unió al resto de chicas con una sonrisa en los labios. 

Las chicas charlaban animadamente, María ya se había encargado de pedir una ronda para todas.

-Albi, amor, como estabas entretenida con Natalia te hemos pedido lo mismo del otro día-. Comentó María divertida haciendo hueco a la rubia a su lado, con una sonrisa de oreja a oreja.

-Gracias Mari-, dándola un cariñoso beso.

-Vaya show se ha montado no-, dijo mirando hacia donde estaba Natalia celebrando.

-Pues sí cariño, es una reina, está claro. Apuntó áfrica con admiración. -Oye, por cierto, gracias por el desayuno del otro día, no sabes lo bien que nos sentó-, creí morir del gusto, la resaca fue infernal-.

Transcurrió un buen rato hasta que las chicas se levantaron y dejaron las confidencias a un lado para quemar la pista de baile. La música estaba animándose por momentos e incitaba bailar sin pensar en mucho más allá de disfrutar del momento presente.

Natalia que hacia ya un rato había retomado el contacto con sus amigas bailaba animadamente con María, mientras Noelia y Marta hacían lomismo junto África y Sabela. Alba por su parte, estaba hablando con un chico que se había acercado amistosamente a ella.