P2. Capítulo V

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Mr. Brightside de Killers sonando mientras desempolvaba una de las maletas que se llevó a París, iban a estar apenas unos días así que no pensaba llevar más de lo estrictamente necesario.

Había postergado la información sobre el viaje hasta última hora, y solo había avisado a las personas imprescindibles, su madre y su hermana que bajarían a pasar un día con ella a la capital, y a Marta que casi le deja sorda con los gritos al teléfono. El resto de gente podía esperar, aún no sabia como iba a organizarse ni cuánto tiempo diario le llevarían sus compromisos con el College así que prefería ser prudente.

También estaba María, las fechas coincidían y la rubia había insistido hasta la extenuación en la felicidad que le produciría que Alba fuese a su fiesta de cumpleaños, esas fiestas míticas y por todo lo alto que todo el mundo recuerda como grandes acontecimientos, su amiga tenía aquel poder y además hasta donde sabia se había hecho inseparable de Marta, se alegraba por ella pues ambas eran dos personas a las que quería como a su familia, quizás por eso le había ahorrado a la rubia todos los detalles de su final con Natalia, no quería que lo que sucedió entre ellas pudiera ser un escollo o un problema, después de todo lo que paso era solo cosa de ellas y nadie tenia que sufrir daños colaterales.

Cuando terminó se dio una ducha y se puso algo cómodo, aunque formal, había quedado con Isabelle en uno de los teatros de la ciudad para ver un documental que proyectaban sobre la vida de Mattise que la francesa estaba deseando ver.

Al día siguiente volaban a Madrid, la colección de Alba y de los otros dos alumnos había sido ya empaquetada y enviada unos días atrás, para cuando ellas llegasen los cuadros de todos ellos estarían expuestos en una de las plantas del Prado.

Lo último que le apetecía era quedarse en casa y dar más vía libre a la ansiedad que le había acompañado de forma inseparable a lo largo de los últimos días.

Cuando acabó con la maleta se dejó caer sobre el sofá, el trabajo de todos estos días para que las cosas estuvieran a tiempo le había pasado factura, probablemente había adelgazado un par de kilos que a la Rafi probablemente le parecerían diez, tendría que devorar toda la comida que llegase a sus manos hasta que llegase a Madrid.

Los párpados se caían levemente, un estado de letargo fruto del cansancio se fue apoderando de ella...


Flashback

6 meses antes.

Madrid, casa de la sierra.


La espalda de la rubia apoyada sobre el pecho y entre las piernas de la morena que a su vez apoyaba su espalda sobre uno de los extremos de aquella bañera llena de espuma.

-Te estas rozando mucho Alba Reche, prometiste portarte bien y como sigas así voy a sacarte de aquí, te voy a llevar a la cama y nos iremos de aquí mucho más tarde de lo planeado- dijo metiendo sus manos bajo el agua y acariciando su vientre haciendo que la rubia se mordiese el labio y entrecerrase los ojos.

- Hablas mucho...-

Natalia achinó los ojos y sonrió maliciosa a pesar de que la rubia no podía verla desde su posición.

Inclinó la cabeza hacia delante y posó sus labios sobre el hombro de la rubia, dejó besos cortos por la zona y pasó su lengua por aquella piel mojada que se estremeció al contacto de su lengua caliente mientras trazaba y mordía a placer todo cuando se encontraba a su paso.

-Ummm- mascullo la rubia

- ¿Cómo dices? - preguntó Natalia deslizándose hasta el lóbulo de su oreja y apresándolo con lentitud entre sus labios, dibujó su forma con la lengua y lo succionó varias veces haciendo que una de las piernas de la rubia se revolviese nerviosa bajo el agua.

La ausencia de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora