Quien dijo Sangre [Draco Malfoy Y Tú] // [TERMINADA]

Capitulo 11: La cita perfecta.

Cuando me dijo eso, no podía hacer otra cosa mas que abrazarlo tan fuerte como hizo el conmigo la noche anterior. El hizo lo mismo y nos sumimos en un abrazo tan cariñoso y tan lleno de amor que no quería separarme de el nunca. Cuando nos separamos me ofreció una cajita de colores verde y rojo. La abri emocionada y dentro había un colgante del que colgaban medio corazón y un león.

-¿A qué viene esto?- pregunte feliz, pero confusa.

-Es un regalo- respondió- para que siempre te acuerdes de mi-.

En ese momento saco de su camiseta un colgante parecido al mio, pero este tenia medio corazón y una serpiente.

-Las mitades de ambos colgantes se unen y forman un corazón completo entre tu y yo, una Gryffindor y un Slytherin- dijo.

Estaba paralizada, no sabia que decir.

-Eres la única persona que ha conseguido sacar mi lado bueno y cariñoso. Has sabido hacerme entender lo que es el amor hacia una persona. Nunca he querido a nadie como te quiero a ti y menos que podía hacer era demostrártelo con un regalo. ¿Te gusta?-

-¿Qué si me gusta?- pregunte sorprendida- ¡Me encanta!

Yo sonreí como no había sonreído en mi vida y el me volvió a abrazar, yo acepte el abrazo. Cuando empezamos a separarnos lentamente, el se acerco a mi, yo también empecé a acercarme y cuando me quise dar cuenta estaba sumida en un profundo beso con Draco. Sus labios eran calidos, y desprendian seguridad y amor, fue precioso. Estaba dando mi primer beso a mi primer novio, era muy feliz. Cuando se separo de mi, yo todavía con los ojos cerrados y sintiendo el calor del beso, me dirigió una sonrisa; la mas bonita que había visto en mi vida. Yo le devolví la sonrisa, y de repente el momento se rompió por la campana de las clases.

Draco me agarro del brazo y me llevó escaleras abajo, hasta las mazmorras. Alli se paro en frente de una puerta de piedra y dijo: Sangre Limpia, supuse que era la contraseña de su sala común.

-Draco- le llame- no puedo entrar ahí. Seria entrar en la casa enemiga a la mia.

-Tranquila Katya- dijo- no hay nadie. Revise los horarios antes de salir para ver si podía traerte aquí conmigo. Ahora mismo no hay nadie ni en la sala ni en los dormitorios.

¿Qué debía hacer?