Capitulo 12: Empieza la guerra.

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Tras aquella escena, me despedí de Hermione y Ron, ya que Harry estaba con McGonagall, y me fui a buscar a Draco. Esperaba que mi ausencia no le hubiera carcomido mucho la cabeza. Cuando llegué al bosque, no ví a Draco así que me imaginé que estaba dentro de la cabaña. Entré allí y le vi tumbado en la cama leyendo un libro. Me di cuenta de que no se había enterado de nada de lo que había pasado en la escuela. Cuando cerré la puerta de la cabaña, Draco giró su cabeza para mirarme.

-Hola, amor- dijo cerrando el libro- ¿Cómo ha ido?-

-Tenemos que hablar- dije sentandome en la cama a su lado.

-¿Debería preocuparme?- preguntó incorporandose.

(Para que os imagineis la escena, Draco está tumbado con su torso apoyado en el brazo mirando hacia arriba ya que Katya se había sentado en la cama)

-Ha aparecido Harry- respondí sin expresión alguna en mi rostro.

La respiración de Draco se cortó por unos segundos antes de volver a la normalidad.

-McGonagall y el resto de Gryffindor se han revelado contra Snape- dije recordando la escena vivida hacia pocos instantes- Le han echado del castillo-

Gire mi vista a Draco el cual tenía los ojos abiertos por la sorpresa. Ambos sabíamos lo que aquello significaba. Mi padre vendría a Hogwarts y ya nadie estaba seguro en aquellas paredes.

-¿Que piensas hacer?- pregunto tras procesar todo lo dicho.

-Siendo sincera, no lo se- respondí tumbandome justo al lado de Draco, el cual comenzó a acariciar mi pelo para tranquilizar la situación- Las cosas no hacen más que volverse más complicadas a medida que avanza nuestra vida y no se cómo afrontarlas-

-Estoy aquí Kitty- comentó poniéndose encima de mi sin cargar su peso sobre mí- Para lo que necesites-

Pase mis manos por su cuello hasta llegar a su nuca y acariciar su cabello. Tan suave y sedoso como el día en el que le conocí. Hice fuerza para atraerle hacia mí y besarle. Era uno de esos besos que son diferentes al resto; lleno de pasión por parte de ambos, con ese toque de desesperación que ayuda a que ese tipo de cosas fluyan. El beso comenzó a subir de intensidad y de un momento a otro nuestra ropa yacía tirada en el suelo del cuarto. El único ruido en aquella casa eran nuestras declaraciones de amor durante nuestro momento. Cuando ambos llegamos al clímax, Draco cogió la sábana que envolvía la cama y la puso por encima de nuestros cuerpos desnudos. Pocos segundos después mí ojos se cerraron y caí rendida en los brazos de Morfeo.

-Buenas noches, Kitty- susurró antes de que yo cayera profundamente en el mundo de los sueños.

***

Un gran ruido en el exterior del campo de fuerza que cubría el bosque me despertó de manera forzada.

-¿¡Que ha sido eso!?- pregunté exaltada.

Miré hacia los lados buscando a Draco, pero no le encontré. Me vestí con unos vaqueros negros rajado en las rodillas y una camiseta básica del mismo color ajustada a mi figura. Cogí mi calzado que consistían en una botas de media altura (entre la rodilla y el tobillo) hechas de cuero y salí deprisa de la cabaña. Me encontré a Draco sosteniendo el campo protector solo.

-¡Draco!- grité al verle más débil de lo que debería.

El sostener el campo de fuerza contra tal ataque le estaba dejando tan débil que si seguía de esa manera, su cuerpo no lo aguantaría mucho tiempo más. Saque mi varita mágica del lateral de mi bota y comencé a ayudarle. En el momento en el que el rayo de luz comenzó a salir de mi varita, el rostro de Draco se relajó haciendole posible mirarme.

-Gracias- dijo a lo que le respondí con una sonrisa.

Tras varios minutos aguantando el campo, una brecha justo al lado contrario de donde estabamos comenzó a romper el campo por dentro. En pocos segundos mi cuerpo yacia en el suelo junto al de Draco. Una explosión había acabado con nuestra única protección y nos había elevado por los aires hasta caer de espaldas contra el duro y frío suelo. Un pitido en mis oídos se hizo notable al tiempo que usaba todas mis fuerzas para girar mi cabeza hacia Draco. Este se había incorporado rápido para socorrerme. Agarro mis piernas y mi cuello y me levanto del suelo para empezar a correr. No sabía a donde me llevaba. Draco me susurraba palabras que no llegaba a oir. Comencé a ver estrellas negras que nublaban mi vista, cerré los ojos y confíe en que Draco me despertaría cuando se me necesitará.

~Narra Draco~
Katya se había desmayado en mis brazos al tiempo que corría hacia el castillo. Yo sabía que no iba a ser bien recibido por nadie, pero Katya lo valía. Corrí por el bosque hasta divisar el campo de Quidditch del colegio; o mejor dicho, lo que un día fue el campo de Quidditch. Todo lo que alcanzaba a ver estaba en llamas. La guerra había empezado y yo no había podido hacer nada para evitarlo. Seguí corriendo hasta la entrada de uno de los túneles que conectaban al interior del castillo. Katya me los enseño en su momento por si esto llegaba a ocurrir en algún momento.

-"Gracias , Kitty"- pensé mientras me introducía con ella en el túnel.

Seguí corriendo unos metros más hasta llegar a una puerta. La abrí y está me dio acceso a la sala de los menesteres donde, afortunadamente, no había nadie. Sali de allí con la esperanza de no encontrarme a nadie que quisiera matarme a mí o la chica que llevaba en mis brazos. Llegue hasta la torre de Gryffindor y dije las contraseña que también me enseñó ella. Cuando entré todos los Gryffindors me apuntaban con sus varitas. Yo no hice nada. Me quedé quieto en la puerta de la sala hasta que una figura femenina acompañada de dos masculinas bajo las escaleras.

-Bajad las varitas- ordenó la chica de pelo castaño desordenado, que ahora miraba a Katya inconsciente- ¿Que ha pasado, Draco?-

-Necesito tu ayuda, Hermione-
















Holaaaaaa, he vueltooooo. Bueno aquí os dejo otro capítulo, espero que os guste y votad tras leerlo.

SIII, SE QUE HE TARDADO DOS SIGLOS EN ACTUALIZAR, PERO NO TUVE TIEMPO DE ESCRIBIR.

Quedan pocos capítulos para el final asi que disfrutad de nuestro Desquitó hermoso todo lo que podáis

OS AMOOO❤️

Quien dijo Sangre [Draco Malfoy Y Tú] // [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora