Maya.
—Quiero que encuentren algo que les apasione, de la manera en que lo haga. No importa que los haga sentir inmensamente felices, o que por el contrario quieran llorar a cantaros. Solo quiero que busquen algo que los conmueva, algo que valga la pena.
El profesor Griffith sonaba emocionado, parecía que a cada palabra que soltaba mayor era su agitación, inclusive pasó de largo las caras aburridas y los sonidos de queja del alumnado. Solo se limitaba a menear la cabeza y a prometernos que el proyecto final sería increíble.
Pero yo lo dudaba.
Escuchaba la pluma de Lucas repiquetear tras mi espalda. A los dos minutos me había parecido algo común, pero pasados cinco realmente consiguió exasperarme por completo. Pero no me giré como de costumbre. No llené el aula con mi voz susurrándole irritada "Hey Huckleberry, ¿puedes parar de una maldita vez?" como solía hacer siempre. Porque las cosas se habían vuelto un poco trastornadas entre nosotros últimamente.
Porque Farkle se negaba a reconocer su error y volver al grupo.
Porque mi relación con Riley en estos días era prácticamente inexistente.
Y porque Jesús, sí, esta mañana al entrar a clases había rehuido la mirada de cierto vaquero que había colocado su mochila en la banca de al lado apartando un lugar para mí.
¿Qué podría decirle entonces?
Me encargué de mirar la manga de mi suéter como si de la cosa más interesante se tratase. Seguía evitándolo.
La cabeza me dolía tanto. Parecía que había bebido a mares, como ninguna otra vez. El sol daba de lleno en mi rostro, pero era el ruido matutino lo que había conseguido levantarme. Recuerdo haber escuchado entre sueños un silbido agudo y después un auto haciendo sonar el claxon enardecidamente.
Solo entonces había conseguido sentarme en el marañijo en el que me encontraba.
Tallé con fuerza mis ojos. Mi cabeza se balanceaba de un lado al otro, y unas ganas de vomitar tremendas me invadieron.
Jalé la sabana.
Escuché un gemido ahogado.
Y entonces mi vista se desvió hacia el tumulto a mi lado.
Recuerdo que solo pude pensar, oh carajo.
—Los harán en binas. ¡Será increíble! Increíble les estoy diciendo. —Escuché al aula entera guardar silencio. Casi los podía ver colgándose de su compañero de al lado.
Miré al mío.
Que básicamente consistía en mi mochila y una banca maltratada. Me quedaba con mi mochila, difícil decisión.
—¿Tienes pareja? —Preguntaron tras de mí. Sentí la mirada taladrante de Lucas en mi nuca.
Cerré los ojos y contuve la respiración. Por favor no. Por favor no. —No la tengo.
Solo entonces pude soltar el aire que contenía, la tranquilidad momentánea impregnándome.
Me invadieron unas ansias terribles, ¿qué era lo que había hecho?
Necesitaba con urgencia un cigarrillo.
Su cabello negro se encontraba esparcido por su rostro, llevaba una sonrisa de lado y parecía tan pacifico como nunca antes le había visto, con el torso desnudo y su mano izquierda cerrada en un ligero puño.
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FRIENDS. -Girl Meets World
Fanfic"Las personas cambian personas, no olviden eso." -En edición.