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JIMIN



Paso de largo, como si no estuviese yo ahí. Suspire pesadamente, Jin fue tras de ella junto con mi hijo. Era lo mejor, necesitábamos hablar, y no es del todo bueno que Jun presencie todo eso. Me puse a limpiar la mesa y recoger todo, me entretuve pensando en todo esto un buen rato, hasta que termine de lavar los platos y darme cuenta que ____ también había recogido las cosas del sofá. Limpiando un poco mis manos con mi pantalón camine por la casa buscando a mi esposa. 

La puerta de mi oficina estaba abierta, así que supuse que estaría ahí. Asome mi cabeza, viendo a ____ con mi teléfono en manos y su ceño bastante fruncido, conocía esa mirada, la cual a cualquiera le daría miedo. 

- Habla! -alzo la voz- 

¿Que la hacia estar tan molesta?

Entre al cuarto y en seguida me vio, sus ojos se llenaron de lagrimas y sus ojos estaban rojos. Apretó sus puños y se giro completamente a mi.

- Amor... 

Con expresión neutra camino hacia mi. Me lanzo el teléfono el cual atrape enseguida, evitando que cayera al suelo. "¿Que?" Fue lo único que dije, y volvió a pasar de largo. No entendía su comportamiento. Iba a correr tras de ella, pero una voz en el teléfono me debuto. 

- ¿Diga? 

- Oh, ¿Jimin?... Tu esposa, ¿era la del teléfono? Yo, no quería molestar.

Cerre mis ojos fuertemente y suspire. 

- ¿Que has dicho? ¿Porque llamaste? -dije molesto-

- No dije nada malo... Solo llame porque olvide mis llaves en tu auto, no puedo entrar a casa. -revolví mi cabello con desesperación- 

- Vale... Iré a entregártelas. Espérame. -ella suspiro-

- Hay muchas gracias! Te esperare... -colgué-

Prácticamente corrí en busca nuevamente de ____. Pero no estaba en la habitación. Tome mis llaves y rápido salí de casa. No era que dejara a mi mujer en segundo plano. Pero ahora me preocupaba el echo de que mi secretaria dejo sus llaves en mi auto, y ya es bastante tarde. Conduje a su casa, pare el auto y salí. Dayeon estaba sentada en la banqueta, con sus cosas entre sus manos. Se levanto al instante al verme. Quiso hablar pero la detuve.

- Te pido que por favor. -hice una pausa- Por favor no me vuelvas a llamarme al teléfono. A menos que sea algo del trabajo, y no a mi teléfono personal. -ella bajo su cabeza- Sinceramente me has metido  en un problema. Estoy casado. Soy un hombre casado Dayeon. -asintió- Y no se ve muy bien que me llames al teléfono, o que te deje en casa como hoy. Espero y entiendas que eres solo mi secretaria. 

-Lo se, y lo siento mucho Jimin. -hizo una reverencia- 

- Si y.. Recuerda, soy "Park Jimin" para ti. Esto es trabajo. -miro a otro lado- Ahora, me voy. -tendí mi brazo con las llaves en mi mano- Nos vemos mañana Dayeon.

Me di la vuelta y subí al auto nuevamente. Así como rápido volví a casa. Corrí en las escaleras entrando nuevamente en nuestro cuarto. Pero de nuevo no estaba ahí. 

- ____..! 

Estaba realmente frustrado. Quizá se había ido. Quizá salio a tomar aire. Y eso me frustra y molesta aun mas. Porque se que ahora muchas cosas están pasando por su cabeza y que cree que fui capaz de algo tan terrible. Con las inmensas ganas de llorar camine al cuarto de Jun con mi ultima esperanza de encontrarla. Y sentí un gran alivio al verla ahí. El cuarto estaba oscuro pero aun así podía verla. Estaba sobre la cama de Jun acostada sobre ella. No era muy pequeña ni grande, por lo que ella cabía perfectamente en ella. Tenia un peluche de Jun entre sus brazos y dormía tranquilamente. Me acerque a ella y me senté en el suelo lado a la cama. Acaricie su mejilla y sentí las lagrimas secas en ellas. Ahora era yo el que estaba llorando. 

CASADA CON PARK JIMIN | JIMIN | saga #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora