Un amigo de la infancia.

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Narradora

Mientras Robin y ___________ se encargaban de su misión, Aspen intentó hacer el mayor tiempo posible tratando de tener una buena excusa que darle al Pingüino, aunque bien sabia que dijera lo que dijera el solo echo de entrar sin su sobrina le causaría problemas. Pero era afrontar su destino o pasar el resto de sus días como presa, esperando que tarde o temprano lo mataran.

- Realmente estoy jodido.- dijo soltando un suspiro.

"Mientras tú estas en quien sabe donde con aquel héroe de juguete", pensó refiriéndose a  _________. "Se supone yo sería tú héroe". Rió por sus propios pensamientos ya que comenzaban a ponerlo nostálgico, después de todo había echo grandes intentos por hacerle notar a ___________ sus sentimientos hacia ella, tal vez no de la mejor manera pero ¿cómo saber hacerlo si no tienes a nadie que te enseñe?

Aspen sacudió su cabeza tratando de alejar todo pensamiento, subió a la moto y emprendió camino al club.

Una vez ahí, entró por la puerta trasera para evitar a Butch y se dirigió al despacho del Pingüino, se detuvo en la puerta dudoso en tocar pero termino tocando y ante una respuesta afirmativa pasó. 

-Señor....- comenzó pero la sorpresa lo dejó mudo. Ahí estaba _________ sentada frente a una gran caja.

- ¿Terminaste con la moto?- preguntó la chica bastante casual con la esperanza de que el chico le siguiera el juego.

-Yo...- Aspen tardó algo en reaccionar- Si, ya está lista. Nada que no pueda manejar.

-Perfecto.- esta vez habló el Pingüino- Aspen, mi sobrina me ha contado todo, incluido tu acto de heroísmo. Ahora entiendo porque tardaron más de lo planeado.

El chico estaba bastante confundido pero aún así sonrió.

-Genial, pero tanta acción fue agobiante, así que iré por un paseo nocturno ¿vienes?- preguntó la chica a Aspen, este solo asintió y la siguió.

Narras Tú.

Una vez fuera del club Aspen me detuvo.

-¿Me quieres explicar que fue todo eso?- cuestionó bastante molesto.

-Fue una buena coartada.- respondí con orgullo. Pero me seguía viendo dudoso.- Mira, le dije a mi tío lo que quería escuchar, fuimos, se puso algo complicado, por un momento estuvimos en problemas pero tú lograste salvar la situación y misión cumplida. No se porque te molestas, te di bastante crédito, cosa que posiblemente no se repita.

- ¿Y qué fue lo que realmente pasó?- insistió- ¿Él te ayudo? Porque eso si sería difícil de creer.

-Eso ya no importa, después...- Aspen no me dejó terminar.

-¡Claro que importa! ¿Te vas con un idiota enmascarado por no se cuanto tiempo  y apareces de la nada con todo resuelto? ¡Por favor! ¡Claro que importa!- gritó lo que me hizo borrar la sonrisa. Jamás había visto a Aspen tan enojado y eso que nos conocemos de hace mucho.

Abrí la boca para decir algo pero las palabras no salían, no sabía que decir, así que solo me quedé viéndolo en silencio mientras el miraba al suelo.

-¿Crees que no me preocupé? - dijo en voz tan baja que apenas y lo escuché.- Claro que me importa...

Nunca lo había visto así. ¿Qué le está pasando?

-Lo sé- dije suavemente.- Pero nada de esto fue planeado, solo pasó.- puse una mano en su hombro. "Solo pasó", repetí mentalmente y aquel beso vino a mi mente provocando un leve sonrojo, y como si hubiera leído mi mente me miró y noté que también tenía en la mente eso. Por un momento pensé que se atrevería a besarme de nuevo por lo que me preparé para evitarlo pero me acercó a él para abrazarme lo cual me sorprendió pero terminé correspondiendo.

Pasaron largos segundos en silencio, los dos abrazados en el callejón del club, donde nadie nos veía. Una escena bastante extraña a decir verdad, pero pronto escuché como carraspeaba y habló:

-Tu trasero se ve adorable desde acá.

Ante esas palabras lo separé inmediatamente antes de que cometiera alguna estupidez.

-Genial el idiota volvió- dije con una sonrisa incómoda mientras el se veía bastante...¿normal? Era como si nunca hubiéramos discutido. 

- Soy tú idiota- dijo con una sonrisa de lado.

- ¿Quién te dijo esa mentira?- lo miré mal- Como sea, me iré por mi paseo nocturno. Nos vemos.

Me di media vuelta y comencé a caminar sintiendo toda su mirada sobre mi lo cual me incomodó, cosa extraña ya que, con el tiempo, me había acostumbrado a su mirar. Tal vez no deba darle tanta importancia.

Decidí ir caminando al lugar al que había quedado con Robin, ya que no mentía al respecto de despejar mi mente. Hoy fue un día bastante...interesante, lo que me ha dejado un lío mi cabeza y espero calmar las cosas un poco antes de mi encuentro con el Chico Maravilla. 

En el camino no pude evitar pensar en Aspen, en cómo se había comportado. Realmente conozco a Aspen desde hace mucho tiempo, más del que me gustaría admitir. Cuando comencé a vivir con mi tío fue una de las primeras personas a las que conocí, un chico de mi edad pero con una vida totalmente diferente a la que tiene ahora, antes era hijo de una familia adinerada, tenía cuanto podía pedir, pero una vez platicando con él me confesó que no le gustaba su estilo de vida, él quería ser una especie de Robin Hood y dejar a un lado lo que tenía. Tiempo después con algunos delitos y confrontaciones con sus padres éstos lo desheredaron y comenzó a vivir en las calles, se volvió miembro definitivo de la pandilla que sirve a mi tío y no tardó en volverse el primero al mando. Durante todo ese tiempo hasta ahora hemos tenido misiones juntos y hemos entrenado codo a codo y por todo ese tiempo nunca hizo algo como hoy.


Robin O Dick Grayson-Robin & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora