Narra _________. (Una semana antes del plan).
No hablaré, no hablaré, no hablaré.
- ¡No hablaré! - grité mientras miraba con odio al tipo frente a mí.
El tipo miró al supuesto doctor que se encontraba en la habitación y este solo asintió. En eso el tipo me volvió a poner la bolsa de tela en la cabeza y hundió mi cara en la tina de agua fría que tenía enfrente.
Aguanté todo lo que pude el poco aire que logré tomar antes de ser hundida en el agua. Pasó un minuto. Pasó otro. Casi llego a tres cuando me alzaron de nuevo y me quitaron la bolsa, no tarde ni un segundo en volver a tomar aire.
- Debería reconsiderar su posición, señorita Cobblepot.- habló el doctor acercándose.- A este paso no durará ni una semana aquí.
- Me subestima.- escupí cómo pude. Me sentía mareada y con dolor de cabeza.
- O tal vez no estamos ocupando las herramientas correctas.
No respondí, solo lo miré con odio.
- Llévensela.- ordenó - A la celda 113, puede que una noche ahí le ayude a acomodar sus ideas.
Me levantaron con brusquedad y me arrastraron fuera de la habitación. Intenté forcejear un poco pero solo obtuve una patada en el estómago, la cual me dejó quieta. Tener una camisa de fuerza no ayuda en nada.
Después de un rato caminando por pasillos llegamos, un guardia custodiaba la puerta de la celda 113 y al quedar enfrente abrió la puerta lentamente.- Tómalo con calma, no le gustan las que lloran mucho.- comentó el guardia viéndome de pies a cabeza.
Sus palabras me pusieron alerta.
El tipo me lanzó dentro de la celda y cerraron con rapidez.
- Oye Spencer, carne fresca. - habló el guardia por la pequeña reja de la puerta.
Observé la celda, sentado en la cama se encontraba un tipo grande, fácilmente me doblaba el tamaño y se veía muy fuerte. El hombre se acercó hasta quedar frente a mi, a pesar de la poca luz podía notar que me miraba con una sonrisa.
-Dime,- se agachó para quedar cara a cara- ¿cómo es que está lindura acabó aquí?
Sus ojos eran intimidantes junto con una leve sonrisa lasciva, este tipo no reflejaba más que maldad.
-¿Te comió la lengua el ratón, querida?- insistió al no tener respuesta. Realmente quería escupir una grosería o algo, pero simplemente las palabras no brotaban.
Se levantó y me tomó de la camisa para arrástrame por el pequeño cuarto y tirarme sobre la cama.
-Bien, si no quieres hablar lo entiendo. Después de todo me gustan las calladas.- habló para quitarse la playera.
Me petrifiqué, ¿acaso iba a...? Mi duda se respondió cuando comenzó a quitarse el pantalón. Entré en pánico y comencé a retorcerme en un intento inútil de pararme. Él comenzó a reírse.
-Tranquila tesoro- habló y se agachó sobre mí.- no hay porque estar nerviosa.
Lo último lo susurró en mi oído mientras soltaba una pequeña risa, de un momento a otro solo sentí mojado mi rostro, no sabía en qué momento pero estaba llorando.
¡No! No lo iba a dejar, de ninguna manera. Volví a moverme y al tener la oportunidad le tiré una patada en sus bajos. El tipo maldijo y se retorció del dolor. Cómo pude me paré y me alejé todo lo que pude.
- ¡Pensaba ser gentil pero ahora lo pagarás!- m amenazó.
- ¡Idiota! Acércate y te mato- hablé dejando sacar toda mi rabia.
-Si crees que puedes ganarme la idiota eres tú.- se acercó listo para golpearme pero aprovechando mi estatura lo esquivé y lo volví a patear, está vez en su espinilla. Se quejó nuevamente del dolor pero no lo detuve tanto como la primera vez.
En un momento el cuarto se volvió en un esquivar y atacar, pero no duraría mucho. Mi cabeza daba vueltas tratando de encontrar una solución para evitar que ese tipo me hiciera algo, debía ser más rápida y astuta. Entonces, mi mente se iluminó con un plan, pero tenía que ser rápida o sería en vano.
Me preparé y me aventé a él, quedando cara a cara, el tipo sin pensarlo un momento me rodeo con los brazos ejerciendo presión, me quejé algo del dolor pero actúe rápido y mordí su nariz. Me forcé a morder más fuerte hasta que sentí el sabor amargo de sangre en mi boca y un sonido de crack, el tipo luchaba por separarme y cuando lo logró retaché en la pared.- ¡Maldita perra!- comenzó a chillar de dolor.
Por mi parte escupí el pedazo de nariz que le había arrancado.
- Te dije que no me tocaras idiota.- hablé con satisfacción.
-¡Guardia! ¡Guardia!- comenzó a pegarle a la puerta, la cual se abrió en un instante. Entonces pude ver la cara de sorpresa del guardia ante la situación.
Me miró molesto y ordenó que me sacarán para llevarse igual al otro tipo.A mí me volvieron a arrastrar tras los largos pasillos, las luces quemaban mis ojos, estaba cansada, con hambre y lastimada.
En un momento se detuvieron, en medio de un pasillo y escuché pasos aproximándose.
El doctor muerte quedó frente a mí, se notaba furioso. Sin dudarlo un momento me abofeteó con odio, sentí algo caliente en mi labio, me lo rompió.-Llevensela- habló molesto y me siguieron arrastrando.
Trataba de aguantar lo más que podía pero el cansancio me rebasaba. No quería pero sin notarlo me dormí.
Solo podía pensar, si ese era el comienzo ¿qué más encontraría en aquel infierno?
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Robin O Dick Grayson-Robin & Tú
Fanfic¿Se puede enamorarse de dos maneras diferentes de la misma persona? Tal vez sí, mas si esta persona tiene dos personalidades diferentes, una como un chico adoptado por un multimillonario y otra como uno de los héroes que protejen Gotham City de noc...