Un desconocido al acecho.

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Narrador

Robin se volteó a verla.

- ¿Podemos hablar? - preguntó todavía con la esperanza de arreglar las cosas.

- ¿Qué parte de cállate y sube no entiendes?- replicó ella.

- ______....por favor.- insistió.

__________ iba a replicar nuevamente pero otra voz la detuvo.

- ¡Vaya! - exclamó y ambos voltearon a ver de dónde provenía para encontrarse con la chica disfrazada de Artemisa.- Parece que son amigos muy íntimos, ¿quién lo diría?

Robin se quedó en silencio mientras __________ la miró seriamente.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó _________.- Se supone que deberías estar en la entrada esperando a los demás.

- Primero, yo no sigo órdenes de ti.- respondió acercándose lentamente.- Segundo, parece que encontré a una pequeña traidora.

Y con la misma rapidez que había demostrado antes la chica desenfundó su espada y la colocó en el cuello de _________. Robin se tensó, sabía que cualquier movimiento en falso podría costarle la vida a __________, quién por su parte sonrió divertida.

- Ten cuidado con lo que haces o podría costarte más de lo que imaginas.- habló _________ y miró a la chica directo a los ojos.

- Dime quién eres.- la chica de cabello oscuro la estaba desafiando. De mientras, Robin buscaba la mirada de _________ en un intento desesperado de comunicación.

Narra ____________

Demonios, está vez estoy en un aprieto. Mi arma está en mi espalda por lo que si intento alcanzarla con el mínimo movimiento terminaré con la garganta abierta.
No tenía opciones está vez por lo que tenía que zafarme de una u otra forma.

- Bien, si no vas a hablar - la voz de la chica me sacó de mis pensamientos.- intentemos otra cosa.

Con su mano libre sacó otra espada pequeña y apuntó a Robin que estaba a unos pocos pasos.

- ¿Qué vas a hacer? - pregunté aún con una sonrisa.- ¿Amenazar con matarlo?

- Bueno, si eso no funciona matarlo será un plus.- habló tranquilamente y note que no mentía.

- Lamento informarte que matarlo solo traerá más problemas y eso afectaría a la operación.- expliqué. Sin embargo ella amplió su sonrisa y sin quitarme la mirada rasguñó la mejilla de Robin dejando salir un hilo de sangre.

- A mi me tiene sin cuidado esta operación, yo ya recibí mi dinero. Ahora estoy en busca de más.

Mi cabeza busca desesperadamente una solución a la vez que intenta comprender lo que ella quiere de mi, es decir, es imposible que sepa que soy la sobrina del Pingüino.

- Vas a hablar o tengo que rebanar al chico para que digas palabra alguna.- habló y sin esperar una respuesta encajó su espada en la pierna de Robin quien no pudo evitar soltar un quejido de dolor.

- ¡Robin! - exclamé inconscientemente. Mi sonrisa había desaparecido y ahora la preocupación se apropió de mi rostro.

- ¿Es necesario insistir?- preguntó, se veía satisfecha con su trabajo.

- No. - dije sin pensarlo dos veces.- ¿Qué es lo que quieres?

- Dime quién eres. Y no te molestes en mentir porque lo sabré y él pagará las consecuencias.- habló para sacar la espada de la pierna de Robin, este cayó al suelo por el dolor.

- Soy _________ Cobblepot, la sobrina del Pingüino.- respondí. Podía sentir como algo dentro de mi ardía por dar aquella respuesta.

- Hermoso nombre __________.- sonreía complacida. Se acercó a mi oído.- Nos veremos pronto.

Y sin más, de un momento a otro se fue sin dejar rastro.
Miré a Robin y me acerqué a él, su pierna sangraba mucho.
Le quité las cadenas que aún lo tenían preso y con cuidado lo ayudé a sentarse.

- ¿A dónde te llevo?- pregunté mientras hacia presión en su herida para evitar que toda la sangre saliera.

- No sabemos si nos sigue, no podemos ir a la mansión.- respondió respirando con dificultad, noté que hacía un gran esfuerzo por soportar el dolor. - ¿Recuerdas dónde nos conocimos?

Alcé una ceja ante tal pregunta, debe estar bromeando, no es momento para cursilerías.

- ¿Pretendes que lleve a un salón de eventos?- pregunté al recordar la fiesta de Empresas Wayne.

- No, ahí conociste a Dick. - respondió.- ¿Dónde conociste a Robin?

- Debes estar jodiendo, estás sangrando.- hablé mientras hacía memoria.- Los almacenes en los muelles.- respondí.

- Si, cerca hay un almacén que usamos para emergencias. Iremos ahí.

Me limito a asentir.
Rasgo un trozo de la capa de mi disfraz y con ayuda de una cinta hago presión en su herida. Era algo provisional que esperaba resistiera hasta llegar a los muelles. Lo más rápido que pude lo ayudé a subir a la moto y emprendimos camino a los muelles.

La noche era fría, pero gracias a eso no había mucha gente lo cual nos ayudó a pesar por calles poco transitadas de forma rápida.
Por un momento observé mis manos en el manubrio de la moto (no sé si así se dice) estaban llenas de sangre, pero no de cualquier sangre, era la sangre de Dick, ante este pensamiento sentí presión en mi pecho. Seguía molesta por el descubrimiento, parte de mi lo odiaba y quería que su existencia se esfumara, pero otra parte tenía miedo a perderlo...y por lo visto la segunda parte va ganando. Sacudí mi cabeza en un intento de alejar las ideas, aceleré mientras mi mente decía resiste Rob, falta poco.


Robin O Dick Grayson-Robin & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora