Necesitas más que una bala.

5.2K 473 111
                                    

Narradora

Robin llegó a la Baticueva y depósito a la chica en aquella mesa de metal donde Alfred siempre los curaba.

Por el intercomunicador que conectaba a la mansión le pidió a Alfred que bajara, ya que era el único que ayudaría sin peros por el momento.
Mientras Alfred bajaba Dick se dedicó a sacar todo lo necesario para sacar la bala. Miró a _______ y comenzó a quitarle la chaqueta que llevaba, con ayuda de una tijeras rompió sólo lo necesario de la blusa para poder proceder.

-¿Qué sucede amo Grayson? - preguntó Alfred con su típico asento inglés.

-Necesito tu ayuda Alf- contestó el nombrado y fue entonces que el mayordomo se percató de la presencia de la chica.

Alfred no dudo dos veces y se alistó para ayudar.

Una vez terminado, _______ se encontraba aún en aquella mesa pero bajo la influencia de sedantes.

-¿Qué piensa hacer joven Grayson?- dijo Alfred lavandose las manos.- El amo Bruce no dejará que la chica se quede.

-Lo se- respondió Robin mientras se cambiaba- tendré que convencerlo. Ella está muy débil, sería peligroso dejarla a su propia suerte.

-¿A quién? - se escuchó aquella voz gruesa y Dick tragó en seco.- ¿De qué...?- Bruce se interrumpió al ver a la chica.- ¿Quién es ella y qué hace aquí?

-Bruce antes de que te enfades- comenzó Dick- ella no tiene ni idea de donde está, además los policías estaban dispuestos a dejarla morir.

Bruce se quitó su máscara y miró seriamente al joven.

-Es mejor que tengas una buena explicación para esto- comentó y Grayson sonrió ligeramente.

Dick le explicó todo a Bruce, el cual sólo parecía más molesto.

-Debe irse, es una chica problemática-  dijo Bruce- no puede quedarse. ¿Te das cuenta de lo que hará cuando despierte en la Baticueva?

-Sé que no es lo mejor pero mírala Bruce, es como echarme a mi.

-No es lo mismo Richard.

-Si me permite amo Bruce, no hay necesidad que la chica se quede en la Baticueva.- comentó Alfred.

-¿Qué sugieres Alf? - preguntó Bruce.

-Amo Bruce, tenemos muchas habitaciones disponibles en la mansión, yo creo que la chica se sentirá cómoda en una.

Dick sonrió ampliamente ante la idea y asintió.

-Es buena idea, yo la vigilaré,  de todas formas ella ya conoce a Dick Grayson- sonrió con orgullo.

-Ella ¿qué? - exclamó Bruce.

<Demonios> se reprochó Dick y tuvo que contarle lo de él reloj. Después de unas cuantas suplicas Bruce accedió de mala gana.

Narras Tú

Abrí los ojos lentamente y sentí un gran dolor de cabeza, parpadeé varias veces para acostumbrarme a la luz, mire a mi alrededor.

Estaba en una gran habitación con varios muebles de madera, grandes ventanas con cortinas blancas y una cama realmente cómoda. 

<¿Dónde estoy?> me pregunté. Comencé a sentarme en la cama pero un fuerte dolor en el abdomen me hizo hacerlo con más lentitud,  al mirarme noté que mi blusa estaba cortada un poco más arriba del ombligo y todo lo demás estaba cubierto por una venda algo ensangrentada, fue entonces cuando recordé.

Me habían disparado.

Había perdido el conocimiento poco después, me levanté con dolor sintiendo lo frío del suelo mientras que mi cabeza trataba de analizar lo sucedido. Encontré mis zapatos a unos cuentos pasos de la cama, me los puse y me dirigí a una de las ventanas. Podía apreciar gran parte de la ciudad, lo cual significaba que estaba algo, tal vez muy, lejos y no me gustó en lo absoluto.

Busqué el seguro de la ventana y para mi mala suerte tenía un candado, aún peor, observe la habitación nuevamente buscando algo para romper la ventana, en un pequeño librero divise una pequeña estatua, la tomé y corrí sin piedad a la ventana para golpearla fuertemente. 

Sólo conseguí lastimarme más, chocar como pájaro tonto contra la ventana y retachar en el suelo. Me levante con dificultad y mire retadoramente a la ventana. ¡No dejaré que una ventana me gane!

Esta vez empecé a golpear varias veces sintiendo como el dolor de mi abdomen aumentaba.

-Si me permite aconsejarla debería para o sólo se hará más daño.- Escuché detrás de mi.

<¡Oh no! ¡Mi captor!> exclamé internamente.

Giré sobre mis tobillos mientras extendía la estatua como si fuera un arma mortal encontrándome con un hombre algo viejo que vestía con cierta elegancia.

-Déjame ir o mi tío se enterará de esto- amenacé, aunque al parecer tengo la garganta seca ya que mi voz fue una mezcla de zombie y ardilla.

El hombre no se inmutó de mi amenaza y se acercó a una mesita para servir un vaso de agua, se acercó a mi miró raro la pequeñas estatua y me ofreció el vaso.

-¿Quién eres?- Pregunté tomando el vaso y bebiendo un poco. 

-Me llamo Alfred Pennyworth- se presentó- sirvo a la casa Wayne y a , según tengo entendido, su amigo el joven Richard.

¿El estúpido niño mimado de Wayne? ¿Cómo demonios acabé en su casa? 

-Oh claro- me limité a decir.

-Bueno, sobre aquel buró - dijo señalando con la vista otro lado de la habitación- hay ropa y vendas limpias, tras esa puerta- señaló cerca del buró- se encuentra el baño. Vendré a dejarle comida en una hora, ¿me permite?

Señaló la estatua y se la di, la puso en su lugar para después dirigirse a la puerta.

-Una cosa más- dijo antes de cerrarla- siéntase como en casa señorita.

Sonrió ligeramente y se fue.

Robin O Dick Grayson-Robin & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora