Su primera visión tras abrir los ojos fue la de Lea a un costado tomando su mano y el color blanco le provocaba molestia, la cama se sentía dura, efectivamente se encontraba en un hospital.
—¡Hija! ¡Oh, gracias a Dios que te encuentras bien!
—Sí, bien —murmuró, se soltó del agarre— tengo sueño.
Lea no pudo responder porque entró el doctor, pidiéndole que esperen afuera hasta que le hagan un control general.
—Buenos días, Stacy —dijo el hombre sonriente tras haberse cerrado la puerta.
—Buenos días —contestó, algo molesta porque hace tiempo que nadie le decía así— ¿pueden sacarme esto? —Indicó el suero y el cuello ortopédico.
—Luego ¿te molesta?
—Da comezón.
Él rió: —entonces no soportarías el oxígeno.
—¿Me pusieron en la nariz esos cositos? —exclamó asustada, le tenía aprensión desde pequeña a ser entubada o algo muy parecido a ello.
—No, tranquila. Fue el respirador por unos dos días hasta que te estabilizaste.
—¿Dos días?
—Necesito que me respondas unas cositas mientras la enfermera controla algunos signos. —Tomó asiento para anotar—. ¿Qué recuerdas?
—Que... —Calló—. No recuerdo mucho.
—Bueno, te diré para que te quedes tranquila, primero tienes el cuello porque al caerte es posible que haya problemas allí así que a la tarde haremos una radiografía. Comenzaras a sentir de a poco, no te asustes por el yeso en tu mano izquierda.
—Oh, también eso.
—Cuando caíste te quebraste tres dedos y tienes una pequeña fisura en la parte del radio.
Stacy asentía mirando su brazo izquierdo: —duele.
—Dolerá mucho si te mueves. Y respecto a las lastimaduras o cortes.
—No son cortes —dijo con rapidez— por supuesto que no lo son.
—De acuerdo, las lastimaduras al no poder ventilarse no cicatrizaron bien por lo que todavía debes usar las vendas en algunas zonas.
—Al menos no hace calor. —Stacy rió.
El doctor asintió: —Respecto a los días, estuviste inconsciente una semana contada. Gracias a tu familia que veía hablándote despertaste bien, mejor de lo que esperamos.
—¿Usted sabe...?
—Algo me contaron.
—Qué vergüenza —contestó bajando la cabeza.
—Todo está en orden, tal vez pases tres días aquí....
—Mejor —interrumpió y la enfermera la miró triste.
—Eso es todo, enseguida te traerán comida porque ahora el suero lo cambiamos para otro medicamento.
—Gracias. —Stacy forzó una sonrisa.
A la media hora fueron a realizarle la radiografía, la manera de comportarse de Stacy llamó la atención del médico: cálida con todo el personal del hospital y fría o distante con su familia. Tuvo un peor resultado cuando un psicólogo fue a hablarle, preguntado por qué había actuado de esa manera y si ella elegía algo parecido en un futuro.
La joven permaneció en silencio, el profesional salió y ella comenzó a llorar diciéndole a la enferma que no era su culpa, algo parecido le dijo al doctor que intentaba no meterse demasiado con aquella situación.
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Desde los ojos de Violet.©
General FictionStacy lo tiene todo en su vida. Emocionada por entrar a la universidad junto a su novio Thony, descubre una verdad que modifica parte de ella. A partir de eso, empieza a dudar y temer de las personas en quien siempre confió, y no puede responder a u...