Capítulo 20.

34 5 2
                                    

En la mañana del primero de enero, Violet, después de desayunar, se colocó un jean azul y una camiseta roja para salir afuera a tomar un poco de aire además de que quería practicar un poco cómo fumar.

Se sentó sobre las escaleras, sacó un cigarro sumado al encendedor y, luego de varios intentos, logró prenderlo pero tuvo el mismo resultado que la noche anterior: le ahogó la tos cuando exhaló el humor, además de que le dolió la garganta y las fosas nasales. Maldijo un par de veces.

—Lo estás haciendo bastante mal —habló alguien a lo que Violet se sobresaltó mirando a su costado derecho a un chico acercarse.

—Mmm, bien, gracias por el dato. —Lo observó acomodando los lentes de pasta ya que a veces le molestaban.

—¿No sabes fumar o sí? —Sonrió y se sentó al lado de ella.

—Un poco.

—Nada.

—Bueno, nada. —Subió los hombros.

—Me di cuenta. —Le tendió la mano—. Soy Dean —dijo y ambos se tomaron de la mano.

—Me llamo Violet —contestó ella, algo tímida y mirando sus zapatillas— ¿estás aquí desde hace mucho?

—No, ayer don Holden antes de irse me dio el permiso para quedarme. Este era mi último lugar sino hubiera pasado año nuevo solo tirado por allí ¿y tú?

Violet asintió: —hace unos días.

—¿También sola?

—Espero a mi mamá, nos iremos lejos de aquí.

—¿A otro estado?

—¿Por qué tantas preguntas de repente? —agregó con tono molesto— no necesitas tal información.

—Tienes razón. Lo siento, y....

—¿Y...? —repitió burlona.

—¿Te enseño a fumar bien o quieres seguir ahogándote?

Violet dudó por unos segundos y con una mueca respondió: —enséñame.

—Soy todo un experto.

—No lo dudo. —Lo miró desde la cabeza a los pies, lucía cansado, con ojeras y piel pálida, lo que le llamaba la atención eran sus labios algo resecos y su cabello despeinado.

—Lo que tienes que hacer es aspirar y hacer que pase y no se quede en la boca, porque si lo haces así dicen que te puede dar cáncer o problemas en los dientes, así que cuando inhalas haz que pase.

—Bien, intentaré hacer eso —respondió, a la primera vez empezó a toser a lo que Dean carcajeó negando.

—¿Te intimido? —preguntó.

—Por supuesto que no. —La chica viró los ojos y prosiguió para pitar nuevamente, esta vez se ahogó pero logró realizar la acción que Dean le había explicado, y eso le dejó una picazón por la garganta.

—Bien, eres muy mala.

—Creo que voy mejorando.

—Ajá, si tú lo dices.

Violet lo miró preocupada: —gracias por enseñarme, practicaré un poco y seguiré tus consejos.

—Cualquier cosa que necesites me....

—Sí, sí. —Lo interrumpió levantándose y dejándole el cigarro—. Termínalo tú y adiós —le dijo y caminó con rapidez para entrar a su habitación, cerrar con seguro mientras espiaba por la ventaba qué hacía ese chico. Dean terminó de fumar, miraba su celular y por último bajó las escaleras para perderse entre las calles.

Desde los ojos de Violet.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora