Capítulo 37.

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Violet caminaba con una amplia sonrisa y ánimos a la par de Maxwell, él decidió acompañarla al curso para de paso entregarle a Cameron una copia de las llaves de su departamento.

El rostro de la joven cambió en segundos de una manera rotunda y sus hombros comenzaron a caer, debido a la vergüenza que comenzaba a sentir a medida en que se acercaban al ingreso de la Facultad, y todo se debía a una rubia demasiado alegre junto a su novio, ambos entregando lo que parecía ser invitaciones, agregando al final: un no faltes, cariño.

—Maxwell —chilló Caroline su nombre acercándose con Thony.

—¿Qué haces aquí? —preguntó el chico, le robó las palabras de la boca de Violet, quien miraba perpleja.

—Es la invitación a mi fiesta de cumpleaños. —Le tendió un sobre blanco—. Oh, tampoco me olvidé de ti, linda. —Le sonrió a Violet—. Sólo es para dos y deben ir bien vestidos.

Max tomó la invitación y notó la expresión de Violet: —es la universidad, no la estúpida secundaria. Madura un poco, Caroline. —Tomó la mano de su amiga y avanzó hacia los pasillos directo al curso. Cameron se les unió, igual de preocupado que Max, y preguntando qué le había ocurrido.

Violet todavía con sus ojos llenos de lágrimas y la piel pálida negaba mirando hacia abajo. Sentía vergüenza y algo de coraje a lo que había visto, intentó guardárselo pero ante la insistencia de ambos chicos sacó el celular para mostrarles.

—¿Qué mierda es esto?

—Me mandó un mensaje —dijo con voz entre cortada— y me decía que hablaría con ella para que estemos juntos y aclarar las cosas. —El nudo en la garganta comenzó a dolerle por lo que calló.

—No te quiere lastimar pero te sigue mintiendo respecto a Caroline. ¿Escuchas eso? Sigue con ella. —Maxwell fruncía el ceño, Cameron los miraba confundido y Violet negaba al mismo tiempo en que se decía a sí misma que no llorara.

—Yo no... —articuló.

—Es como si te gustara que todos se burlen en tu cara.

Su discusión fue interrumpida por la presencia del profesor quien le pidió a todos los chicos ingresar rápidamente para que la clase comenzara porque hoy tenían un tema nuevo además de trabajos prácticos orales que se venían como recuperatorio.

Violet miraba un punto en el pizarrón, no anotó nada de las clases y tampoco le prestaba atención a lo que el profesor explicaba.

—Hey, ¿qué pasa? —Quiso saber Ben.

—Nada.

—Anda, dime.

—El trabajo parece difícil.

—Debes entregar el tuyo, es lindo —habló él mientras indicaba con la cabeza los lápices de Violet.

—Lo arruinaré.

—Claro que no.

—No quiero arruinarlo pero parece que estoy destinada a hacerlo siempre. —De reojo miró a Thony quien hace segundos la estaba mirando, sin embargo el chico continuó con sus apuntes y luego hablaba con Gerald.

Ben no quiso indagar más aunque suponía que su amiga no se encontraba de buen humor y decidió tomarle fotos a sus apuntes para pasarselas después, no quería que se atrasara y también para animarla un poco le pidió que a la salida tomaran un helado entre charlas, aclarando que hace tiempo no tenían una buena conversación.

A la salida, Violet aceptó compartir el helado con su amigo, de paso podría despejarse un poco. Primero no tenía ganas de hablar y le molestaba el hecho de tener que hacerlo pero luego lo repensó: sabía que sería demasiado egoísta si no escuchaba lo que Ben tenía para decirle, por algo la había invitado.

Desde los ojos de Violet.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora