Capítulo 16.

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Stacy logró dormir hasta las cuatro de la madrugada, pasada esa hora sintió una horrible molesta en la zona cervical y pensó que era debido al cuello, por lo que se paró para caminar un poco por su habitación.

Esta se encontraba algo desordenada y rió al recordar lo obsesiva que era con el orden y la limpieza meses atrás, ahora le gustaba la ropa tirada por cualquier lado.

Se concentró en el último pensamiento antes de dormir: debo irme de aquí. Y un por qué apareció a los segundos afirmando que esa era una estúpida idea pero las justificaciones para irse de allí llegaron una tras otra, dándole a entender que tenía más motivos para huir que para quedarse, y el perdonar todavía no estaba dentro de sus acciones del presente o futuras.

Bajó a la cocina para servirse un vaso de agua. Cuando terminó de beber, decidió volver y en la pared logró ver una tierna imagen de Scott, Caroline y Stacy de pequeños, que ahora no le transmití ternura o seguridad, sino más bien engaño.

« ¿Quién soy realmente? »

Repasó desde que tenía memoria hasta allí, y otro cabo se ató: la mayoría de las fiestas de fin de año, a Marcus y a Lea le gustaba compartir el álbum de fotos con sus hijos, y con algún invitado ocasional, entonces mostraban desde que ellos se conocieron hasta la fecha, diferentes fotografías para acontecimientos importantes; cuando Stacy estaba en la panza de Lea, sólo había una foto, no se veía la cara o tampoco a su lado se encontraba Marcus, enfocaba simplemente al vientre con dos manos tocándolo, tampoco había muchas de cuando ella era recién nacida salvo a partir de su fiesta de añito y demás.

Ella negó un par de veces hasta entrar a su habitación. Apareció comenzón en sus brazos y nervios mientras caminaba de un lado hasta el otro, no tenía ni idea de lo que pasaría, tenía en claro que debía irse pero no sabía cómo hacerlo.

—Lo siento —murmuró para sí.

Stacy pensó unos segundos y tomó la decisión: se iría lo más antes posible.

Fue directo a su armario, buscando alguna ropa para cuando se marchara. Se dio cuenta que nada de eso serviría, debía pasar desapercibida porque estaba cien por ciento segura, apenas ellos sepan que no está, irían a buscarla.

Se colocó medias de lanilla y caminó hasta la pieza de Scott, oyó por la tarde que el saldría con su novia, a lo que entró y encendió la luz, su excusa por si alguien despertaba, era que él le prestaría una revista. Marcus le pedía a sus hijos que la ropa de descarte o que ya no le gustaba, la colocaran en una bolsa para donar a un hogar de niños y adolescentes.

«Irónico.»

Stacy buscaba aquella bolsa negra de consorcio, hasta que la encontró detrás de un armario y empezó a revisar lo que contenía: terminó sacando un sweater negro con capucha medio desgastado y una par de medias blancas. Al volver a su habitación, lo guardó en la misma funda que su almohadón, y decidió buscar qué tendría ella en su bolsa, eligió un pantalón de jean excesivamente ancho que eran regalos de una tía lejana, al cual a Stacy le quedaban grandes en la cintura y no le gustaba la bota Oxford.

La ansiedad de apoderó de ella y la acción fue de revolver su cómoda para ver si tenía algo que la ayudara a aparentar ser alguien más. No tuvo suerte, sabía que en sus armarios los conjuntos de ropa eran nuevos y todos de colores llamativos y rosados en mayoría. Tomó unas zapatillas para donar blancas de loneta y se dirigió a la mesa de luz, donde también guardaba algunas cosas.

En el primer cajón encontró fotos, cuadernos o lapiceras con motivos de princesas, prosiguió con el segundo y sólo encontró una caja de cigarrillos que una vez le guardó a Caroline, la tomó junto al encendedor y lo metió en una mochila negra pequeña que le regaló Thony para su cumpleaños diecisiete; también guardó unos lentes de pasta roja redondos y grandes, no sabía de quien era y le importaba poco. En el último cajón, quitó cartas que se mandaba con Thony los primeros meses y las dejó desparramadas, sus ojos se iluminaron al mismo tiempo en que una sonrisa apareció en su rostro al notar las lentillas de color marrón que Maxwell usó en la fiesta de disfraces.

Desde los ojos de Violet.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora