Capítulo 27.

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Violet tomó una ducha relajante y duró más minutos que de costumbre. Era para aplacar los nervios que estuvo experimentando toda la semana que pasó, y para ella los días transcurrieron bastante lentos, y más las noches en donde se encontraba sola con sus pensamientos, a veces provocándole insomnio y otras veces miedo debido a diferentes ruidos que provenían de la calle.

Escogió un jean ajustado, una camiseta roja y las botas beige que su amigo le regaló, hablando consigo misma de que era de buena suerte usarlas. Preparó los materiales necesarios y rió, estaba actuando muy emocionada, incluso más que cuando asistía a la secundaria.

Desayunó con rapidez jugo de naranja, tostadas dulces y pasó a buscar al rubio, quien tenía una sonrisa en su rostro terminando de cerrar con llave su departamento.

—Lista.

—Listo —exclamó. Bajaron a tomar el bus, para beneficio de ellos hacía un viaje corto y deberían esperar quince minutos hasta llegar a la universidad.

—Llegamos temprano. —Violet miró su teléfono—. Nos vemos después.

—Sí, que te vaya bien. —Se acercó para besar su mejilla y despeinarle el flequillo.

—Qué tarado eres —reprochó sacándole la lengua, caminó alejándose de él y mostrándole el dedo del medio entre risitas.

Ella con timidez, se acercó al guardia para preguntarle dónde se encontraba el curso de la comisión cuatro de Artes Plásticas, él le contestó que era en el segundo piso y en el aula ocho. Violet le agradeció, se dirigió hacia el aula y empezó a tener ansias de su primer día de clases en la Universidad.

Ingresó en el aula sin mirar a las demás personas, simplemente caminó hacia el cuarto banco del lado de la pared y tomó asiento con cuidado.

A medida que los minutos pasaban, comenzaba a llenarse de a poco y aumentaron los murmullos, tal parece que muchas personas se conocían ya porque conversaban animados en rondas del salón. Violet llegó a pensar en que se había equivocado de aula, preguntándole a una chica del primer asiento, quién le respondió de manera seca que esa era la ingresantes de la comisión cuatro. Ni siquiera se molestó en responderle ya que la chica se volteó dándole la espalda y continuar hablando con otra muy parecida a ella.

La primera clase fue de introducción, donde la profesora les explicó a los alumnos que la mayoría de las materias eran teoría en el primer año, y todas debían ser regularizadas o aprobadas, porque eran correlativas con las del segundo.

En el medio de la clase, un joven alto y delgado ingresó pidiendo disculpas junto a otras tres personas, él divisó el asiento al lado de Violet, y se sentó con rapidez, sus mejillas se encontraban rosadas y sacaba nervioso su cuaderno y lapiceras.

—No está diciendo nada para anotar —susurró Violet— sólo presta atención.

El chico le sonrió apenado: —gracias.

La profesora continuó hablando, luego tomar asistencia y explicarles a sus alumnos las cartillas que usarían en su materia, en dónde debían comprarla y a cuánto. Los demás continuaron realizándole preguntas sobre qué era ella y si era fácil ingresar a la facultad para ser profesonial, o era mejor estudiar un profesorado.

—Me llamó Benicio —soltó aquel joven.

—Oh, soy Violet —respondió con una sonrisa y miró a los demás— tan ansiosos y recién es el primer día de clases.

—Lo sé. —Resopló acomodando su cabello—. ¿Cuántos años tienes?

—Diecisiete ¿y tú?

Desde los ojos de Violet.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora