Capítulo 39.

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Un mes más pasó, en donde Violet no lograba mantener la concentración de siempre aunque igual se esforzaba en rendir exámenes orales o haciendo trabajos evaluativos ya sea en grupo e individual. Apenas obtenía un cinco o seis, ella sabía que esto se debía a una excesiva preocupación por Oliver, el chico contaba con varias amenazas por la policía: había estado detenido dos veces por el tema de las carreras y en la próxima abrirían un juicio; tenía un expediente por lo que era mejor mantenerse al margen y Oliver no lo haría.

La muchacha no traía la mejor salud y un humor agradable, todo le caía mal además de parecerle sin sentido. Estaba sospechando de algo en particular pero no tenía las agallas como para hablar del tema ni mucho menos solicitar una cita con el especialista, no quería tener que decirle a Maxwell: tenías razón.

El lunes después de la facultad, volvió a casa acompañada de Cameron caminando ya que ambos querían tomar un poco de aire, en esos momentos él le contó que Maxwell había faltado a sus clases por irse de compras con Caroline y de seguro almorzarían juntos. Aquella noticia provocó celos sumados a cólera en Violet por lo que se despidió de su amigo, y se dirigió al piso de Maxwell.

—Eres un hipócrita —murmuró apenas el rubio abrió la puerta con una sonrisa que cambió a los segundos.

—¿De qué hablas?

—¿No pensabas contarme de Caroline y su cita?

—Violet. —Negó levemente, empezó a enfadarse por la actitud que ella estaba teniendo—. Sí te lo iba a decir pero....

—¡Pero nada, me ibas a mentir!

—Ni siquiera nos vimos, no exageres.

—Me enteré por Cameron y hasta faltaste a tus clases por ella.

—Solíamos ser amigos muy cercanos.

—Nunca fue tu amiga. Es más, tú no le agradabas y ella a ti tampoco.

—Las personas cambiamos y nos unimos debido a... bueno, la desaparición y....

—Ay, cállate ¿quieres? —soltó molesta— saliste y me lo ibas a ocultar.

—Te lo iba a decir.

—¡No puedes salir con ella!

Maxwell carcajeó: —tú a mí no me prohíbes nada, porque si hablamos saldrás perdiendo.

—¿A qué rayos te refieres?

—Nada.

—Maxwell, ¡no son amigos y no sales nunca más con ella!

—Mira Violet. —Suspiró cansado—. Saldré con ella las veces que quieras, y te la aguantarás porque es mi amiga y es parte de tu familia y sabes que los quiero mucho, aparte no hay nada de malo en pasar el rato.

—Seguro hablaron mal de mí, digo de Stacy.

—¡Ese es el punto! Han pasado años de eso y todavía no puedes separar a Stacy de Violet, quien se supone que eres ahora. Me parece una locura y a veces desería que las cosas pasaran de otra manera.

—¡No me digas eso, me lastimas!

—Tú misma te lastimas. Ya pasó, supéralo y sigue adelante. Te lastimas a ti misma recordando y no pudiendo soltar.

—Maxwell....

—Te hicieron daño porque no supieron manejar bien el tema pero ellos te querían demasiado. Te quieren demasiado.

—¡No era yo!

—Entonces dilo ahora y para ti, que parece que no lo entiendes.

—No entiendes nada. Me lastimaron y soy la víctima de todo esto, ellos se burlaron y ahora estoy así por su culpa. ¡Tú también me lastimas y ahora peor, no me apoyas!

Desde los ojos de Violet.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora