Capítulo 30.

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Violet caminaba acomodando su flequillo, el día de hoy no había tenido suerte y no lo podía alisar entonces anotó mentalmente que debía comprarse una planchita para el cabello. Espero a Ben en la entrada de su facultad e ingresaron entre risas o bromas sobre los calcetines del chico porque eran de distintos colores.

—Hey, en el grupo de facebook comentaron que estaban contentos de estudiantes nuevos.

—¿Eh?

—Cierto que no estás allí.

—¿Grupo de facebook? ¿Nuevos? Ben, necesito informes.

—Sí, Mia. —Ambos se miraron—. Lo siento, es que te veo así y pienso en la película.

—Ya, está bien.

—Hay un grupo de facebook para que nos comuniquemos entre los estudiantes —habló Ben— y el otro día en que saliste rápido pidieron que dejemos nuestros nombres así nos agregan.

—Ahh, claro, pero no tengo Facebook.

—Todo el mundo tiene uno.

—No creo que todo el mundo.

—Deberías hacerte uno, así es más fácil estar en comunicación que gastar en textos o llamadas.

—Puede ser. Lo pensaré.

—Mia, no estaré comunicándote todo el tiempo. —Rió negando—. Sobre los nuevos, ingresan a nuestra comisión porque las otras no tienen cupos y espero que entren chicas lindas y graciosas.

Ella levantó una ceja: —ajá.

—No... no quiero decir que... tú y las demás.

—Te entiendo, me ves como amiga y yo a ti como amigo, y las demás no son tan lindas o son más grandes y seria bueno que entren guapas.

Ben sonrió nervioso. —Sí, pero tú sabes....

—Sin nervios, Ben. Sólo espero que no entren hombres.

—Somos muchos —contestó— y todos somos lindos.

Violet soltó una carcajada: —sí, todos.

Los dos echaron un vistazo hacia dentro de aula, en efecto había un grupo grande de personas nuevas, algunos ya charlaban y otros se encontraban mudos, Ben ingresó contento diciéndole que guardaba lugar para ambos y ella buscaba su celular para ponerlo en silencio.

Alguien tocó su hombro provocando un ligero sobresalto, cuando volteó se trataba de Cameron quien le besó la mejilla.

—Hola —habló él.

—Hola, Cameron —contestó— ¿cómo estás?

—Normal ¿y tú?

—Bien, bien.

Él se apoyó en el marco de la puerta: —los nuevos, eh.

—Tal parece que sí.

—No me sorprende, algunos son recursantes.

—No lo sabía.

—Sin Facebook ¿no?

Violet asintió: —debo hacerme uno.

—Te resultará más sencillo y te enterarás de muchos dramas. —Rió—. ¿Me acompañas a comprar chicles? Es que de otra manera me duermo.

—Vamos, todavía es temprano.

Bajaron las escaleras para ir al pequeño bufet y ella esperó a Cameron en la puerta, porque había una larga fila y Violet empezó a molestarle estar en espacios reducidos con varios chicos o chicas.

Desde los ojos de Violet.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora