—Amor....
—No quiero discutir.
—No es para discutir, Oliver —murmuró ella mordiendo sus labios, se encontraba bastante nerviosa y quería arreglar las cosas con su novio, sabía que la había jodido pero tenía miedo, Violet pensaba que eso era un buen justificativo.
—No quiero escucharte —contraatacó, provocando el ceño fruncido de la joven quien buscaba su mirada o rozar sus manos.
—Por favor, por favor.
A los minutos de suplicas, Oliver contestó: —¿qué tienes para decirme?
—Perdón.
—¡Violet! —Empezó a reír negando—. Eres imposible ¿crees que todo se soluciona con eso?
—No estoy embarazada, tuve un atraso pero nada para preocuparnos.
—¿Podías empezar por eso? Me hubieras dicho todo desde el principio. —La observó detenidamente—. ¿Lo hubieras hecho? Dime.
—No.
—Eso es lo que me molesta.
—¿Pero qué cosa, que te sea sincera? —preguntó elevando el tono de voz.
—¡Claro que no! —Respiró calmándose—. Linda, es un alivio para los dos que no estés embarazada, mi enojo es que jamás me hubiese enterado porque preferías ocultármelo.
—Estás dando vueltas las cosas porque....
—No, lo que pasa es eso: me mentiste. Y eso... ugh, me jode mucho, Violet. El mentirme ¿con qué necesidad?
—Tenía miedo.
—Somos pareja, estamos juntos en esto ¿recuerdas?
—Sí pero, ay, me haces enojar.
—Pero nada. —Negó—. Bien, te perdono y ya está ¿lo olvidemos si? Será peor porque seguro terminaremos peleados enserio.
Ella sonrió y le dio un beso en la mejilla: —gracias. —Con cautela se aproximó a Oliver y terminó sentada en sus piernas—. Perdón, de vuelta.
—Está bien. —La mirada de Oliver estaba puesta en la televisión prendida aunque su atención se basaba en sus pensamientos sumado a los murmullos provenientes de Violet.
—¿Me das un beso? —preguntó con voz inocente.
El muchacho revoleó los ojos depositando un beso corto en los labios de su novia, ella sonreía triunfante y lo abrazó volviendo a besarlo aunque esta vez fue más pausado aumentando las caricias y risitas cómplices por parte de ambos.
La pareja continuó con los mimos y caricias mientras miraban el noticiero, Violet propiciaba más caricias pero era Oliver quien al notar que iba a parar, volvía a besarla o acercaba su mejilla sonriente, como pidiéndole que continuara.
—Debo irme —dijo apagando la televisión.
—¿Por qué? —preguntó haciendo un puchero y confundida— pensaba que te quedarías a dormir y veríamos películas o algo.
—Lo siento, amor, debo irme.
—¿A qué? —Un poco de celos se hicieron presentes en Violet.
—Carreras. —La respuesta fue tranquilizadora al principio pero a medida que razonaba y pensaba en lo que esa acción conllevaba empezaron sus nervios.
—¿Y si faltas?
—Hoy es una de las importantes. —Le besó el cuello y caminó hacia la cómoda donde tomó su cartera. Se paró delante de Violet tomando su mentón y le mordió el labio—. Adiós.
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Desde los ojos de Violet.©
Ficção GeralStacy lo tiene todo en su vida. Emocionada por entrar a la universidad junto a su novio Thony, descubre una verdad que modifica parte de ella. A partir de eso, empieza a dudar y temer de las personas en quien siempre confió, y no puede responder a u...