Capítulo 21.

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Pasada una semana, en donde Violet experimentaba sentimientos de ira y tristeza debido a que cuando fue a hacer pedidos o entrevistas de trabajo le rechazaban todo por ser menor de edad. Ella estaba consciente que con todo el dinero que tenía guardado, no le hacía falta nada en absoluto pero también sabía que si no lo hacía, los demás sospecharían que ella tuviera dinero y quisieran robarle o algo relacionado.

Dean consiguió un trabajo en una casa dónde vendían comidas rápida, era por la mañana hasta las una de la tarde, así que saliendo los dos almorzaban juntos o Violet pasaba por el negocio y se quedaban a comer allí.

—¿Lo ves? Me dan comida gratis —murmuró Dean haciendo referencia a las hamburguesas y papas fritas extra que almorzarían ese día.

—Lo dudo.

—Y todo es porque soy apuesto.

La chica negó: —porque eres personal de la casa.

—Admite que lo soy.

—Lo eres pero no por eso te dan comida gratis. Es estúpido, están perdiendo dinero.

—Y ganando a un apuesto joven veinteañero.

—Tienes un buen ego. —Empezó a reír.

—Puede ser, o quizás veo en los aspectos que resalto y los mejoro. —Violet levantó una ceja—. Okay, es mentira, mi vida es una mierda y también lo soy.

—Tampoco es de esa manera....

—Créeme cuando te digo esto: estoy jodido. Y debes ir al médico por tu muñeca.

—Lo sé pero....

—No hablemos más de mí, por favor.

Violet asintió, no quiso interrogar más en esa conversación y permanecieron los minutos restantes en silencio mientras terminaban de comer lo que habían pedido.


Dean esperaba sentado en la escalera a que Violet llegara, se tardó alrededor de cinco minutos hasta que tomó asiento a su lado.

—Tardaste mucho.

—Lo sé —habló con las mejillas ruborizadas y sostenía un cuaderno.

—¿Y eso? —Dean miró curioso a la chica.

—Son mis dibujos —murmuró acomodando su melena hacia atrás—, te los quería compartir porque sólo le mostré a... bueno, no importa.

—Tu ex, no hay problema. —El chico le sonrió y tomó el cuaderno, observando los pocos dibujos que Violet había hecho hasta el momento, la mayoría eran en blanco y negro, salvo dos a color pero de unos paisajes. —¡Son excelentes! —agregó emocionado.

—No es para tanto.

—¡Son excelentes, Violet! Tienes un gran talento.

—Gracias. —Soltó una risita.

—Debes marcharte con tu familia —añadió Dean después de un momento.

—Estoy bien en este lugar.

—Violet, tú misma lo has visto. No hay futuro aquí y tienes talento en tus dibujos.

—Los veo normales. —Ella levantó los hombros.

Él rió: —todos dicen lo mismo de su talento. En serio, Violet, debes salir de aquí y perseguir aunque sea el sueño más estúpido.

—¿Y qué hay de ti? También puedes hacerlo....

—No, linda. No tengo nada. —Dean suspiró enciendo otro cigarrillo—. Ni siquiera a mí —agregó al final.

—Sería bueno que persigas tus sueños —murmuró ella.

Desde los ojos de Violet.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora