Un par de horas antes.
Pasadas las dos horas, la policía aceptó la coima que Marcus le otorgó para que dejen libres a Scott y a Anthony, aparte pagó un poco más para que no tuvieran sus huellas digitales marcadas.
Lea se sentía afligida por todo lo que pasó, así que fue la primera en bajar y subió apresurada en buscar a su hija, quería contarle parte de la verdad o al menos lo que ella creía cierto de todo lo que sucedió dieciocho años atrás. Llevó consigo una foto de Stacy estando en los brazos de otra mujer, quien tuvo la custodia unos meses.
Marcus esperó abajo, recriminando a los dos jóvenes que eran unos idiotas si creían que con violencia se podría resolver algo. Los cuatro se preocuparon cuando oyeron a Lea correr por todas las habitaciones hasta que pasados unos minutos apareció con ellos.
—Marcus llama a la policía.
—¿Qué sucede? —Los presentes miraron con temor.
—Stacy desapareció.
—¡Es todo su culpa! —gritó Scott.
—Hijo, es no momento. —Marcus tomó su celular y marcó el 911.
Hasta que la policía llegó a cargo de un oficial pasaron alrededor de media hora, Lea y Marcus le explicaron lo sucedido, pidiéndole que comiencen a buscarla ya mismo porque Stacy había tomado tranquilizante que le provocaban cansancio. El oficial Roberts les explicó que debía esperar al menos veinticuatro horas hasta que coloquen el aviso como desaparecida, y que ni él ni la policía podía hacer nada: —las personas acostumbran a irse con alguien conocido: novios, amigos, amigas, solos para meditar. Deben esperar —repitió.
Esa noche fue tensa para todos, más para Lea y Marcus, quienes no lograron conciliar el sueño y a las seis de la mañana ya se encontraban desayunando y listos para esperar a que llegara el oficial o ir ellos dos directamente a la central, pidiendo que sí o sí busquen a la pequeña Stacy.
El sargento Roberts llegó acompañado de dos policías de criminología e investigación, aunque él primero debía discutir algunos temas con la familia presente el día en que Stacy desapareció.
Roberts habló durante veinte minutos primero con Lea, luego Marcus, Caroline, Scott y al final a Thony.
Cuando mandó la orden para empezar a analizar dentro del hogar, dos jóvenes de veinte años aproximadamente se acercaron para comentarle a él que ayer por la tarde vieron a un ladrón saliendo de esa casa y cruzando todo su patio corriendo, también dijeron que no lograron ver su cara porque tenía una gran capucha de color azul marino y unos jeans, que llevaba una bolsa en la espalda o como un bolso y hasta que ellos quisieron alcanzarlo ya se había perdido entre las calles.
Además algunos vecinos fueron a comentarle que escucharon varios gritos por parte de una mujer y provenían de esa casa, parecía que alguien peleara porque rompieron vidrios o cosas por estilo que sonaron fuerte y llamaron la atención algunos aunque nadie estuvo lo suficientemente interesado en la seguridad de los demás vecinos como para avisar a la policía. Roberts sonrió al escuchar cada testimonio, era lo típico, y aún más típico sería que le pidiera ir a la comisaría a testificar si se llegaba a abrir un caso y ninguno de ellos quería ir, diciendo que de seguro se confundieron con lo que vieron o escucharon.
Roberts le contó lo mismo a Lea, y ella al escuchar eso se alarmaba más, culpándose de haber dejado a su hija sola y por no creer algunas palabras que ella decía.
Les llamó la atención que la habitación esté desordenada por partes, así que la persona que se llevó a la chica, conocía el lugar bastante bien incluso se notaba que hubo una pelea allí, encontró un corpiño que guardaron para hacer pruebas de ADN.
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Desde los ojos de Violet.©
General FictionStacy lo tiene todo en su vida. Emocionada por entrar a la universidad junto a su novio Thony, descubre una verdad que modifica parte de ella. A partir de eso, empieza a dudar y temer de las personas en quien siempre confió, y no puede responder a u...