Miami, Florida, Estados Unidos.
Las reuniones familiares eran...únicas, pensó Danna mientras observaba a todos sus amigos reunidos en la sala de su departamento compartiendo tiempo de calidad como todos los domingos. En esa ocasión su departamento era el lugar de la reunión.
Se concentró en verter cuidadosamente las palomitas escuchando atentamente a las niñas hablar sobre el día de los regalos a los padres de su escuela. Cuando ella se había enterado sobre la actividad en la escuela de su hija había querido llevársela lejos pero también estaba consciente que no podía poner a Charlotte dentro de una burbuja de cristal todo el tiempo. Tenía que aprender a vivir con ello aunque le doliese un poco.
Avanzó hasta la sala con un recipiente entre las manos y les sonrió a todos mientras seguían escuchando a las niñas hablar sobre el proyecto. Se sentó junto a Joel y luego se quedó en silencio admirando los grandes y lindos ojos marrones de la pequeña niña que tenía frente a ella mientras María Fernanda avanzaba a grandes zancadas hasta Richard para entregarle un dibujo que ella misma había hecho. Charlie se quedó pasmada un momento, le ofreció una mirada indescifrable arrugando un poco la hoja doblada que tenía entre las manos, apartó la mirada un momento y luego sin más comenzó a avanzar fuera de la sala hasta su habitación.
—Charlie...—la llamó Danna poniéndose de pie pero la niña ni siquiera se detuvo. Todos los presentes de quedaron en silencio, ella dejó escapar el aire de sus pulmones y negó un poco.
—Dan...déjala un momento—susurró Joel.
—Yo voy, Dan...—le dijo Erick.
—Pero Erick...
—No te preocupes, yo me encargo—anunció y un segundo antes de avanzar por la misma dirección en la que la niña se había marchado un par de segundos antes.
Danna soltó un largo suspiró sin despegar su mirada del pasillo que conducía a las habitaciones.—Lo siento, tía Danna—le dijo la niña atrayendo su atención—Yo no quería que Charlie se pusiera triste por mi culpa...
—No es culpa tuya, cariño—respondió.—No te preocupes...
(...)
—¿Puedo pasar?—cuestionó Erick entreabriendo la puerta.
—No.
—Pues ya entré—anunció él encogiéndose de hombros.
—No te quiero ver, tío Erick—replicó de inmediato.
—Bueno...pero yo si quiero verte a ti.—le dijo en voz baja. Charlie lo observó un segundo y luego apartó la mirada de nueva cuenta—¿Qué te pasa, mi amor...? Pensé que querías contarnos que fue lo que hiciste en la escuela...—murmuró apenas llegó hasta ella encontrándole sentada en la cama y el dibujo echo una bola de papel a sus pies.
—No quiero...—respondió sin mirarlo.
—¿Y puedo saber por qué...?—cuestionó Erick.
—No.
—¿Confías en mi...?—Charlie lo miró un momento haciendo que el corazón de Erick se hiciera un puño apenas vio sus ojos cristalizados y la niña asintió débilmente—¿Entonces...me contarías que es lo que te pasa...?
—¿Qué hago con el regalo del día de los papás...?—cuestionó en voz baja. Erick negó un poco.
—Oh, amor...—susurró antes de envolverla en un largo abrazo.—Charlie...tú eres una niña completamente hermosa, inteligente, divertida y valiente; y esta cabecita tuya, cariño...entiende muchas cosas más de las que nosotros los adultos nos imaginamos...lo he visto. Puede que nunca hayas conocido a tu papá pero eso ni significa que no tengas o no hayas tenido uno...—le explicó Erick sonriéndole un poco pero la expresión de tristeza y frustración del rostro de la niña no se iba.
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ÉXTASIS(Éxtasis #3)|C.V.|Completa.
FanfictionLIBRO UNO: ADRENALINA. LIBRO DOS: OPIA. LIBRO TRES: ÉXTASIS. _ _ _ _ _ Sólo el latido al unísono del corazón puede crear el éxtasis.-Anaïs Nin.